Mexicanas trabajan 19 horas más que los hombres

Angélica Jocelyn Soto Espinosa

MUJERES TRABAJANDO

No basta con que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) publique estadísticas sobre el uso del tiempo y el  trabajo remunerado, también tiene que traducirlas en políticas públicas para que haya corresponsabilidad entre los sexos en las tareas de cuidados, coincidieron expertas.

Hoy se presentó el libro “Uso del tiempo y trabajo no remunerado en México”, que coordinaron las académicas de El Colegio de México (Colmex) Brígida García y Edith Pacheco, con apoyo del Inmujeres y Naciones Unidas.

Al comentarlo, las expertas que participaron en su publicación dijeron que no es suficiente visibilizar el trabajo de cuidados no remunerados a través de la encuesta del Uso del Tiempo y la de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Explicaron que la publicación de esos datos y su análisis llevan un atraso de 20 años si se considera que la primera vez que se discutió el tema fue en la Plataforma de Acción de Beijing en 1995, observó la directora de Institucionalización de la Perspectiva de Género del Inmujeres, María de la Paz López Barajas

La representante en México de ONU-Mujeres, Ana Güezmes, agregó que si la medición de la pobreza (como se hace en el país) no incluye el uso del tiempo, entonces los datos son imprecisos, ya que el trabajo de cuidados es el “impuesto” invisible que pagan las mujeres.

En este punto, una de las coordinadoras del libro, Brígida García, criticó que incluso las encuestas actuales del uso del tiempo y sobre trabajo no remunerado están a “años luz” de ser consideradas en igualdad de importancia que las que contabilizan el trabajo remunerado.

A esto añadió que como parte de las conclusiones del libro, aún hacen falta estudios especializados sobre las tareas de cuidado, el trabajo no remunerado y el uso del tiempo, ya que no hay análisis prospectivos que contribuyan a dibujar escenarios futuros.

En respuesta a los señalamientos, la presidenta de Inmujeres, Lorena Cruz Sánchez, se comprometió a seguir trabajando con la academia y las dependencias de gobierno para generar políticas públicas “proactivas y sensibles”, a fin de que las cifras y análisis sobre uso del tiempo no queden como “un anuncio más” ni como “otro libro”.

En concreto, ahora que el trabajo no remunerado de las mujeres ya es visible en las cuentas nacionales, es hora de que el gobierno federal y la iniciativa privada participen en la creación de mayor número de hogares de tiempo completo para personas adultas mayores, guarderías para madres estudiantes y trabajadoras informales, y un mayor vínculo entre horarios laborales y los de las y los niños.

De acuerdo con la investigadora de la UNAM Isalía Nava Bolaños, el libro recoge una amplia gama de metodologías “novedosas y originales” que lo hace único en su tipo.

Además de mostrar la desigualdad en el número de horas que dedican mujeres y varones en las tareas de cuidados, el libro analiza el tiempo que se dedica para la ociosidad, la diversión y otras áreas; y presenta diversos análisis diferenciados por contexto urbano y rural, si la población es indígena o no y, en el caso de los hombres, si son padres y no.

Entre los principales hallazgos del libro se concluyó que en México las mujeres trabajan 19 horas más que los varones, mientras que en Ecuador es dos horas menos.

También que la carga mayor de cuidados la llevan las mujeres casadas o unidas, y que la actividad no remunerada que les lleva más tiempo a las mujeres es el cuidado de las y los niños, mientras que a los hombres es el aseo personal.

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