La Trinitaria recupera uso de plantas medicinales y saberes ancestrales para enfrentar al Covid-19

Vacunación a personas mayores de las diferentes comunidades de La Trinitaria. Cortesía: H. Ayuntamiento La Trinitaria 2018-2021.

*“Añoramos la vida que ya no está y que no sabemos si volverá, ya no tenemos esa convivencia como familia y comunidad, el desafío es aprender a vivir con esta situación, tenemos que trabajar y llevar el sustento de la familia con los cuidados necesarios, para no dañar a aquellos que queremos”, dijo Natividad de Jesús Aguilar, promotora de salud. 


José de Jesús Gordillo, promotor de Salud Alternativa de la Parroquia Santa Margarita de Antioquia, a través del conversatorio “Resistencia desde los Pueblos Indígenas frente a la Covid-19”, dio a conocer que la economía de las familias de La Trinitaria se ha visto afectada ante la llegada de la pandemia.

Gordillo mencionó que hubo un alza en el precio de la canasta básica, pero el sueldo de los trabajadores se mantuvo y provoco más pobreza, esto dio pie a la delincuencia y que los jóvenes empezaran a migrar a otros lugares para mejorar su situación.

Añadió que algunas comunidades restringieron las salidas y las personas que venden productos como el maíz, frijol y verduras, no podían llevar el sustento a sus hogares.

El promotor compartió que, con el cierre de las escuelas y las clases en línea, muchos niños y niñas no tuvieron acceso a la educación al no contar con teléfonos o computadoras, y no poder cubrir el gasto del internet o saldo.

Algunas madres y padres aparte de realizar los quehaceres diarios y enfrentar el aislamiento, se convirtieron en maestros, lo que aumento su estrés, ahora hay parejas que han decidido divorciarse.

Por otro lado, las personas que venían de fuera e ingresaban a las comunidades eran discriminadas por miedo a que llevaran la enfermedad, en algunos casos los aislaban en un cuarto hasta asegurarse de que no tenían el virus.

Gordillo dijo que, ante este contexto y con ayuda de las y los promotores, los habitantes recuperaron el uso de las plantas medicinales y los saberes ancestrales, a realizar un macerado para proteger su sistema inmunológico, y ser consientes en no maltratar a la madre tierra.

Cambiaron sus hábitos alimenticios, porque es una manera de tener activo el cuerpo y ser menos propensos a la enfermedad, incluso algunas comunidades acordaron no dejar entrar a distribuidores de comida chatarra.

El promotor dijo que, los aprendizajes que trajo la pandemia fue valorar la vida y familia, que se puede construir ante la situación, “porque la enfermedad vino para quedarse y hay que verse desde esa perspectiva”, pero que pueden enfrentarla.

Como parroquia buscan la unión del pueblo, la solidaridad, y generar mecanismos o alternativas de vida, promoviendo huertos familiares, jardines botánicos, y recuperar la cultura de las plantas.

Acentuó que, la esperanza se mantiene en que todos y todas a través de la experiencia pueden reforzar conocimientos y superar sus dudas.

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