Preocupa avistamiento de segundo elefante marino en Chiapas

El elefante marino (Mirounga leonina) encontrado en las playas chiapanecas. Cortesía: CONANP

*El elefante marino (Mirounga leonina) encontrado en las playas chiapanecas podría seguirse moviendo por las playas de la Costa de Pijijiapan, Mapastepec, Acapetahua y Tonalá.


Juan Carlos Castro Hernández, Director de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada y el Santuario Playa de Puerto Arista, dio a conocer que, el día de ayer 26 de enero de 2021, le reportaron el avistamiento de un elefante marino del sur en el municipio de Pijijiapan.

Como antecedente añadió que, el pasado 15 de diciembre, se registró un elefante marino de la misma especie en Puerto Arista en el municipio de Tonalá.

Son registros poco comunes en nuestras latitudes, ya que, la distribución natural de esta especie es hacia el sur del continente, previamente en 2019 hubo un registro en Baja California, en 2020 hubo otro en Sinaloa, el caso que nos ocupa enero 2021 sería el 4º registrado en nuestro país y el segundo en Chiapas, es importante destacar que son ejemplares diferentes al que tuvimos en Tonalá y al que ahora se presenta en Pijijiapan, mencionó el director de la Reserva.

Castro Hernández explicó que este, es un fenómeno poco común, por lo que necesitan proteger a estos organismos, así como observarlos para aprender e interpretar lo que esta ocurriendo, no solo con la especie, sino con los ecosistemas, y los mares de nuestro continente.

Por ello, señaló que hay una cantidad de instituciones, quienes se han sumado en actividades operativas para proteger a los ejemplares, asimismo, en colaboración para la conservación se ha sumado la sociedad y las unidades que se dedican a la pesca y turismo en las costas de Chiapas.

Acentuó que, estos animales necesitan mucho descanso, pues están en un proceso natural de muda de su pelaje y viajaron mas de 7 mil kilómetros, por lo que hay que darles distancia, de unos 15 metros.

Tiene coloraciones distintas en la piel, se debe a la muda del pelaje, no es que estén dañados, si necesitan refrescarse lo van a hacer cubriéndose con arena, no es necesario acercarse a ponerles sombra o arrojarles agua. Pero si, estar alejados y sobre todo evitar que las mascotas se acerquen a ellos, eventualmente salen al mar, después de unas horas pueden regresar al mismo sitio o, uno o dos kilómetros hacia el norte o sur, que es el comportamiento que se ha estado observando en estos ejemplares, finalizó Castro Hernández.

Por su parte, Cristina Contreras Meda, equipo técnico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) expuso que el ejemplar tiene un proceso de muda de pelaje avanzado, pero no completado, aunque con mejor condición corporal del que se presentó en Tonalá.

Contreras Meda comentó que el registro se dio al medio día del 26 de enero, y dieron un nuevo reporte en la tarde, con la marea baja, al lugar llegaron las brigadas comunitarias que trabajan con la Reserva, donde dieron indicaciones a las personas para la reserva del ejemplar.

El ejemplar estuvo alrededor de 2 horas en la costa, para después regresar al mar, el día de hoy 27 de enero, reportaron que se movió un poco al norte y hasta el momento no han tenido de nuevo un registro.

Luis Arturo Álvarez Márquez, biólogo y coordinador del campamento técnico del Santuario Playa Puerto Arista explico sobre el varamiento, el cual se refiere a la línea de costa o a aguas interiores, tal es el caso de las Playas de Catazajá, donde existe la presencia de mamíferos acuáticos.

Añadió que, en el caso de los elefantes marinos vistos en las costas de Chiapas, no ha sido considerado un varamiento técnico, pues estos animales tienen la capacidad de moverse a voluntad y no existe heridas que comprometan su integridad o regreso al agua.

En ese sentido, las instancias de medio ambiente y como sociedad deben salvaguardar la integridad de los visitantes, como de las personas al no acercarse a ellos, a menos que sea necesario y se justifique.

Respecto al ejemplar en Puerto Arista, mencionó que hubo un momento en el que paso de ser un avistamiento a un varamiento, se dio en el momento en el que el animal presento una lesión con una espina de bagre de alrededor de 8 centímetros, este se incrusto en la encía de la mandíbula inferior del elefante.

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