Chiapas: El Capitalismo en las comunidades indígenas de Los Altos – I

Por Gaspar Morquecho

El 6 de agosto pasado anduve por de una comunidad indígena tzotzil de San Pedro apóstol de Chenalhó. Resulta que fui a hacer todo lo contrario a lo que Marcos indica en el Votan II. En lugar de ir a aprender fui a dar una plática sobre El Capitalismo. ¡Haga usted el chingao favor! Sí, leyó usted bien, fui a hablar sobre El Capitalismo. Bueno yo qué. Haya que obedecer. Ese fue el acuerdo  de las y los escuchas, un grupo de unas 25 mujeres pedranas y más de 100 hombres pedranos. Diáconos, prediáconos y catequistas.  Las y los Tuneletic. Hijas e hijos del Mol Pedro, su Santo Patrón. También había una joven mujer con atuendo chamula. Ella es hija del Mol Juan, su Santo Patrón.

A buen tranco de un Vocho 86, pujando entre primera, segunda en las subidas, y en tercera en las bajadas, saliendo de Sancris  se llega en poco menos de hora y media. Ya no es como endenantes. Ahora la carretera tiene carpeta asfáltica y un fantasma la recorre: El Fantasma de Capitalismo. A principios de la década de 1980, López Portillo decía: “Detrás de las carreteras viene el progreso”. Me cae que tenía razón el presidente que se refería a Chiapas como: “El gigante dormido”. Resulta que por esos caminos de Dios circula a sus anchas la reina de las mercancías: la Coca Cola, la Chispa de la vida. Las aguas negras del imperialismo se venden con un perverso descuento de hasta de un 30% y se consumen a raudales en las comunidades. El logo de la Coca Cola sirve también para dar la bienvenida en la entrada de los poblados. No faltan las amarillas unidades con la carita sonriente de las Sabritas. Coca Cola  y Sabritas: la combinación perfecta para mantener en alto los índices de diabetes que también crece y crece al lado de la tuberculosis (pobreza) y del VIH (migración y relaciones sexuales de riesgo). Circula también el rey de las mercancías: el cemento. CEMEX, la trasnacional mexicana en Los Altos. Es transportado al mercado en tráileres cargados con unas 30 toneladas de sacos de piedra molida y luego calcinada. Y como con dinero baila el perro, también circula Don Dinero en camionetas blindas de seguridad de valores, la mercancía que hace circular a todas las demás. Ni duda cabe que los dineros del Oportunidades se muevan por ese medio. Se desplaza también harto camión volteo o las plataformas con una capacidad de carga de 10 ó 12 toneladas que transportan block de concreto, señal que la industria de la construcción es dinámica. Vehículos que son conducidos al mercado por  asalariados trabajadores del volante.

Al pasar por los caseríos a las orillas de la carretera vemos que dejaron de existir las tradicionales viviendas de bajareque y paja. Desde hace décadas fueron eliminadas por viviendas de concreto. Las hay sencillas y humildes con lámina de zinc, pero también, ostentosas y de diseños en veces agradables y más de las veces espantosas. De una o dos plantas, con ventanales y marcos, eso sí, de aluminio dorado. Muy probablemente de un rico usurero, de un migrante con suerte o de un audaz traficante. Vaya usted a saber. Lo cierto es que en esas viviendas se materializa el status y la diferenciación social en  comunidades para nada horizontales, mucho menos solidarias. ¿Sabía que existen las clases sociales en las comunidades indígenas de Chiapas?

Pasando el lindero con Sancris inicia una atípica autopista que termina 5 kilómetros  adelante. Pa’ mayor seña, en el entronque a la cabecera municipal de San Juan Chamula. Una de tantas estupideces de Juan Sabines para satisfacer a constructores voraces y a los mandones de San Juan que tienen en el Turismo una de sus fuentes de acumulación de Capital Como saben, en la fiesta de San Juan – el Santo Patrón de los chamulas -, estuvo amenizada por el popular conjunto Los Tigres del Norte. Mire usted que una joven chamula estudiante de Historia estuvo en el chou  de Los Tigres y me dijo que “había miles” de indios. ¡Harta interculturalidad posmoderna! ¿Caso noes es lo de hoy? ¡Cómo chingaos que no! Los medios escritos en  San Cristóbal estimaban el arribo de 70 mil personas durante los días de fiesta. Por su parte los Tigres se apoquinaron unos 2 ó 3 millonsejos mientras el gobierno del estado despedía a todos los trabajadores del Centro de Literatura y Lenguas  Indígenas (CELALI). Como si la consigna fuera: Tigres de Norte ¡Sí! CELALI  ¡No!  Y la academia… calladita se ve más bonita.

