Emociones ocultas de un médico que enfrenta el Covid-19

Personal médico de San Felipe Ecatepe IMSS, San Cristóbal de las Casas

*El esfuerzo del personal médico durante esta epidemia ha sido grande; por un la gravedad de la pandemia junto con la falta de insumos y los brotes dentros de los hospitales, hecho que ha llevado a diversas reflexiones sobre el momento que se vive. 


A más de 90 días de registrarse el primer caso en la entidad y ahora en el pico de la pandemia, el personal médico en Chiapas enfrenta una situación tan compleja que lleva a diferentes reflexiones y que derivan entre salvar la vida de los demás o la suya.

Desde el Hospital San Felipe Ecatepec del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Cristóbal de las Casas, la sensación de preocupación también se percibe dentro de los doctores, enfermeras y personal de limpieza.

En el pico de contagios, Chiapas se ubica en el cuarto puesto a nivel nacional con más contagios de Covid-19.

José Manuel Cruz Castellanos, Secretario de Salud Estatal, informó en la última conferencia de actualización de casos que existen 218 casos de contagios en personal médico; entre ellos, la mayoría pertenece a los Hospitales Regionales y al IMSS. El mayor número de contagios es en enfermeras y enfermeros con 42 por ciento; le siguen los médicos y médicas con 32 por ciento; otros profesionales de la salud con 23 por ciento, laboratoristas con 2 por ciento y dentistas con 1 por ciento.

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Ante ello, un doctor del Hospital de San Felipe Ecatepec contó que la primera vez que supo de la situación e iba a entrar al nosocomio “se moría de miedo”.

“Estaba nervioso, agitado, no quería que nada me faltara, quería tener todas las precauciones antes de entrar al área, cuidar el mínimo detalle” dijo.

El doctor comentó que al entrar y ver los pacientes solos, en una cama con apoyo de oxígeno no quería acercarse pero tenía que hacerlo.

“Lo salude como a cualquier otro paciente, me presente, los revise y pues les di ánimos, les dije que su familia los esperaba afuera. La familia les hace cartas, les llevan comida, los que pueden les leen y los que no pueden por problemas visuales, el personal de enfermería les lee las cartas” explicó.

Desde el Hospital, hay personas contagiadas de COVID-19 quienes duermen mucho, otros platican entre ellos, saben que tienen que pasar las 24 horas en una cama.

“Con el paso de los días te acostumbras y los saludas, se te va quitando el miedo de acercarte, les sonríes (aunque no te vean) y en mi caso siempre trato de darles ánimos y platicar con ellos” añadió el doctor.

En su mayoría, los pacientes llegan con una falta de respiración anormal, por lo que antes de ingresar, son valorados en una unidad médica móvil, donde revisan la saturación de oxígeno y de acuerdo a los síntomas los catalogan como un caso sospechoso, posteriormente es valorado por el servicio de urgencias quienes toman una gasometria (gases arteriales) y de acuerdo al resultado deciden su ingreso al área o egreso a su domicilio donde deben permanecer en aislamiento.

Personal médico acompañado de una persona que superó el Covid-19.

En caso del ingreso, la mayoría se les conecta a oxigeno ya sea con puntas nasales, mascarilla facial o mascarilla facial con reservorio y colocarlos acostados boca abajo o de lado sienten un gran alivio.

“Se inicia manejo con antibióticos, medicamentos para que la sangre no este tan viscosa y tratamiento para la fiebre, se les toma radiografía de tórax (pulmones) para ver el daño que ha causado la enfermedad y ver si puede ser compatible con las infección por el virus SARS COV-2. Ahí se mantienen hasta por 2 semanas, en caso de mejorar la saturación de oxigeno se va disminuyendo el aporte de este, si es posible se les quita y si no se egresan a su domicilio con oxígeno” detalló.

Sin embargo, en caso de que no mejoren, se intenta colocar un tipo de ventilación no invasiva con dispositivos especiales conectados a un ventilador, si esto fracasa hay necesidad de dormir al pacientes e intubarlo.

“El hecho de llegar a esto indica que sus posibilidades de sobrevivir son muy pocas, dado que ya existe una falla respiratoria” manifestó con un nudo en la garganta.

El doctor comentó que cuando el paciente esta muy grave o fallece, se le da la oportunidad de ver un solo familiar, previa colocación de equipo de protección personal, de pasar a despedirse y darles el ultimo adiós, ya que al llegar el servicio funerario preparan el cuerpo para ser cremado o enterrado a la brevedad.

“Me tocó una señora a quien íbamos a intubar, que su familiar me dijo que le dijera que la amaba mucho y que le echara ganas. También pacientes que desde adentro mandan a decir que están bien, que no se preocupen por ellos” añadió.

Inclusive, el doctor detalló que en una ocasión se iba a intubar a un paciente grave, por lo que se le prestó un teléfono para comunicarse con la familia

“Me van a intubar pero seguiré mi lucha por seguir adelante” recordó el doctor.

Un suceso extraordinario es la labor de enfermeras, quienes al ver la tristeza de las personas hospitalizadas al no ver a sus familiares, intentan introducir o bien prestarles sus celulares para al menos escuchar una palabra de su familiar.

Inclusive, en un malentendido en el Hospital, tuvieron que acercar a un paciente para que lo vieran sus familiares, por un rumor de que estaba intubado.

Para el doctor ver que los pacientes evolucionan de una pandemia que ya ha consumido la vida de 11 mil 633 personas en México; entre ellos en Chiapas son 152, es gratificante.

“La sensación de ver como personas disminuyen poco a poco el uso del oxígeno es grandioso, pero ha sido terrible tener a pacientes que han sido entubados y no la han librado” comunicó.

Por último, el doctor analizó la situación del COVID-19 quien mencionó que ha sido de mucha enseñanza para quienes trabajan en el personal de salud, ya que ha hecho entender la fragilidad del ser humano.

“Uno no se imagina ver tantas personas muriendo por un virus que no es visible a nuestros ojos, pero que es tan real y tan dañino que en cuestión de días puede acabar con la vida de muchos, lo único que nos queda es continuar realizando las medidas de preventivas como son el lavado de manos, estornudo de etiqueta, el aislamiento social, la sana distancia. Es una enfermedad que llegó para quedarse y aun se sabe poco sobre ella, todos los manejos están en protocolo y no existe una vacuna para su cura” finalizó.

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