Trabajadoras sexuales piden al alcalde electo de Tapachula ser tomadas en cuenta y mejorar sus condiciones de vida

Más del 30 por ciento de la economía de Tapachula tiene que ver con la venta de alcohol y la explotación de mujeres centroamericanas. Foto: Elizabeth Ruiz

“Una mujer transgénero no tiene la más mínima oportunidad de ser aceptadas en otro tipo de trabajo, que no sea el sexual. Dejas una solicitud de empleo en un lugar y te ven como un hombre vestido de mujer y eso no les agrada. Solo quieren a hombres o mujeres, no a chicas como yo” Testimonio.

Un grupo de trabajadoras sexuales participaron en un taller organizado por la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Eliza Martinez” A.C, en la que analizaron su situación de vulneración actual, y exigieron al presidente electo de Tapachula, Oscar Gurría, una mejora en sus condiciones laborales, la garantía de sus derechos humanos y un cese definitivo a la corrupción de las autoridades.

La Brigada Callejera, una organización con 29 años de experiencia en la defensa de trabajadoras sexuales y mujeres migrantes, mantiene presencia en Tapachula desde el 2013 y cuenta  con centro comunitario donde implementa un programa de salud sexual exitoso que el año pasado atendió a más de 3 mil personas.

En el aula del centro de la Brigada el día de ayer, participaron mujeres cis y transgénero mexicanas y migrantes, compartieron sus testimonios y realizaron propuestas de mejoras para su calidad de vida.

Al abordarse el tema de los derechos humanos, las trabajadoras sexuales presentaron varias peticiones dirigidas al presidente electo de la ciudad, Óscar Gurría Penagos, con el apoyo de la Brigada Callejera.

Una de las trabajadoras sexuales participantes, señaló  “nosotras como sexoservidoras, no somos prioridad para el gobierno mexicano. Agrega “no tenemos todos los papeles que exigen para abrir una cuenta bancaria y poder ahorrar para superarnos.”

“Algunas de nosotras quisiéramos que nos ofrezcan otro trabajo para poder salir de las calles. Que el gobierno ponga una fábrica para que algunas compañeras podamos ganarnos la vida de esa manera”, indicio otra participante.

Una mujer que es jefa de familia, pidió apoyo con proyectos productivos que les permitan salir adelante con sus compromisos personales.

Una más añadió “el gobierno municipal debería aceptarnos como somos y dejarnos trabajar donde no molestemos a nadie pero donde también podamos ganarnos el pan de cada día”.

Una trabajadora hondureña de 35 años, declaró  “en el hospital general no los atienden, sino cuentan CURP, porque según ellos no tenemos derecho”.

Mariela, trabajadora sexual cisgenero, expuso que sus compañeras no estarían seguras en lugares donde no hay luminarias ni presencia policíaca, pidieron se les ofrezca seguridad ante la delincuencia, clientes violentos o policías que vienen a extorsionarnos.

Las trabajadoras pidieron ayuda con el trámite del programa seguro popular, para no sufrir discriminación en los centros de salud y el hospital general, de las que son victimas.

Una mujer, pidió se garantice la gratuidad de la tarjeta de control sanitario, ya que inspectores municipales y estatales las extorsionan.

Dentro de los acuerdos generales, las trabajadoras sexuales pidieron que la revisión, los estudios de VIH y sífilis y Papanicolaou, fueran gratuitos y que sean válidos los estudios del Capasits y de organizaciones como la Brigada Callejera y Una Mano Amiga, entre otras más.

“Que respeten nuestros derechos. Las trabajadoras sexuales somos personas y las migrantes también. Esa sería una buena base para que la autoridad se relacione con nosotras” indicó una participante.

Una de las grandes demandas de las trabajadoras sexuales de Tapachula, fue que pudieran contar con medidas de seguridad que eviten que las golpeen, les roben y las asesinen como ha estado ocurriendo últimamente.

Las trabajadoras propusieron que les fueran entregadas gafetes para que las autoridades las identifiquen y evite extorsiones o agresiones.

Al finalizar el taller, las participantes acordaron realizar una reunión nacional de trabajadoras sexuales en Chiapas para ver las respuestas de los nuevos gabinetes municipales, estatal y federal hacia este sector olvidado de la población.

La Brigada Callejera forma parte de la Red Mexicana de Trabajo Sexual y de la Alianza Global Contra la Trata de Mujeres, the Global Alliance Against Traffic in Women, GAATW.

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