Docentes y estudiantes buscan alcanzar una paz genuina y sincera

Para luchar contra el aumento atroz de la violencia y los conflictos en Chiapas, WPDI capacitó a 148 docentes y estudiantes en resolución de conflictos. Cortesía: WPDI.

Los cursos  abarcaron conceptos técnicos, como el triángulo de la violencia, entendiéndola como directa, estructural o cultural, así como herramientas para la resolución de conflicto: la escucha activa como comunicación asertiva.


En respuesta al reciente aumento de la violencia y el conflicto en la zona, la Iniciativa de Paz y Desarrollo de Whitaker (WPDI, por sus siglas en ingles) en Chiapas, supervisó un programa de capacitación para 43 docentes en San Cristóbal de Las Casas y 105 estudiantes del Colegio de Bachilleres de Chiapas (COBACH) 67, en la comunidad de Petlalcingo.

A través de ese programa, cubrieron una amplia gama de temas: resolución de conflictos, la violencia y la paz; la escalada del conflicto; el papel de las emociones: un papel importante en el conflicto, el conflicto positivo y el conflicto negativo; y la importancia del perdón y la empatía para lograr una paz genuina y sincera.

Por otro lado, las y los maestros locales consideraron que el papel de WPDI es destacado Pues, fueron ellas y ellos quienes acudieron a la Fundación para pedir ayuda ante el creciente número de conflictos entre el cuerpo estudiantil de sus escuelas.

Mientras que, los Jóvenes Pacificadores capacitados, son activistas que a menudo crecen en vecindarios arrasados por la violencia y tienen experiencia en el manejo de tales situaciones.

De hecho, la suya es una valiosa experiencia para ayudar a las comunidades a mejorar su capacidad de cohesión y resiliencia. Los talleres que realizaron se centraron en la noción de aprendizaje significativo, trabajando dentro de los diferentes grupos para lograr un sentido de comunidad. Las actividades prácticas que pedían cambios de roles y demostraciones de empatía estaban en el centro de la enseñanza, expuso WPDI.

Así mismo, se centraron en la transformación de actitudes y comportamientos cotidianos, el programa de Educación para la Resolución de Conflictos de WPDI, diseñado para ayudar a las personas a adquirir y difundir una cultura de paz y cooperación en comunidades que han sufrido de violencia e inestabilidad.

Para luchar contra el aumento atroz de la violencia y los conflictos en Chiapas, WPDI capacitó a 148 docentes y estudiantes en resolución de conflictos. Cortesía: WPDI.

Mariana, una de las docentes que participó en el curso, destacó cómo el taller le brindó una perspectiva diferente a la resolución de conflictos.

A través de los talleres he reflexionado sobre todas las cosas que he hecho mal. Me he escuchado a mí misma, buscando las razones de mis acciones y comprendiendo que muchas veces causaban dolor o tristeza a los demás. Aprendí sobre el camino que debo recorrer para estar en paz, no es fácil, pero es un regalo para mí y mi entorno saber que no es necesario llegar a la violencia para demostrar fortaleza, reconocer mis errores y conocer los lugares que no son saludables para mí, dijo la docente.

Además, pudo reconocer lo que es violencia, conflicto y paz, dándole esperanza y un reto de cambio positivo para ella, del que estará agradecida toda su vida, porque primero debo perdonare, perdonar a los demás y pedir perdón cuando ha lastimado a alguien sin darse cuenta.

Estoy dispuesta a ser más observadora, escuchar activamente y hablar positivamente, con empatía, agregó Mariana.

WPDI se enorgulleció de la capacidad de sus Jóvenes Pacificadores para enseñar temas difíciles, pero vitales de una manera innovadora y dinámica. Pues, enseñarles de manera atractiva es indispensable, si estas lecciones fundamentales se van a arraigar en las y los participantes para que sus reacciones, comportamientos y enfoques posteriores se transformen de manera positiva.

Por otra parte, Norma, también participante, sintió que el curso logró llegar a ella y a sus compañeros.

Los talleres me parecieron muy buenos, porque eran dinámicos y aprender de esa manera es algo bueno, muchas veces confundía violencia con conflicto y pensaba que era algo que no se podía hacer, que no se podía cambiar, indicó la participante.

El objetivo final de tales programas es fortalecer el poder y conocimiento de las juventudes para que no solo puedan promulgar la paz y reconciliación a su alrededor, sino también transmitir esas habilidades a otros, fomentando un efecto multiplicador y en cascada, que es fundamental para WPDI.

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