Presentan dos obras que registran los acontecimientos políticos, sociales y económicos de la revolución en Chiapas

Revolucionarios en la capital chiapaneca Tuxtla Gutiérrez. Cortesía: La Popular.

*Históricamente, la Revolución Mexicana es conocida como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en el país debido a los alcances que tuvo en distintos ámbitos. Este conflicto armado dio inicio el 20 de noviembre de 1910.

*La revolución en Chiapas, llegó en el año de 1914, a través del ejército carrancista, originó la ruptura en los estratos social y económico, los cuales dependían notoriamente de las grandes haciendas.


Considerando la escasa bibliografía existente acerca de la historia de la revolución en Chiapas, el historiador chiapaneco Octavio Gordillo y Ortiz, publicó el “Diccionario de la revolución en el Estado de Chiapas”, integrado por biografías y monografías históricas donde registró acontecimientos políticos, militares y culturales, sucedidos en el periodo de 1910 a 1920.

Durante ese periodo, sobresalió el conflicto entre sancristobalenses y tuxtlecos, los encuentros de tropas constitucionalistas contrarrevolucionarias y la organización de partidos políticos.

Así mismo, resaltan las reformas carrancistas con nuevas leyes de carácter político, económico y social, la celebración de congresos pedagógicos en la capital chiapaneca y el entusiasmo de grupos pacifistas interesados en solucionar el problema local, así como los nombres de revistas, periódicos, tropas y batallones.

Gordillo y Ortiz indicó que el diccionario comprende la segunda década del siglo XX, cuando Chiapas vivió los últimos tiempos de la dictadura porfirista y fue gobernada por el grupo de políticos encabezados por el escritor, jurista e historiador Emilio Rabasa.

Aunado a ello, hacendados de las ciudades de San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Comitán, Chiapa de Corzo, Tapachula y los inversionistas extranjeros de las zonas de Palenque, Mezcalapa, Tonalá y Soconusco dominaron la situación política, económica y social del Estado.

Mientras que, en 1910 – inicio de la revolución mexicana- el pueblo chiapaneco vivía un sinfín de problemas, realidades y desigualdades, de antiguas creencias y costumbres indígenas, explotación al campesino, obrero y peón. Un mundo social formado por antiguas familias aristocratas y de los terratenientes que en 1914, se levantaron en contra de las reformas carrancistas.

En 1911 Chiapas siguió con esa tranquila vida de indiferencias y anécdotas, de tradicional misticismo y añejas costumbres de los habitantes de las ciudades, pequeños poblados y del campo, mencionó el historiador chiapaneco.

Sin embargo, aunque Chiapas era ajeno a los sucesos del resto de México y del movimiento iniciado por Francisco I. Madero, políticos de San Cristóbal de Las Casas se interesaron en rescatar el poder político, económico y social de la antigua Ciudad Real, capital de Chiapas.

Por esa razón, desconocieron al gobernador Reinaldo Gordillo León, hacendado comiteco e integrante del poder tuxtleco dirigido por el político Emilio Rabasa. Los sublevados nombraron al sancristobalense Manuel Pineda Zebadúa gobernador provisional y al comerciante michoacano avecindado en San Cristóbal de Las Casas, Juan Espinosa Torres, jefe de las armas rebeldes.

El historiador, también mencionó que en 1911, el Estado tuvo varios gobernadores interinos debido al movimiento sancristobalense, después de casi tres décadas de ausencia de luchas electorales, el pueblo se interesó en organizarse y elegir gobernador.

Por lo anterior, se fundaron varios partidos políticos: el «Club Democrático de Comitán», «Centro Directivo de la Libertad del Sufragio en Chiapas» de San Cristóbal de Las Casas, y el «Club Joaquín Miguel Gutiérrez” y “Club Liberal Chiapaneco», ambos de Tuxtla Gutiérrez.

De esa lucha también surgió el entusiasmo periodístico, para dar a conocer las opiniones en las páginas editoriales, en relación con la conmoción política provocada por las candidaturas al gobierno del Estado de Reynaldo Gordillo León y de José Antonio Rivera Gordillo.

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Rastros de sangre

Por otro lado, Luis Espinosa López, escritor, periodista, historiador, diputado y senado, dio a conocer en su obra “Rastros de sangre; historia de la revolución en Chiapas”, los hechos que ensangrentaron al Estado, así como los hechos memorables que entablan la caída de la dictadura y que terminaron con la implantación del régimen democrático.

Fui testigo presencial de algunos sucesos que en este libro se consignan y de los demás tomé informes amplios y veraces con los actores principales del sangriento drama. Comprendo que lastimaré a muchas personas y que halagaré a muy pocas, pero no temo las iras de las primeras, ni pretendo adquirir favores de las segundas, dijo Espinosa López.

Al mismo tiempo, resaltó que en su libro, presentó los hechos tales como sucedieron o a su conocimiento llegaron. Es decir, sin emitir juicios, comentarios y formular apreciaciones, a fin de que haya mayor claridad en la narración, y procuró ser lo más breve posible.

La revolución en Chiapas

El 3 de julio de 1911, tomando como pretexto la Revolución mexicana y que Reynaldo Gordillo León, resultara electo gobernador interino de Chiapas, un grupo de hacendados, terratenientes, comerciantes y políticos sancristobalenses, como Alberto Pineda Ogarrio y Antero Ballinas, bajo la dirección del obispo Francisco Orozco Jiménez y Jacinto Pérez “Pajarito”, se levantan en armas.

Reynaldo Gordillo León, gobernador de Chiapas. Cortesía: Inah Chiapas

Después de varios enfrentamientos entre tuxtlecos y sancristobalenses, de docenas de muertos y que el general Agustín Castillo Corzo, cortara las orejas a 13 indígenas de San Juan Cancuc, intervino la federación firmando el 13 de octubre de 1911, el acta de acuerdo de paz entre tuxtlecos y sancristobalenses.

Sin embargo 3 años más tarde, el 14 de septiembre de 1914, con la llegada a Chiapas del general Jesús Agustín Castro al mando de la División Veintiuno, dio a conocer los beneficios de la Revolución Mexicana, afectando los intereses de la iglesia, hacendados, terratenientes y comerciantes ricos, quienes se levantaron en armas el 2 de diciembre de 1914, mediante el Acta de Canguí, al mando del coronel Tiburcio Fernández Ruiz.

Ese levantamiento armado mejor conocido como “La Revolución Mapachista”, duró seis años. Después de las memorables Batallas del 5 de junio y 29 de julio de 1917, donde los triunfos de los constitucionalistas no fueron definitivos, porque al final perdieron la guerra. Los contrarrevolucionarios se alzaron con el triunfo, el 18 de mayo de 1920, la capital del estado fue cubierta de manera pacífica por las fuerzas contrarrevolucionarias del mapachismo.

Posterior a ello, se alcanzó la paz y orden, y por ende la estabilidad social en Chiapas, con el triunfo en las elecciones de gobernador en 1920 del general Tiburcio Fernández Ruiz, comandante general de la División Libre de Chiapas y jefe del mapachismo, recuperando así el poder político en Chiapas.

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