¿Cuánto es lo menos? minimización del esfuerzo de artesanas y artesanos en pandemia

Las tejedoras no organizadas son sujetas al regateo y, a menudo, no pueden rechazar una venta debido a necesidades financieras. Cortesía: Rio Castañeda

*La herencia es evidente en el arte textil de las diferentes etnias tsotsiles, tseltales y tojolabales a través de los colores, diseños y técnicas de elaboración.

*Los textiles se realizan en telares de cintura con motivos y colores que muestran un gusto por la vida y la naturaleza, que son plasmados en huipiles, faldas, rebozos, blusas, pantalones, chales y mantelería fina.


Marcela Hernández Ruiz, artesana y promotora de generación de ingresos de la Asociación Mexicana de Transformación Rural y Urbana A.C. (Amextra) dio a conocer que, la producción de telares de cintura frente al sector artesanal tiene mucha competencia comercial. Aunado a ello, está la problemática donde recompradores como compradores minorizan el esfuerzo de las artesanas y artesanos, quitándole valor a su producto.

Hernández Ruiz agregó que, al no valorar el tiempo y esfuerzo que lleva realizar los productos a través del telar de cintura, las artesanas y artesanos sienten coraje e incertidumbre, pues si deciden dejar de producir no sabrán que hacer, al ser este su punto de ingreso fuerte.

Indicó que, en muchas ocasiones han tenido que bajar el precio del producto al que sugiere la compradora o comprado, con el fin de llevar algo de dinero a la casa, pero la realidad es que ese no es el costo del producto.

Estos son los retos que como artesana he visto y que hemos tenido que enfrentar. Por la falta de conocimientos no sabemos cómo enfrentar esta problemática, más cuando el artesano o artesana viene de comunidades indígenas y no hablan el español de manera correcta, ha sido discriminatorio, expuso la artesana.

La promotora comentó que, en Santo Domingo ubicado en San Cristóbal de Las Casas, es un lugar donde se venden productos artesanales provenientes de los pueblos originarios. Sin embargo, han introducido una mezcla de productos de la India, China y Guatemala.

Respecto a la pandemia por Covid-19, dijo que fue un año difícil, como artesanas y artesanos están ligados al turismo, han optado en que si un intermediario les ofrece un precio que cubra un plato de comida, para ellas y ellos es suficiente.

Hubo un tiempo en las comunidades que se hizo la compra masiva de alimentos, las comunidades entraron en pánico compraron alimentos en grandes cantidades porque dijeron que se cerrarían muchas tiendas y puntos donde se adquieren medicamentos y comida. Por eso vendimos al precio que decían los compradores o intermediarios, mencionó la artesana.

Por ello, decidieron producir su propio alimento, es decir, buscar o comprar semillas para cosechas y comer lo básico:  verduras y frijol, lo básico. Afirmó que ha sido uno de los años más difíciles en la producción textil.

Cortesía: Jvaychil y Pjelt Mut.

En su participación, Andrea Bonifaz, coordinadora de proyectos de Impacto, una Organización Civil comprometida con el desarrollo sustentable de los pueblos originarios, señaló que la estructura del estado no prevé, ni tiene estímulos para que un sector como el artesanal se vea fortalecido y crezca.

Acentuó que, las artesanas y artesanos que están en Chiapas son grupos informales, por lo que deberían transitar hacia la formalidad a través de una cooperativa o emprendimiento social, pero que se complejiza hasta el punto de no saber cuál es la política fiscal o las responsabilidades que se adquieren al insertarse en este tipo de mercados.

La otra, es la parte de la protección patrimonial, tampoco hay una claridad por parte del estado, tampoco hay una política pública bien definida. Ya hemos visto varios casos de apropiación cultural que, de unos años a la fecha han estado constante, y posteriormente como han ido escalando a lugares como San Juan Cancuc que, ha sido víctima de estos casos que poco o nada han sido visibilizados, indico la coordinadora.

Acerca del contexto de la pandemia, dijo que esta provocó que la mayoría de las personas entraran en psicosis, dentro de las ciudades se acababa por ejemplo el consumo de papel higiénico y lo veían muy lejano a un contexto comunitario, pero en realidad sus compañeras se acercaban y les decían que está subiendo el precio del maíz, azúcar y frijol.

Bonifaz comentó que, ante la falta de información una de las acciones emergentes que tuvieron dentro de la organización fue un reagrupamiento para seguir en colaboración con las artesanas.m Al mismo tiempo, toda la información que brindaba la Secretaría de Salud, en conjunto con sus compañeras que son pertenecientes a comunidades hablantes del tsotsil y tzeltal, buscaron una manera de aterrizar de manera efectiva este conjunto de datos a los grupos artesanales.

Enfrentarnos a que en muchas comunidades el covid estaba muy satanizado, eran muchas perspectivas que hicieron que pusiéramos mucho énfasis en escuchar que era lo que estaba pasando en las comunidades, en entender como lo estaban percibiendo y saber que era una situación completamente distinta a la realidad que estábamos viviendo en otros puntos, pero que eran igual de emergentes, dijo la coordinadora.

Foto: Elizabeth Ruiz

Por su parte, Emiliano Villalva, coordinador de Viernes Tradicional en Impacto, resaltó que es importante rescatar la valorización aunado con el trabajo de las organizaciones no gubernamentales en la generación de metodologías.

Villalva añadió que, también se deben generar metodología para establecer un costo ético y real, pues en la organización cuentan con una que les brindan a las artesanas para que ellas empiecen a valorizar su trabajo de una manera ética y justa.

A su vez, Domingo Gómez, director general del Centro de Investigación para el Desarrollo Sustentable (CIDES) indicó que hay desconocimiento de los distintos tipos de artesanías que hay en México y todo el mundo por una razón, la difusión.

Gómez dijo que, desde el punto de vista académico, esta difusión debe darle valor a estos elementos que forman parte de la identidad cultural. Por lo que, cuentan con un programa de gestión del patrimonio cultural.

“Da mucha pena cuando estamos frente a un artesano y preguntamos

Las tejedoras no organizadas son sujetas al regateo y, a menudo, no pueden rechazar una venta debido a necesidades financieras. Cortesía: Rio Castañeda

si llevo dos piezas?, cuando estamos en las grandes tiendas, compramos otros artículos y nunca nos hacemos esta pregunta”, expuso el director general del CIDES.

Por último, reafirmó que el tema central es la no valorización del artesano y artesana, y si se relacionan a los pueblos originarios es más difícil, al tener un castellano limitado, asimismo, deben entender la comercialización y fijar un precio a los textiles.

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