Adelantito de ese entronque encontrará una gasolinera atípica. Se ha instalado en un terreno de unos 2 mil 500 metros cuadrados  nivelado a golpe de trascabo. Al centro se construyó un techo, fusil del diseño de las gasolineras que PEMEX  ha concesionado a los ricos y/o políticos coletos. No tiene bombas para llenar los tanques de los vehículos. En su lugar hay bidones a tope de su capacidad con 5, 10 y 20 litros de gasolina. Ahí puede comprar el combustible. Como que se han visto lentos los mandones super y recontra  adinerados de San Juan. Sin duda, algún día en ese lugar tendremos la primera gasolinera en territorio indígena… Tiempo al tiempo, cun cun que llevo priesa. Frente a esa sui generis gasolinera (qué mamila) atiborrada de mercancía para el mercado local, está lo que fue la bodega CONASUPO. Por cierto, en el mercado negro del lugar, es decir, Chamula, usted puede conseguir al chas chas un Jetta del año por 12 mil pesotes con su respectiva advertencia de no salir del territorio si quiere evitarse problemas. Aquí la realización del Capital no tiene problemas pues tiene mercados pa’ escoger. Le aseguro que no tendrá dificultades si con el tiempo su vehículo sufre algún percance o se presenta algún problema mecánico o eléctrico, los talleres abundan, al igual que las herrerías, almacenes de materiales de construcción con el logo de la Cruz Azul y franquicias Truper.

Adiós al lodo y al bajareque, adiós al adobe. Varias unidades familiares indígenas de producción de block de concreto ofrecen el producto. A la oferta de materiales de construcción se ha sumado una rareza en el lugar: ladrillos de barro cocido. Tampoco tendrá problemas si necesita varilla, alambrón, alambre de amarre (alambrito como dicen por acá), armex para castillo o cadena. Abunda la oferta de los exitosos tinacos de plástico de diversas capacidades. Para alternar con el fogón, con las estufas ahorradores de leña y estufas de gas, se ofertan alteros de braceros, anafres de lámina, o como usted les diga, para cocinar con o la carbón. Por aquello de las costumbres, también podrá comprar el tradicional pom – incensio o incienso – para quemar en una ofrenda o curación del Ilol en el Templo de Mol San Juan. A lo largo del camino podrá encontrar a diestros trabajadores que explotan los recursos naturales. Arrancan ton – piedra a golpe de marro y cuña. Los leñadores a golpe de hacha arrancan del monte munchas  tareas de leña maciza (algo así como 1.5 metros cúbicos con todo y huecos) que apilan en las orillas del camino y que su destino son convertirse en carbón, los fogones locales o los hornos de pan en Sancris. Todo un negro mercado de la madera que será reducida a cenizas. También podrá comprar  y llevar tablas aserradas a golpe de motosierra y, en renta, morillos (puntales) para la cimbra. Lucen por ahí los carteles de la industria de los agroquímicos: matazacate, insecticidas y fertilizantes. Les digo que eso de la relación de amor y respeto con the mother land es muuuuuuuy relativo. La red de caminos secundarios se ha cubierto de carpetas asfálticas o de concreto hidráulico. ¡No cabe duda que López Portillo era visionario!

En contraste, con la lluvia de temporada la montaña luce brillante, verde y linda, linda con sus incontables matices. Entre muchos el verde vida del chobchobaltik   o milperio jiloteando que  se levanta altivo,  floreando. Pronto habrá ajan  (elote). Ahí se crecen juntos los milenarios ixim, chenek y ch’um (maíz,  frijol y calabaza). Alimentos básicos de autoconsumo, sin embargo, insuficiente para cubrir las necesidades alimenticias de las familias. Se lucen las rojas flores del perenne frijol bótil y ha empezado la cosecha de pera y turrazno. Las flores del lugar y exóticas se lucen multicolores. Es lo mejor en esa milenaria y centenaria región colonizada y capitalista. El día es soleado y se disfruta el cambio de clima y de la vegetación de tierra fría y de tierra caliente. Los perros se siguen atravesando la carretera como perros provocando sorpresivos y serios sobresaltos al vochito  que frena y los esquiva con agilidad haciendo alarde de sus reflejos.  Un tacuats y un poyoy (zorrillo) no corrieron con suerte. Yacían aplastados sobre la capa de asfalto. Las fallas geológicas siguen haciendo de las suyas y rompen la carretera en el mismo lugar de siempre.

