Bichito y Blanquita; historia de perros rescatados por Miriam González, quien lleva con esta labor desde hace 7 años

Miriam González, rescatista junto a Blanquita. Cortesía: Miriam González.

*“Yo creo que deberían hacer brigadas en las colonias, en especial las de bajos recursos, donde hay poco conocimiento de la tenencia responsable de mascotas, sería un buen tema de platica, cómo cuidar a los animales, que no deben maltratarlos, que hay un reglamento municipal en el que deben acatarse y a donde pueden recurrir en caso de no saber qué hacer con algún perrito, y no tirarlo en la calle o maltratarlo”, mencionó González.


Miriam González, licenciada en Derecho, originaria de la Ciudad de México quien radica en Tuxtla Gutiérrez, lleva 7 años rescatando a perros en situación de calle, cuenta que la idea de ayudar surgió durante el lapso que ella finalizó sus estudios universitarios, dedicaba el mayor tiempo ha estar en su hogar y se percató que, en la Colonia CCI ubicada al sur poniente de esta ciudad, había demasiados perros en esta situación.

Aunque no podía sacar a todos de las calles, atendió a los casos que necesitan mayor atención, un día encontró un perro ciego, tuvo sentimientos de tristeza y ternura porque se parecía a uno de sus perros, así que decidió publicar por Facebook, para que le aconsejaran que podía hacer en esa situación, una chica de un grupo de ayuda le recomendó una veterinaria, ahí le aconsejaron que realizará rifas y ventas para costear los pagos.

“En sí, la idea fue por ver muchos perritos, más en la colonia donde yo vivo, hay demasiados perritos”, expuso.

Asimismo, añadió que los perros que no puede rescatar, les proporciona alimento y los esteriliza, posterior a ello los libera, porque sino puede encontrarles familia, mínimo espera que estos ya no sigan reproduciéndose más.

González dijo que, la satisfacción que obtiene es poder ver recuperados a los perros que ayuda, además de que estos buscan la forma de agradecerle la ayuda que les proporciona, ya que, al pasar mucho tiempo con ellos, puede comprender cómo se comunican.

“Te involucras tanto en verlos enfermos o sufriendo, ya cuando los recuperas es un alivio para ti, como para ellos, sobre todo cuando yo los ves con su familia, ya hemos dado bastantes perritos en adopción y me mandan fotos cada mes, yo veo que ya prácticamente les cambio la vida”, compartió.

El objetivo principal para ella es reubicar a los perros, en lugares donde tengan una familia, puedan ser alimentados, tengan atención médica y sean felices.

La rescatista compartió que, el principal problema de que existan muchos casos de perros en situación de calle es que, el Gobierno no toma enserio el tema de la protección de la fauna doméstica, en especial de perros y gatos, porque de Protección contra Riesgos Sanitarios no reciben mucho apoyo, un ejemplo de esto es cuando necesitan sacar a un perro de una casa, porque son golpeados o mutilados.

“No llegan y cuando llegan, resulta que la persona inventa equis cosa, no los multan o los citan. Yo creo que necesitamos que realmente el maltrato animal este tipificado como delito, para que pueda existir una sanción fuerte y no haya abandonos, no haya maltrato, como no lo tenemos yo creo que ese es el principal obstáculo que tenemos”, comentó.

Por lo antes expuesto, dijo que en los casos de perros que están en hogares, el principal problema que presenta es que estos no le sean entregados, y que la familia no vuelva a tener alguna otra mascota. Cuando no le entregan al perro, hablan con la familia, les hacen saber que hay un reglamento municipal donde los pueden multar.

En algunas situaciones va ella sola o acompaña de amigos, para platicar con las personas, muchas veces este método le ha funcionado, porque terminan entregándole el perro, pero en las que no, recurren a la autoridad para que rescaten a la mascota y se la entreguen.

Sin embargo, no tienen buena respuesta de las autoridades, sólo cuando hacen presión publicando los casos por redes sociales, que ya denunciaron, tienen un número de folio y ellos no se han presentado.

Por otro lado, entre los casos más difíciles que ha atendido durante los 7 años que lleva en esta labor es la de una perrita llamada Blanquita, un caso difícil, con un proceso muy largo y además costoso.

Con base a lo anterior, para solventar los gastos, recibe ayuda de personas, conocidos quienes le ofrecen un producto o servicio para que pueda hacer rifas y subastas, las manualidades que ella realiza las vende en los tianguis, estos son los principales apoyos de donde obtiene para cubrir los pagos en la veterinaria.

