‘Los periodistas en México no mueren por balas perdidas’

‘Los periodistas en México no mueren por balas perdidas’

En un país donde el periodismo está bajo constante asedio, un programa de refugio podría dar un respiro a quienes viven el acoso y la violencia a la hora de realizar su labor informativa, la mayoría, en lo estados. La organización Taula per Mèxic presentó el libro: El silencio no es opción, voces de seis periodistas realizaron su programa de acogida temporal en Barcelona

Texto: María Ruiz de Pie de Página

Foto: Archivo/ Fernando Santillán

El periodista Javier Valdez dijo: “El buen periodismo, valiente, digno, responsable, no tiene sociedad alrededor, está solo, y eso habla también de nuestra fragilidad, porque significa que si van contra nosotros o esos periodistas y les hacen daño, no va a pasar nada”.

La organización Taula per Mèxic (Mesa por México, en lengua catalana) se convirtió en una aliada del periodismo en México ante el contexto que vivimos. Durante el 2019 la estadística de agresiones a la prensa ha ido en aumento.

Según datos de la Red de Periodistas de a Pie en enero a marzo de este año casi se duplica la cantidad de agresiones físicas, intimidaciones, acosos, bloqueos informativos y despojo de equipo.

En lo que va del año, asesinaron a 8 periodistas de los cuales 7 denunciaron, en diversas vías, amenazas previas y riesgos.

De alguna forma Arturo Landeros, coordinador del programa de acogida temporal a periodistas de la Taula, coincide con Javier Valdez cuando se le pregunta, ¿cómo terminar con la violencia a periodistas en México?

La Taula es una red que busca proteger los derechos de periodistas mexicanos e incidir para que se reconozca y se atienda la crisis humanitaria.

Desde 2017 tiene un programa de acogida temporal a periodistas amenazados y esta semana presentó el libro El Silencio no es opción, que habla de la experiencia de seis periodistas que estuvieron en el programa. Y que puede leerse en línea.

Para Arturo, la protección a periodistas es un trabajo en equipo:

Pasa que el periodista pone la firma por delante. El periodista es una persona que va muy sola por la vida. No existe un gremio por la defensa de sus derechos o contra la violencia, es complicado que trabajen unidos, y eso debilita mucho al sector. Y evidentemente los medios de comunicación, las grandes empresas, que están en competencia, tampoco se hacen cargo. Y si bien a los periodistas les falta exigir derechos también a la sociedad le falta tener más consciencia de la importancia de una prensa libre”.

— ¿Qué le toca al Estado y qué a las organizaciones que acompañan a periodistas amenazados?

— Evidentemente la responsabilidad principal de protección a periodistas es del Estado, es el que ha firmado todos los tratados, pero vemos que por acción o omisión no cumplen con este mandato entonces son las organizaciones las que están saliendo a dar la cara pero se ven sobrepasadas.

— A esto además le acompaña la falta de confianza en las medidas de seguridad y en el protocolo de protección a periodistas…

— En la experiencia que tenemos o en lo que nos informan los periodistas que acogimos es, que gran parte de las agresiones vienen de diferentes niveles del Estado. Los periodistas desconfían del mecanismo de protección a periodistas por diferentes razones.

— ¿Cómo explicar las violencias a las que se enfrentan los periodistas en México?

— En los desplazamientos internos aparece también la falta de oportunidades para seguir ejerciendo su profesión, la precariedad laboral y la falta de apoyo de los medios donde trabajan. Otro aspecto es que si quisiera tener un seguro de vida para proteger a sus familias, les dicen que no porque su profesión de alto riesgo y no son candidatos a ser asegurados. El periodismo es una profesión que sobrevive de milagro.

El programa de acogida temporal de la Taula existe desde la primavera del 2017 y cubre tres frentes: la atención psicosocial, la capacitación y la incidencia. Se diseñó a partir del ejemplo de otros programas españoles y del acercamiento con periodistas mexicanos. Su programa resalta porque a diferencia de la mayoría, incluye la atención psicosocial:

“Es lo que vimos o que nos comentaron. En algunos lugares era ver a los periodistas llegando de situaciones de conflicto, de guerra, y no tenías que preguntar mucho, se notaba. Una vez en una reunión con gente de Proceso nos comentaron de un estudio que dice que el nivel de estrés de los periodistas ya no era la de un corresponsal de guerra sino de soldado, de alguien que estaba al frente de la batalla”.

Para la Taula es una cuestión muy significativa que cualquier programa impulsado por ellos tenga énfasis en el autocuidado y en los espacios psicoterapéuticos y desde ahí valorar cómo se está haciendo el oficio del periodista. El programa está enfocado a atender las necesidades de las zonas periféricas, en los estados, en la sierra, en la costa.

— ¿Qué pasa cuando regresan después de los seis meses del programa?

— El objetivo de la Taula es coadyuvar con las organizaciones en México que ya están buscando proteger a periodistas como Periodistas de a Pie, Artículo 19 y CIMAC. La idea es que el programa logre ser más integral es decir, ayudar a estas organizaciones que ya están. Cuando los periodistas retornan vuelven a la órbita de estas mismas organizaciones y antes de que se vayan  estamos en comunicación con las organizaciones. mexicanas para que sigan protegiendo y cuidando a los periodistas, esa es la idea.

— ¿Por qué hacer un programa así para México?

— Porque la lectura que se hace de México desde el extranjero es la misma que da el Gobierno mexicano: la guerra contra el narco como una situación de buenos contra malos, pero cuando aumentamos la mirada, cuando vemos con lupa la realidad es otra y por eso nos referimos como la mal llamada guerra contra el narco, porque más bien es una guerra de unos sectores contra el pueblo. Eso nos ha costado explicarlo porque desde afuera ven a México como un país democrático y no se entiende que está en guerra. La idea es hacer que se empiece a ver y poner un granito de arena desde donde estamos. No son periodistas que mueren por bala perdida, van por ellos porque están tratando de narrar estas situaciones y los quieren callar. Entonces eso es parte de lo que hemos ido trabajando. Y por otro lado está la solidaridad internacional. Este año se cumplen 80 del exilio español. México fue un lugar de refugio para mucha gente que huía del fascismo español y esto es una forma de correspondencia.

Además del programa de acogida temporal la Taula tiene un programa de protección a defensores del territorio, actividades culturales, un área de investigación sobre los efectos de las transnacionales españolas en México y están por realizar un Foro Internacional por la Construcción de Paz en México en Barcelona.

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