San Cristóbal, bajo sitio policiaco y militar

Miembros del Ejército Mexicano en un retén del periférico norte

Luego de los sucesos violentos del lunes que dejó tres personas acribilladas a tiros y tres casas quemadas, los cuerpos policiacos municipales y estatales, así como el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional (GN) tomaron el control del periférico norte donde se movilizaron ayer grupos armados que causaron pánico con las detonaciones de sus armas de fuego.

Vista aérea de un operativo policiaco y militar

La ejecución del líder indígena Jerónimo Ruiz, diversos grupos armados se movilizaron en la zona norte de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, disparando sus armas de fuego se enfilaron hacia el Barrio de El Pinar donde quemaron al menos tres casas, una de ellas de la activista y defensora de derechos humanos Pascuala López.

 

Jerónimo Ruiz fue asesinado en una de las calles de la colonia Nueva Esperanza, frente a la casa de un amigo al que había ido a visitar. Aunque él realmente vivía en la colonia Buena Esperanza, una colonia vecina.

 

Los simpatizantes de Jerónimo Ruiz tomaron la principal vialidad que es el Periférico Norte y la bloquearon con piedras y palos, quemaron llantas y asesinaron al menos a dos personas presuntamente del Barrio El Pinar.

Revisiones de vehículos

 

De ahí de El Pinar, son dos importantes los líderes de una pandilla de motonetos que fueron detenidos y llevados presos al penal de El Amate recientemente, Pablo “N” y Cecilio “N”, quienes eran adversarios de Jerónimo Ruiz.

 

En San Cristóbal de Las Casas, “Motonetos” es el genérico para diversas pandillas que se crearon en esta ciudad desde el 2015, durante el gobierno municipal de Marco Cancino, un político del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

 

Los Jerónimos, era una de los grupos de jóvenes que lideraba Jerónimo Ruiz, que le daban seguridad y protección más que a su persona a sus negocios, plazas y mercados donde mantenía un liderazgo político entre vendedores, comerciantes, artesanos y demás vendedores ambulantes de esa ciudad.

 

Revisiones de motocicletas

A más de 24 horas de los sucesos violentos, los cuerpos policiacos estatales, municipales, la Guardia Nacional y el Ejército Méxicano, montaron retenes en diversos puntos de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Principalmente en el Periférico Norte, donde hoy sólo había impactos de balas en varias casas, casquillos percutidos en el suelo y evidencias de llantas quemadas en varios tramos.

 

En ese periférico hay unas 50 colonias, la mayoría la habitan personas del pueblo originario tsotsil de los Altos de Chiapas, muchos que llegaron en los ochentas desplazados por conflictos derivados de intolerancia religiosa y otros desplazados tras el alzamiento armado del EZLN en 1994.

 

En entrevista, el alcalde de San Cristóbal de Las Casas, dice que espera que con Pablo “N” y Cecilio “N” de El Pinar presos y Jerónimo Ruiz asesinado, esto traiga la paz y la tranquilidad en el municipio.

 

Reconoce que en los mercados públicos y demás plazas de comerciantes indígenas circulan otros negocios no lícitos, pero eso ya es tarea de la Fiscalía General del Estado y de la Fiscalía General de la República (FGR), que lo que ahí circula queda fuera del ámbito del gobierno municipal y de sus cuerpos policiacos.

 

Es por eso, que Díaz Ochoa pidió hoy a la FGR y la FGE que intervengan para que sean ellos los que investiguen que pasa en esa región de la zona norte y los mercados y plazas pues “podrían haber muchas sorpresas”.

 

Señaló que la situación volverá a la calma y que de nuevo se reactivará el turismo en esa ciudad.

 

Alba María Guadalupe Moguel, una empresaria hotelera, señala que esta ola de violencia ha traído ya una crisis en este sector, y que turistas y agencias de viajes han empezado a cancelar sus visitas a esta ciudad.

 

Señala que “la política de abrazos, no balazos del gobierno federal y del gobierno local, no ha dado resultados positivos y que al contrario han dejado que crezca la delincuencia y dejan en el desamparo a quienes generan empleos y desarrollo en Chiapas”.

 

Eduardo Villatoro Ramos, empresario y líder de la Cámara Nacional de Comercio en San Cristóbal de Las Casas, señala que la situación es crítica para los empresarios de esta ciudad.

 

Cuestiona Villatoro que la seguridad es una deuda de los gobiernos estatales y municipales desde hace muchos años para con los ciudadanos de San Cristóbal de Las Casas.

 

Dice que no ha habido desde hace muchos años condiciones para que las empresas desarrollen sus actividades con todas las garantías de seguridad.

 

Explica que los grupos de pandillas, han retado y rebasado a las autoridades locales, por lo que es urgente la intervención de la Federación.

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