Desde Chiapas a CDMX; marcha personal médico y ciudadanía por Grajales Yuca
Médicos, enfermeras, estudiantes, maestros, campesinos de diversas organizaciones sociales y sindicales, marcharon este domingo en Tuxtla, Tapachula, Comitán y San Cristóbal de Las Casas, para exigir la libertad del médico Gerardo Vicente Grajales Yuca y pidieron una audiencia con el gobernador Rutilio Escandón para dialogar sobre las carencias en los nosocomios de Chiapas.
Unos 3 mil 500 personas, vestidas de blanco, con pancartas y consignas, marcharon desde la entrada oriente hasta la plaza central de la capital del estado, donde se manifestaron para rechazar los ataques en contra de este gremio en este contexto de la pandemia.
Con cubrebocas y caretas, médicos de diferentes colegios, asociaciones y sindicatos se movilizaron para exigir la libertad absoluta del médico Grajales Yuca, quien fue detenido el pasado 25 de julio y llevado al penal de El Canelo, acusado del delito de abuso de autoridad.
José Ricardo Tovilla, de la Federación de Colegios Médicos de Chiapas, demandó la inmediata libertad del médico Grajales Yuca, porque aún estando en su domicilio sigue enfrentando un proceso penal injusto, que desnudó los privilegios para una clases política que se suponía ya no existía en Chiapas.
El médico Tovilla, pidió al gobernador Rutilio Escandón Cadenas, un diálogo con todas los colegios de médicos, con los sindicatos de trabajadores de la salud y con los diversos gremios de la medicina, para que analicen el estado que guara Chiapas en este sector.
Dijo que es urgente esta audiencia para que no se deje engañar por su Secretario de Salud, José Manuel Cruz Castellanos y otros de sus colaboradores que le plasman una realidad que no es y que no existe en las clínicas y hospitales de Chiapas.
María de Jesús Espinosa de los Santos, líder de la Sección 50 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, de igual forma tomo la palabra para pedir que el médico Grajales Yuca sea liberado de este proceso penal injusto y que se además se le reinstale en sus funciones, de donde fue despedido días antes de su captura bajo engaños.
Días antes de ser detenido ese sábado 25 de julio, al médico Grajales Yuca, le pidieron su renuncia como trabajador de confianza, con el argumento de que tendría dos meses de interinato, y que al cumplir esos dos meses le darían su plaza como trabajador de base.
Grajales Yuca encabezó el equipo de médicos, especialistas y enfermeras, que atendieron a pacientes no derechohabientes del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas (ISSTECH), en un área llamada “Bunker Co-VIP”.
Ahí pasaron pacientes contagiados de Covid-19, entre funcionarios, políticos, sus padres, madres, hermanos, empresarios y otros “recomendados” por los directivos del ISSTECH.
Al menos dos de ellos fallecieron, una exdiputada federal del PRI, Marlene Herrera, y el dos veces diputado local, Miguel Arturo Ramírez López, quien militó en el PRI, PAM y PVEM y fue líder de un partido político local.
Fue la hija de este último político fallecido, la que demandó penalmente al médico por el delito de “abuso de autoridad” como lo tipificó la Fiscalía General del Estado (FGE). Suc captura el 25 de julio desató una serie de protestas no sólo en Chiapas sino en diversas ciudades del país.
Además de Tuxtla, Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, Comitán y Acala, de donde es originario el médico preso, se reportaron protestas en unas 50 ciudades del país.
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