Atrás quedó Chamula de donde fueron expulsados por los tradicionalistas miles de cristianos católicos y no católicos. Atrás  quedó el desvío al mundialmente conocido San Andrés Sacamch’en de los Pobres y el poblado de Mitontic – Nitontic  (literal: narices de piedra),  donde, en 1980 y pico, frente al Consejo de Ancianos, Isidro López el aladinado presidente municipal indígena tradicionalista priísta y demagogo – ahora con farmacias de similares en Sancris – ordenó a un grupo de mujeres cristianas no católicas quitarse la blusa para que fueran chicoteadas sus espaldas como castigo por abandonar la tradición. Atrás quedó la cabecera municipal de Chenalhó, tierra de Manuel Arias Sojom: El arreglador del pueblo. Quedó Limatic y el desvió a Chalchihuitán, lugar que, en los 1980 y pico, los caciques indígenas hicieron una matanza, la del poblado de Tzakukum. Ahí los asesinos incendiaron la aldea, asesinaron  a varios tsotsiles y luego les prendieron fuego.

Por fin llego a Yabteclum – Pueblo Viejo. El pueblo de Mariano Ch’en pasado consejo en el municipio rebelde de Polhó. Más adelante está San Pedro de Polhó y más adelante el lugar de la más reciente matanza en Los Altos: La tierra sagrada de Ajte’al. La pequeña plaza – mercado de Yabteclum, como de costumbre está llena de basura. Ha sido sitiada por infinidad de comercios establecidos y flotillas de taxistas están a la espera de viajeros. El templo no se ha movido de su lugar  pero se ha rodeado de los espantosos diseños de los edificios escolares donde la educación indígena bilingüe  capitalista reproduce sus valores. Como buena parte de los templos. Este se ha construido en una loma y hay que subir el graderío. Su fachada mira hacia el sur.  Al oriente  se ubica el salón de actos construido con materiales de concreto, y el añoso y largo edificio donde está la cocina comunitaria con un destartalado fogón ahorrador de leña, la cocina de las religiosas y sus aposentos.

Llego a tiempo. Las hermanas y hermanos están en fila para recibir su ración de frijol, tostada, café o té. La Pastora me emprestó un mi plato y una mi taza para recibir el rancho. Hay que formarse. Las filas me revientan, sin embargo, esta avanzó rápido y pronto estoy dentro de la cocina llena de humo de leña maciza. Las ollonas de frijol, café y té se van vaciando. En una mesa está amontonado el repollo picado. Limito mi ración de frijoles a la mitad. Al probarlos me arrepentí, como nunca, estaban de-li-cio-sos. Que lleno mi jarro de café y me voy a desayunar. Tengo tiempo y termino mi presentación en pogüer point.  Pa tantear el terreno le pregunto a la religiosa cuantas personas estarán en la plática.

 

–          Ciento treinta, me dijo.

¡En la mauser! Digo pa’ mis adentros.

 

¿De qué organizaciones son?

–          Bueno, aquí hay dos grupos, contestó.

 

¡A poco! No me digas que también acá se han dividido, reviro con sarcasmo.

–          Uno es al que le vas a dar la plática. Son gentes de todos los partidos. Creo que la mayoría son del  PRI y también hay de Las Abejas. El otro grupo es el de bases de apoyo y son los Sagrados Corazones pero ellos reciben el curso en otro momento.  

 

¡Signo de los tiempos! 

 

Tuuuuutuuuu… Suena el caracol.

 

Es tiempo de iniciar. Entro al Salón. Su área aproximada es de más de 60 metros cuadrados. Al frente está un gran cuadro con  la Virgen Morena. En las paredes cuelgan carteles que nos recuerdan la Matanza en Ajte’al y en el piso un Altar “maya” compuesto con juncia, flores, mazorcas, semillas de frijol, alverjas, trozos de caña, peras, manzana, guineos, naranjas, limas. Los rumbos están marcados por candelas  encendidas. Una roja al oriente, negra al poniente, amarilla y blanca, una al norte y otra al sur. Al centro había otras dos. Los indios ocupaban el 80% de los asientos, el resto las mujeres. Los viejos portaban caites y la vestimenta tradicional que deja ver sus fornidas piernas. Los adultos y los jóvenes visten el atuendo ladino. Las mujeres portan su atuendo tradicional. Como dicta la costumbre un himno religioso abre los trabajos. Le siguió el ritual de la presentación y el agradecimiento del ponente que, al ver que los mayores compartían el Bankilal,  pidió su ración. Los indios comentan mi atrevimiento. Les gustó. El Bankilal es el Hermano Mayor, el que te cuida y protege.  Está ahí en esa mezcla de tabaco silvestre y picante. Si usted no lo creé no importa. Aquí lo que importa aquí es lo que los indios creen. En algunas celebraciones religiosas católicas, durante la eucaristía, el Bankilal se comparte junto con el Cuerpo de Cristo en la hostia. Ese es el tamaño simbólico del Bankilal.  

Quise provocar la participación del grupo, ver si tenían algunas preguntas y cortante la religiosa me recordó: “Su acuerdo es que tú vas a dar la plática y después ellos harán las preguntas. Gueno. Li modosAcuerdo es acuerdo. Me dije.

