Proponen poner fin al VIH-SIDA con un compromiso en contra de la desigualdad

Para terminar con el sida, se necesita la cobertura sanitaria universal. Cortesía: Naciones Unidas.

*En 1988, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 1 de diciembre como el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. 


Rosember López Samayoa, presidente de Una mano amiga en la lucha contra el Sida A. C. (UMALCS) e integrante de la Red por la Inclusión de la Diversidad Sexual en Chiapas, visibilizó la necesidad por seguir con una lucha informada, educativa, bajo un abordaje efectivo y una estrategia clara en torno a la prevención de casos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

En el Día Mundial del Sida, las organizaciones de la sociedad civil hicieron un llamado urgente para asumir un compromiso en contra de la desigualdad, lo que dificulta el pensar en poner fin a dicho síndrome.

Aunado a ello, las organizaciones y personas sobrevivientes expresaron su preocupación por los 84.2 millones de personas que contrajeron la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), en el momento que se extendió como una epidemia debido a la ignorancia y al miedo.

Nos solidarizamos con las familias de los 40.1 millones de personas que han muerto de enfermedades relacionadas con el Sida desde el comienzo de la epidemia, dijo López Samayoa.

Así mismo, apuntó que hoy es el momento propicio para acabar con la desigualdad y fortalecer el apoyo en la respuesta al VIH en México, Chiapas y en especial en Tapachula. Y, así poner fin a la epidemia en el país y lograr cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que México se comprometió a cumplir para el 2030.

Tratamiento antirretroviral. Cortesía: Sidalava

Por lo anterior, exhortaron y exigieron al Gobierno de México y Chiapas, a la Secretaría de Salud estatal a través de la Coordinación del VIH en el estado y a los gobiernos municipales de la entidad a: aumentar la disponibilidad, calidad e idoneidad de los servicios para la aplicación de pruebas y entrega de tratamiento a favor de la prevención y detección del virus, para ello las personas deben ser atendidas de manera humana, dando atención centrada en cada caso.

Al mismo tiempo, eliminar leyes, políticas y prácticas que siguen criminalizando y estigmatizando a las personas por diagnóstico de VIH. Así como, establecer políticas claras que aborden el estigma y la exclusión a los que se enfrentan las personas que viven con el virus.

También, que se respete el derecho a la salud, educación y justicia, como de otros derechos que han sido violentados debido a los prejuicios.  Y, favorecer el acceso a las nuevas tecnologías farmacéutica y a la actualización de la terapia antirretroviral (TARV), que permita el abasto e información suficiente para mejorar la salud de la población afectada.

Así mismo, avanzar y a aumentar los recursos para dichos tratamientos sin dejar atrás las infecciones y nuevas enfermedades relacionadas con el VIH, como son la viruela símica y la Covid-19.

Otra de las exigencias es dejar que las comunidades y grupos de población clave tengan acceso a información adecuada y temprana para ejercer su derecho a decidir sobre su salud de manera participativa y sostenible, considerando que estos tienen más posibilidades de quedar expuestos al VIH o de transmitirlo.

Las inequidades, incluso en el sector salud, pone en mayor riesgo a las mujeres con VIH, quienes, a veces llegan a ocultar el diagnóstico con tal de no ser violentadas. Cortesía: sidalava org.

Al igual, que tomar en cuenta el contexto epidemiológico y social de Chiapas que afecta a mujeres, adolescentes y sus parejas, a la juventud, niñez, personas con discapacidad, minorías étnicas y raciales, pueblos indígenas, comunidades locales, personas que viven en la pobreza.

Así como a migrantes, refugiados, desplazados internos, hombres y mujeres uniformados y personas que se encuentran en situaciones de emergencia humanitaria y de conflicto y posconflicto, ya que pueden verse expuestos al riesgo de contraer VIH si no se actúa de manera inmediata.

Hoy es el momento de invertir en prevención aumentando la disponibilidad de pruebas rápidas y condones para la población clave; hoy es el momento para lograr la supresión viral, es el momento de empoderar a los niños-niñas, los y las jóvenes a través del acceso a una educación sexual integral; es el momento de proveer de los profilácticos pre exposición (PREP) para que las personas en riesgo de adquirir el VIH tengan acceso a ello, concluyo el presidente de la UMALCS.

Datos nacionales

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que durante 2021, en México se registraron 4 mil 662 decesos relacionados con el VIH. De esos, 3 mil 896 correspondieron a hombres y 766 a mujeres. La tasa de mortalidad por esta causa fue de 3.7 por cada 100 mil habitantes, 6.3 en el caso de los hombres y 1.2 en las mujeres.

En 2018, observó un aumento de 0.2 % con respecto a 2017, en la tasa de mortalidad por enfermedades relacionadas con el VIH, lo que significó el primer aumento en casi una década. Durante 2019, la tasa se mantuvo y, en 2020 y 2021, en el contexto de la pandemia observó una reducción.

Así, la tasa de mortalidad por enfermedades relacionadas con el VIH pasó de 4.2% en 2019, a 3.6% en 2020, y 3.7% en 2021. Por grupos de edad, el mayor número de fallecimientos por esa causa se presentó en el de 30 a 44 años, con 2 mil 041 casos, seguido por el de 45 a 59 años, con 1 237 decesos.

Además, en 2021, la entidad federativa con la mayor cantidad de muertes registradas relacionadas con el VIH fue Veracruz con 605 fallecimientos. Esos decesos significaron 13.0% del total de muertes a nivel nacional por esa causa.

De acuerdo a los datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), cada semana se registren más de 6 mil infecciones nuevas en mujeres adolescentes entre los 15 a 24 años de edad. Cortesía: Comunicación social de Tuxtla Gutiérrez.

En Ciudad de México, se registraron 444 muertes, lo que equivalió a 9.5% del total nacional. Jalisco ocupó el tercer lugar, con 371 y en el Estado de México se registraron 323 muertes, que representaron 6.9% del total nacional.

De acuerdo con el informe de Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH de la Secretaría de Salud (SSA), desde 1983 y hasta el primer semestre de 2022, en México se ha diagnosticado a 341 mil 313 personas con VIH. De este total, 278 mil 599 son hombres y 62 mil 714 mujeres.

Ciudad de México es la entidad federativa con la mayor cantidad de casos diagnosticados con 46 mil 653. La sigue el estado de México con 34 mil 405, Veracruz con 31 866 y Jalisco con 19 mil 575. En contraste, las entidades federativas con menor incidencia de casos son: Aguascalientes, Zacatecas, Baja California Sur y Durango.

Hasta junio de 2022, en la plataforma del Sistema de Administración, Logística y Vigilancia de Antirretrovirales (SALVAR) de la SSA, registraron 121 mil 835 personas en TAR con estatus activo. Del total de personas en ese tratamiento, 53.4 % se concentró en siete entidades federativas: Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, Jalisco, Chiapas, Tabasco y Nuevo León.

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