Tsetales, tsotsiles y ch´oles replantean prácticas patriarcales y machistas

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y ONU Mujeres realizaron el curso “Sentipensando la raíz de ser hombres en nuestros pueblos originarios” con hombres hablantes de lenguas tsotsil, tseltal y ch´ol con el objetivo de construir formas más igualitarias de convivencia.

El PNUD consideró a la violencia de género como una conducta presente en la sociedad, ya que siete de cada diez mujeres han experimentado al menos una situación de violencia a lo largo de su vida. Por esto, el programa busca promover masculinidades no violentas y corresponsables en hombres indígenas y afromexicanos con la finalidad de reconocer los proyectos, programas o estrategias orientadas a promover masculinidades no violentas y corresponsables en hombres indígenas y afromexicanos.

De un total de 25 iniciativas participantes, un comité dictaminador seleccionó 10 experiencias ubicadas en cinco estados del país.

La Organización “Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes” desarrolló el proyecto, en los pueblos originarios, con el fin de reflexionar, sensibilizar, sanar y modificar prácticas patriarcales o machistas en las relaciones con mujeres y hombres, generando relaciones y nuevas formas de convivir más igualitarias.

La práctica comunitaria se dio por medio de talleres que se basaron en una metodología participativa partiendo de las experiencias de las personas participantes, su contexto familiar y comunitario y la cosmovisión indígena de hombres de entre 14 y 50 años de edad.

La organización destacó que, el año anterior con la primera generación tuvimos alrededor de 21 personas y con esta segunda generación fueron 18 personas quienes concluyeron con el proceso; todas ellas con población de origen tseltal, tsotsil y ch´ol.

En el proceso, la organización identificó los cuestionamientos que llegaron a hacerse los hombres participantes, el compartir las vivencias personales que motivaron a generar cambios, así como mayor confianza entre los miembros de la comunidad.

Los participantes aprendieron la corresponsabilidad de sus actos, a autocuestionarse, a sentir y expresarse libremente.

Cabe señalar, Voces Mesoamericanas hicieron un trabajo extenuante por buscar palabras y traducción a cada una de las lenguas para que fueran los más efectivas posibles y ellos no se cerraran al aprendizaje.

Manuel Gómez, representante de la organización, recuperó los aprendizajes expresados por los participantes.

De reflejaron a partir del testimonio de las personas, al comentar acerca de la deconstrucción de sus prácticas machistas y patriarcales y la participación vivencial para profundizar en su vida cotidiana. También tenemos que ser conscientes que generar o lograr un cambio con una comunidad o con alguna persona pues lleva muchísimo tiempo y apenas hicimos seis, siete módulos en este proceso y lo que he aprendido durante 32 años no puedo dejar de aprenderlo en unos seis talleres, simplemente lleva un proceso, aclaró.

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