Soconusco, el laboratorio de las migraciones

Presentación del «Diagnóstico de la dinámica económica, social y demográfica, con énfasis en la movilidad humana en región del Soconusco, Chiapas, y municipios estrictamente fronterizos». Cortesía:
CONAPO

*El documento se inscribe en el marco del Programa de Desarrollo Integral del Sursureste de México, El Salvador, Guatemala y Honduras. Mediante la asistencia técnica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).


Martha Luz Rojas y Hugo Ángeles, consultores de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), presentaron el “Diagnóstico de la dinámica económica, social y demográfica, con énfasis en la movilidad humana en la región del Soconusco, Chiapas (México)”.

El objetivo fue contar con un diagnóstico actualizado de la dinámica económica, social y demográfica de dicha región, en especial, los municipios fronterizos y con énfasis en la movilidad humana. Con el fin de aportar insumos para diseñar una política integral para la convivencia armónica entre la población local y las personas en situación de movilidad humana, así como para el desarrollo de la cooperación y cohesión social transfronteriza.

Los consultores mencionaron que, desde la historia, la región del Soconusco ha sido una zona fronteriza donde han coexistido diversas modalidades de movilidad humana, expresadas en procesos de migración y refugio.

Desde hace décadas, en esa región se han producido de manera simultánea distintos movimientos de población de carácter internacional, involucrando en un principio a los países del norte de Centroamérica, pero también a personas procedentes de otros países del continente americano: como de otros continentes.

Si bien a fines del siglo XIX la historia común de las poblaciones que vivían en un mismo territorio fue separada por la conformación de la frontera entre México y Guatemala, ello no fue impedimento para que desde esa misma época se iniciara un proceso de migración laboral de Guatemala a México, en sus inicios fue exclusiva de trabajadores agrícolas, pero ha tenido transformaciones en su dinámica y en algunas características de las personas migrantes, indicaron los consultores.

Después de más de un siglo, esa migración laboral permanece como un mecanismo importante en la activación de la economía de la región del Soconusco. Al mismo tiempo, constituye una estrategia de reproducción social de familias campesino-indígenas del occidente de Guatemala.

Pero, hace ya unas décadas el fenómeno de la migración en la frontera sur de México, sobre todo en la región del Soconusco, se empezó a complejizar al incorporarse otros flujos migratorios procedentes de los países centroamericanos.

Ya que, por distintas causas migraban a México para establecerse de manera permanente o para continuar su viaje por territorio mexicano y llegar a la frontera norte del país para ingresar a los Estados Unidos.

Fue a mediados de la década de 1990, cuando las migraciones en la frontera sur, en especial en el Soconusco, iniciaron un proceso lento, pero sostenido de cambios que anunciaban la complejización del fenómeno, proceso que se ha profundizado de manera intensa en nuestros días, indicaron Luz Rojas y Ángeles.

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En esa región, considerada desde fines del siglo XX por académicos como el laboratorio de las migraciones, reúne de forma simultánea distintos tipos de movilidad humana, como migración en tránsito, inmigración, migración temporal, emigración y migración de retorno, y el más reciente de personas solicitantes de refugio procedentes de distintos países.

Este fenómeno complejo tiene causas y repercusiones de distinto tipo en diferentes ámbitos, por lo que resulta indispensable estudiar y conocer no solo la dinámica y las características de los tipos de movilidad humana y de las personas migrantes y solicitantes de refugio, sino también las características económicas, sociales y demográficas de los lugares adonde llegan o por donde pasan estos grupos humanos en movilidad, expusieron los consultores.

La pobreza

Los consultores también mencionaron que, entre 2010 y 2020, los niveles de la población en situación de pobreza disminuyeron en todo el país del 46.1% al 43.9%. En Chiapas y la región del Soconusco esa disminución fue mayor, aunque los niveles eran más altos que en todo el país.

Por su parte, en casi todos los municipios del Soconusco la proporción de personas en situación de pobreza también disminuyó y solo en Cacahoatán aumentó.

En 2020, el 43.9% de la población de todo el país se encontraba en situación de pobreza, es decir, alrededor de 55.6 millones de personas. Chiapas, ha sido la entidad con los niveles de pobreza más elevados a nivel nacional, para ese mismo año, casi tres de cada cuatro personas vivían en situación de pobreza, proporción que representa a 4.2 millones de habitantes.

A nivel regional, en el Soconusco esa proporción era menor, pero aún se encontraba por arriba del porcentaje nacional, pues un poco más de seis de cada diez personas estaba en situación de pobreza, es decir, había un poco más de 500 mil personas en situación de pobreza.

Luz Rojas y Ángeles destacan que uno de los principales elementos que se observan en México, en relación entre la intensidad y distribución espacial de la pobreza es que los mayores volúmenes de personas pobres se ubican en las áreas urbanas.

Pero, la mayor intensidad de la pobreza se encuentra en municipios rurales que carecen, de fuentes de empleo y de prestación de servicios, como son los contrastes municipales en la región del Soconusco.

La pobreza extrema también descendió en términos absolutos y relativos a nivel nacional entre 2010 y 2020, al pasar del 11.3% al 8.5 por ciento, y de casi 13 a cerca de 10.8 millones de personas.

