Río Florido y la ausencia del Estado, el caso de los 5 policías que estuvieron retenidos

Policías retenidos son llevados por autoridades comunitarias para su presentación, y liberación.
Foto: Isaac Guzmán

Pobladores de Río Florido llevan tres décadas exigiendo se reconozca su legal posesión de la tierra que habitan, han sobrevivido a dos operativos policiaco-militares, la detención de 23 de sus integrantes y el asesinato de dos más


Por Ángeles Mariscal

Foto: Isaac Guzmán e Isaín Mandujano

El Frente Nacional de Lucha por el Socialista (FNLS) mantuvo retenidos a 5 policías de Chiapas, durante 20 días, como protesta por la detención de uno de sus militantes, y el asesinato de otro, ocurridos en julio pasado. El gobierno del estado acusó a la organización de ser beligerante y acumular entre sus integrantes investigaciones por más de una centena de delitos. Sin embargo, la familia de los policías tuvo que intervenir de manera directa con los indígenas y campesinos de la organización, hasta lograr que fueran liberados en la comunidad Río Florido, del municipio de Ocosingo.

Habitantes de Río Florido. Foto: Isaín Mandujano

El evento de liberación de los policías tuvo como testigos a integrantes de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, y a cientos de indígenas tzeltales habitantes de Río Florido, que hasta hace 30 años era una finca donde trabajaban como peones acasillados. Ahí el FNLS reiteró el origen de sus demandas, como la extrema pobreza, la falta de acceso a la tierra, la violencia y el despojo de sus territorios.

El pasado 18 de junio fue asesinado en el municipio de Venustiano Carranza, Mario Moreno López, integrante del FNLS. Un mes después, Javier González Díaz, también integrante de esa organización, fue detenido, acusado de haber robado una motocicleta.

De acuerdo a su hija, Magali González, su padre era constantemente hostigado por participar activamente en las actividades del FNLS, y su detención fue por motivos políticos, ya que él es un campesino que no sabe conducir vehículos y por tanto no es factible la acusación de que al momento de la detención estaba conduciendo una motocicleta robada.

En protesta por estas dos acciones, habitantes de Río Florido bloquearon la carretera que comunica a la comunidad, y retienen a 5 policías en los alrededores del poblado. Tres de los policías presuntamente iban a realizar acciones contra los manifestantes, y los otros dos iban de paso por el lugar. Se trata de Carlos Enrique Gordillo Aguilar, Fredy Sánchez García, Bernal Hernández Altunar, y José Luis y Fernando Tondopó Medina.

Durante 20 días los integrantes del FNLS exigieron la excarcelación de Javier González Díaz a cambio de la liberación de los 5 policías. El gobierno de Chiapas no aceptó este acuerdo, y por ello los integrantes del FNLS, decidieron contactar a las familias de los uniformados, y entregárselos a ellos, sin intermediación de las autoridades.

La liberación de los policías se dio la mañana del martes 6 de agosto, en el centro del poblado Río Florido. “Ustedes se van a su casa no por los oficios de ninguna institución oficial, sino por la buena voluntad de los pueblos que están organizados en el FNLS. Su patrón el gobierno, los dejó morir solos, esperando que sucediera una desgracia para justificar su proceder criminal (…) Ustedes de van a su casa y nuestro compañero Javier sigue preso injustamente”.

Poco antes de ser liberado, uno de los policías,  José Luis Tondopó, aseguró que ellos no iban a realizar ninguna acción contra la comunidad. “No tenemos culpa de nada. Nosotros siempre transitamos por esta carretera, no hemos ofendido a las comunidades, no cometimos error alguno”.  También reconoció que es legítima la demanda del FNLS de ser escuchados en sus demandas.

Por su parte, Gonzalo Ituarte, Vicario de Justicia y Paz de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, quien asistió como testigo de honor durante la liberación de los policías, dijo que la realidad en la región y con las comunidades militantes del FNLS es compleja porque es una historia de muchos años de vivir en medio de la desigualdad social.

Habitantes de Río Florido fueron peones acasillados. Foto: Isaín Mandujano

Por ejemplo, el poblado Río Florido se fundó en 1982, luego que los indígenas tzeltales se negaron a seguir siendo peones acasillados del lugar que en esa época era una finca propiedad de un terrateniente de San Cristóbal de las Casas. Decidieron tomar la tierra y desde entonces han pedido se reconozca su propiedad. En este periodo han sobrevivido a dos grandes operativos policiacos y militares que han tenido la intención de desalojarlos. En estos hechos han muerto dos de sus compañeros, y 23 más fueron detenidos y posteriormente librados luego de acciones de protesta.

Fundadores de este poblado y sus hijos estuvieron presentes en la liberación de los policías. Ahí reiteraron sus demandas, el reconocimiento legal de las tierras que poseen, la liberación de Javier González, y la detención de los actos de represión en su contra.

Por su parte el gobierno de Chiapas a través de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, dio a conocer que «la retención ilícita de los oficiales fue un secuestro que debe ser atendido conforme a derecho».

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