Publican “El Pacto de Cuidarnos», diez años de protección integral feminista

El Pacto de Cuidarnos. 2010-2021: La Protección Integral Feminista en Mesoamérica desde la IM-Defensoras. Cortesía: IM-Defensoras

*La PIF, es la manera en la que se acompañan entre defensoras y comunidades cuando son agredidas. 


La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) publicó “El Pacto de Cuidarnos. 2010-2021: La Protección Integral Feminista en Mesoamérica desde la IM-Defensoras”, un texto que se desprende de la reunión de 2010, donde se compartieron experiencias de violencia que tocaban sus cuerpos y vidas.

En el encuentro ocurrido en Oaxaca hace 12 años, las defensoras pactaron cuidarse y protegerse juntas, es decir, la Protección Integral Feminista (PIF).

Hoy, el PIF reúne a más de dos mil defensoras y 300 organizaciones en redes nacionales y territoriales y en un espacio regional. 

Así pues, la Iniciativa plasma en su publicación la experiencia de más de 10 años de construcción colectiva y puesta en práctica de la PIF.

En el texto, las voces de defensoras de El Salvador, Honduras, México y Nicaragua cuentan un pedacito de su historia y caminar juntas, con el fin de que sus luchas individuales y colectivas sobrevivan a la violencia y sigan floreciendo.

¿Qué es la PIF?

Según IM-Defensoras, se trata de una visión y práctica política que se fundamenta en cuatro grandes pilares: el primero es poner el cuidado en el centro de su activismo, pues es un derecho, necesidad vital y principio básico del mundo que quieren construir.

El cuidado colectivo es lo que permite que nuestras luchas puedan seguir y que nuestras vidas no sean silenciadas por la violencia, precisan en la publicación.

El segundo es reconocerse como insujetables, ya que las defensoras son diversas y transgresoras, sujetas a políticas presentes en todos los movimientos sociales y que tienen sus propias necesidades y formas de entender la protección.

En el tercer pilar está en su mirada feminista interseccional sobre el contexto y riesgo. Al cuestionar el sistema capitalista, racista y patriarcal que lastima sus cuerpos y territorios, desde esa mirada usan una noción de riesgo ampliado para reconocer las violencias específicas que les impactan en lo personal y en lo colectivo, tomando en cuenta todas las opresiones que les atraviesan.

Foto: Red Nacional de Defensoras de México

Acerca del cuarto pilar, indicaron que se resume en la frase: “¡Las redes salvan!”. Pues, entienden la protección como un proceso y capacidad colectiva que les permite cuidarse juntas, en comunidad, territorios y desde sus propios saberes.

Dichos pilares los ponen en práctica a través de siete estrategias: redes de defensoras, comunicar e influir, cuidados digitales, registrar agresiones, sanación, movilizar recursos, acompañarse y sistematizar.

En el corazón de la IM-Defensoras están las redes de defensoras. Somos más de dos mil defensoras y 300 organizaciones en El Salvador, Honduras, México y Nicaragua; articuladas en redes nacionales y territoriales donde confluimos compañeras de muy diversos movimientos sociales, detallaron las defensoras.

Además, enfatizaron que hacen un trabajo de acompañamiento ante situaciones de riesgo y violencia. Por lo que, desarrollaron 2 mil 808 acciones de acompañamiento a defensoras en riesgo en 2021. 

Entendemos el acompañamiento de manera integral y lo llevamos a cabo tanto con defensoras en lo individual como en procesos que incluyen a sus familias, organizaciones y comunidades, explican en su publicación.

Entre sus acciones incluyen: análisis de riesgo, medidas de protección física, psicosocial y digital, alertas urgentes, incidencia ante autoridades y mecanismos de derechos humanos, reubicaciones dentro y fuera de los países, incluidas casas de protección, atención de necesidades básicas y acciones de solidaridad.

Aunado a ello, construyen reflexiones y procesos de autocuidado, cuidado colectivo y sanación que contribuyen a cambiar la forma tradicional de entender la protección, a cuestionar los modelos sacrificiales de activismo y a poner el cuidado en el centro de su acción política.

Por otro lado, reconocieron que tienen derecho a cuidarse a ellas mismas y a atender sus necesidades. “Nos cuidamos juntas, en comunidad; y aprendiendo de las mujeres y los pueblos originarios”, pues favorece la sanación, entendida como el proceso que recupera la sabiduría ancestral y la conexión con la madre tierra y la espiritualidad.

Lo anterior, es realizado a través de jornadas de autocuidado, estancias en sus casas de respiro y sanación La Serena y La Siguata, así como diagnósticos, recursos, procesos de formación, acompañamiento.

Foto: IM-Defensoras

Además, cuentan con un registro regional de agresiones, es decir, analizan de manera sistemática y con una metodología común la violencia que les impacta como defensoras de derechos humanos.

Hasta 2020, documentaron más de 17 mil agresiones perpetradas contra más de 5 mil defensoras en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua. Por ello, hacen comunicación, incidencia y seguridad digital para la protección: denunciando las violencias a las que se enfrentan a través de alertas, pronunciamientos y diversos materiales y vías de comunicación.

Aunado a ello, dan voz y visibilidad a sus luchas y formas de protección, incidiendo ante actores estatales y mecanismos de derechos humanos, acompañando y formando a defensoras en cuidados digitales y construyendo alianzas para el acuerpamiento y la solidaridad.

Realizamos un trabajo constante de movilización de recursos para desarrollar nuestras propias estrategias y formas de protección con autonomía, sostenibilidad y en las mejores condiciones, precisaron en su publicación.

No comments yet.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Leave your opinion here. Please be nice. Your Email address will be kept private.