Todo estaba listo. Ya no es como antes que, si bien nos iba, llegábamos con papel rotafolio, la cinta masquín y marcadores. Ahora las hermanas y hermanos indígenas han accedido a tecnología. Estaba conectado el cañón, los hermanos bajaron cortinas y desplegaron la pantalla.

Inicié: El Capitalismo es una bestia insaciable que devora todo. A los hombres y a la tierra…

Entonces pa` tratar de explicar cómo se nació  el Capitalismo me regresé al Comunismo Primitivo y ahí empezaron mis los problemas… se proyectaron las diapositivas de los cazadores recolectores y su nomadismo… la “domesticación” del maíz y la agricultura, la producción de excedente y la aparición de los “jefes, cabecillas y abusones” de Harris, o lo que por acá llaman los mandones;  pasé por el Esclavismo muy conocido por ellos por el faraón, Moisés, la liberación del Pueblo de Dios y el Éxodo. Modo de producción en el que se concentraba la tierra y se explotaba la fuerza de trabajo hasta el exterminio. En chinga llegué al Feudalismo con su nobleza, sacerdotes, comerciantes, artesanos, campesinos y siervos. Salté a las culturas precolombinas y sus sociedades hidráulicas despótico tributarias. Luego conté que llegó Colón con La niña, La pinta, la Santa María,  los armados, los  curas. Ahí se jodió más la cosa, les dije.

Fue evidente cómo se les complicó la vida a la traductora y al traductor que se ocupaban de llevar al tzotzil mi docta exposición en español. Para su fortuna, las diapositivas decían mejor las cosas que yo.

Le siguió la Conquista armada de los españoles. La desestructuración de las sociedades en estas tierras, la construcción de las  ciudades españolas sobre las ruinas de la Tenochtitlán. En Chiapas, la derrota de los Chiapa, la entrega de los zinacantecos, chamulas y huixtecos.  La rebelión de los dos últimos y la pacificación en la que participaron españoles, tlaxcaltecas, mexica, chapanecos y zinacantecos.  La imposición de las congregaciones y la encomienda, es decir, la desestructuración de los señoríos de Zinacantán, de Chamula y de Huixtán; la imposición del  Cabildo español, el templo y el Santo Patrón y de la vestimenta a los indios. Por esa puerta habían entrado a la Modernidad.

–          ¿Caso había San Pedro?

–          ¿Caso había las fiestas de santos y vírgenes?

–          ¿Caso había ka’ (caballo)?

–          ¿Caso había vakax (vaca)?

–          ¿Caso había me’ caxlan (gallina)?

–          ¿Caso había cajve (café)?

–          ¿Caso había caña de azúcar?

–          ¿Caso esa era su ropa?

–          ¿Caso había violín, arpa y guitarra?

–          Fray Bartolomé de Las Casas defendió a los indios pero su pecado fue  estar de acuerdo en la esclavitud de los negros.

–          ¿Caso había rerol?

–          ¿Caso había capitán ta ka`?

–          ¿Caso había capitán ta yoc?

–          ¿Caso había martoma?

–          ¿Caso había alperes?

–          ¿Caso había nichim?

 

Entonces, que se arma la gran bulla.

Había rechinado todo el andamiaje que sostiene a la tradición y el costumbre.

 

Tomé nota, seguí y  llegué la Independencia con Hidalgo, la Virgen de Guadalupe como fuerza y guía, el ejército de indios insurgentes; el Imperio de Iturbide, el reacomodo de fuerzas y la pérdida de los derechos que la Corona había otorgado a los indios; después la invasión de los gringos y cómo se atracaron más de la mitad del territorio mexicano. Repasamos la Reforma del indio Juárez. La expropiación de los bienes de la Iglesia. y cómo los indios perdieron más derechos con sus leyes; la invasión de los franchutes y su 5 de Mayo, o sea, su 10 de Mayo por adelantado. Cómo llegó Maximiliano y Carlota. Un timbac, música para que el personal tome un respiro. Continuamos con el otro cabrón oaxaqueño afrancesado de Don Porfis y la primer gran acumulación de capital, la invasión de la inversión extranjera, la explotación de los recursos naturales y el pretensioso  blanqueamiento del país; en Chiapas la entrega de tierras a los alemanes y más despojo pa’ los indios; la muerte de los Yaquis en la península y de los indios rebeldes que iban a morir a Valle Nacional. Llegó la revolufia, asesinaron a Zapata, los ricos ganaron y las condiciones de vida de los indios no cambiaron.

 

¿Continuará?

Un comentario en “Chiapas: El Capitalismo en las comunidades indígenas de Los Altos – I”

  1. Jose Nuñez Hernandez
    27 agosto, 2013 at 14:08 #

    Saludos Morquecho, es una buena leccion

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