La rescatista espera que las autoridades tomen importancia en el tema de la fauna doméstica y en general, así como darle la seriedad, los perros en situación de calle dan paso a un problema de salud.

“Hubo un tiempo que los levantaban y los llevaban a quién sabe dónde, desaparecían”, expuso.

A su vez, añadió que deben realizar más campañas de esterilización y sanciones creíbles, porque hay reincidencia, en personas que sólo las llaman y les hacen firmar un documento, al rato ya vuelven a tener otro perro, así como tiempo y recursos.

“Ellos nos dicen a veces que no tienen el recurso, es que no tenemos gasolina, es que no tenemos carro, así nos han dicho riesgo sanitario, realmente no sé, si el gobierno les esté dando el recurso para atender esa área, pero estaría muy bien que sí. Que hubiera un espacio, para donde llevar a los perritos que se retiran”, compartió.

Por último, le recomienda aquellas personas que quieren adoptar a un perro que tomen en cuenta la responsabilidad, si es un canino joven es un compromiso de 10 a 15 años, donde necesitará atención médica, educación y alimento.

La rescatista compartió dos casos de perros que ha rescatado, estas son las historias:

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Bichito es un perro que le fue reportado el pasado 5 de julio, en la colonia Montecristo de la capital chiapaneca, aunque este no era el único pues se encontraban cuatro más, al no ser posible que una persona se quedará con todos, tuvieron que ser repartidos entre varias personas, pero ella se quedó con este caso.

El perro presentaba dificultad al caminar y con desnutrición, por lo que decidió ingresarlo a una clínica veterinaria, juntó el dinero para realizarse los análisis correspondientes, dando como resultado una enfermedad conocida como Anaplasma, las garrapatas son las encargadas de transmitir estos agentes a los animales domésticos, junto al problema de sarna y anemia.

El proceso de recuperación de Bichito ha consistido en baños semanales, con un jabón especial para tratar el problema de sarna, se le dan vitaminas, medicamentos para tratar el anaplasma y alimento alto en proteínas.

González añadió que, cuando el perro se encuentre recuperado y establece, le buscaran un hogar definitivo o temporal, por lo que se iniciaría un proceso de adopción, donde se realizan filtros, cuestionarios, documentación y visita del hogar donde estará, para evitar cualquier riesgo, incluso el de escape.

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Además, está el caso de Blanquita, una perra rescatada el 9 de octubre del año pasado, en la Colonia Albania Alta, presento problemas de tumor venéreo transmisible, conocido también como sarcoma de Sticker, es un tipo de cáncer que, se desarrolla en los perros. Por lo que, su cuerpo se vio invadido de este, desde los ojos hasta las patas.

Por ello, fue llevada a la veterinaria, le sacaron placas para saber si este había llegado a los órganos, aunque le advirtieron que era probable que no pasará la noche. Pero el pasado mes de marzo fue dada de alta, después de llevar una quimioterapia cada semana, ahora se encuentra estable y libre de tumores.

Sin embargo, aún están valorando si la dan en adopción o si se queda con ella, porque fue un caso difícil, y le preocupa que más adelante le pueda pasar algo.

Por otro lado, para quienes quieran apoyar a la rescatista en esta labor, la pueden contactar a través de Facebook, se encuentra en la plataforma como Miiri González, por teléfono al número 961 355 8040 y en la clínica veterinaria Pek-Mitsu se ubica cerca del teatro de la ciudad, donde tiene casos abiertos y además pueden verificar estos.

Cabe mencionar que, en Chiapas, existe una Ley de Protección para la Fauna en el Estado, la cual fue publicada en 5 de julio del año 1995, cuya última reforma se realizó en 15 de mayo de 2014. Dicha ley cuenta con 95 artículos en los que se detallan las medidas y sanciones para evitar cualquier tipo de maltrato hacía la fauna endémica del estado, así como la doméstica.

“Son objeto de tutela y protección de esta ley, los animales domésticos que posea cualquier persona, así como las especies silvestres mantenidas en cautiverios públicos o privados y aquellos animales domésticos que deambulan sin dueño aparente dentro de los municipios y poblaciones del estado”, señala el artículo 6 del documento.

Mediante este reglamento, el Estado y las instancias necesarias en cuanto al tema, se comprometen a velar con la integridad de la fauna, tanto silvestre como doméstica. En términos generales, prohíbe toda aquella práctica con animales que no estén reguladas e impacten de manera negativa, así como todos aquellos experimentos que no se apeguen a las regulaciones de la ley.

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