A pesar de que esa tendencia también se produjo en Chiapas, los niveles de pobreza extrema fueron los más altos del país, con el 38.3% en 2010 y el 28.3% en 2020, representando a 1.9 y 1.6 millones de personas.

Villa Comaltitlán, Chiapas. Cortesía: MAPIO

Por su parte, en la región del Soconusco la tendencia fue similar, aunque la intensidad de la pobreza extrema fue menor, pues en 2010 fue del 26.9% y en 2020 del 17.4%, representando a 204 y 144 mil personas.

En los municipios del Soconusco también hubo un descenso en la intensidad de la pobreza extrema, en algunos de ellos la disminución fue de proporciones considerables, como en Acacoyagua y en otros casi no hubo cambios, como en Mazatán o Villa Comaltitlán, aunque en Cacahoatán se produjo un ligero incremento.

En 2020, el 8.5% de la población nacional vivía en una situación de pobreza extrema. En Chiapas, la proporción de población en esta situación era casi cuatro veces mayor, es decir 28.3%.

Con base en esas cifras, los consultores afirman que, en relación con el contexto nacional, en Chiapas hay una mayor intensidad de la pobreza extrema que de la pobreza. En el mismo 2020, en la región del Soconusco el 17.4% de la población se encontraba en pobreza extrema, porcentaje mayor que el de la población nacional, pero menor al de la estatal.

En los municipios de esa región solo Cacahoatán tiene una proporción mayor que el promedio estatal y en 14 se observan proporciones menores a la del estado, sin embargo, en todos los municipios el porcentaje es mayor al de todo el país.

Migración en tránsito

Una nueva movilización de migrantes venezolanos en su mayoría, salió la madrugada de este viernes desde Tapachula, la ciudad fronteriza con Guatemala, con la intención de atravesar territorio mexicano y llegar a Estados Unidos. Foto: Especial/Gabriela Coutiño

Luz Rojas y Ángeles señalan que, en los últimos años, la migración en tránsito por la frontera sur ha escalado hasta convertirse en el flujo principal en la migración en el país. Se trata de un fenómeno social que se ha complejizado desde principios del siglo XXI, tanto por el aumento de su volumen, como por el incremento en el número de países de origen y los cambios en las características de las personas migrantes.

Ese flujo migratorio, en términos generales, tiene como destino a los Estados Unidos, pero en años recientes adquirió una enorme complejidad. Para muchas personas migrantes el tránsito se volvió permanente, dado que atravesar el territorio mexicano para llegar a la frontera con los Estados Unidos les está tomando mucho más tiempo que en años anteriores.

Hay más dificultades para avanzar y, al mismo tiempo, mayor incertidumbre respecto a su objetivo, lo que obliga a las personas migrantes a permanecer por tiempo indefinido en territorio mexicano, expusieron los consultores.

Para el estudio de la migración en tránsito por México, indicaron que existen dos fuentes de información que dan cuenta de la dinámica y características de ese flujo migratorio. Una de ellas es la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México (Emif Sur) y la otra son los registros administrativos del Instituto Nacional de Migración (INM).

Un grupo de marinos mexicanos ordena a un grupo de migrantes de Bangladesh, India y Pakistán a bajar de un microbús en un puesto de revisión migratoria en las afueras del poblado de Viva México, cerca de Tapachula, en el estado de Chiapas, México el 21 de junio de 2019. © 2019 AP Photo/Oliver de Ros

En ambos casos la información está integrada con datos de las personas migrantes indocumentadas que son detenidas por las autoridades migratorias en México.

Así pues, en las dos últimas décadas, la distribución de las detenciones en el territorio mexicano ha conservado un patrón general, caracterizado por el predominio de las entidades de la frontera sur. Sin embargo, la proporción de detenciones que se realizan en esas entidades ha disminuido.

En Chiapas, en 2001 se realizaba un poco más de la mitad de las detenciones que se hacían en todo el territorio nacional. Veinte años después esa proporción ha disminuido al 43.6% en 2019 y al 35% en 2020, aunque en la mayor parte del período señalado la proporción estuvo entre el 40% y el 45 por ciento.

En conjunto, las cuatro entidades fronterizas o cercanas a la frontera de México con Guatemala: Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca, han conformado una región donde se han realizado, entre 2001 y 2020, un poco más del 70% de todas las detenciones hechas en México.

En resumen, la distribución relativa del número de detenciones de personas extranjeras en territorio mexicano en las dos últimas décadas, en términos generales, ha mantenido un patrón caracterizado por el predominio de Chiapas, entidad de la frontera sur donde se realiza más del 40% de dichas detenciones, mencionan los consultores.

A su vez, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca conforman un grupo de cuatro entidades donde, se ha realizado alrededor del 70% del total de detenciones en México. Sin embargo, la participación relativa de estas entidades en la detención de personas extranjeras ha disminuido, para dar paso a una serie de cambios en las dos últimas décadas, entre los cuales destaca la mayor participación de entidades situadas en el norte del país.

Migrantes en el albergue «El Buen Samaritano», Ciudad Juárez.
Foto: Archivo La Verdad

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