La importancia de las redes sociales para procurar justicia

Unas 24 mujeres acudieron el lunes 30 a identificar y denuncia al taxista asaltante de Tuxtla. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Unas 24 mujeres acudieron el lunes 30 a identificar y denuncia al taxista asaltante de Tuxtla. Foto: Isaín Mandujano/Chiapas PARALELO

Tras la captura del taxista atracador de mujeres que operaba en Tuxtla, una vez más se probó el poder de las redes sociales como un instrumento de presión para que las autoridades de procuración de justicia hagan su labor que tienen encomendada.

Claro, esto no hubiera sido posible sin el valor fundamental de su última víctima mientras gozó de libertad e impunidad. Lourdes Albores Figueroa es la mujer que puso fin a las andanzas de Alejandro de los Santos Villatoro, quien tenía como modus operandi sólo asaltar a mujeres, después de llevarlas a un lugar solitario donde las despojaba de sus pertenencias y las abandonaba.

Albores Figueroa tuvo la astucia del volver con su familia al lugar donde había sido asaltada y para fortuna de ella, su victimario regresaba también con otra mujer que se salvó de ser asaltada pues fue detenido por su esposo, hermanos e hijo para ser entregado a la policía.

Albores Figueroa destapo la cloaca de la negligencia y la impunidad que opera en los cuerpos municipales y estatales para procurar justicia en Chiapas. A las 5 de la mañana del domingo me llamó para llorar del coraje y la frustración al enterarse de que su atacante había sido liberado, aún cuando había sido detenido con los objetos que le había robado.

Como usuaria de las redes sociales ella y sus amigos echaron mano de ellas y emprendieron una campaña de denuncia que se replicó como virus en Twitter y Facebook, principalmente. Esto propició que el propio gobernador Manuel Velasco Coello le pidiera personalmente a su procurador Raciel López Salazar que de inmediato atendiera el caso y se capturara al agresor.

López Salazar llamó a su oficina a Albores Figueroa y le garantizó que no habría impunidad. Y así fue, horas después, al filo de las 18:30 horas fue capturado e nuevo en  la colonia Plan de Ayala.

Tras la difusión de su rostro en las redes sociales,  sus víctimas empezaron por doquier. Desde municipios lejanos como Tonalá, Frontera Comalapa y Motozintla, viajaron varias horas para poder estar el lunes 30 de septiembre en las oficinas de la fiscalía metropolitana.  24 mujeres en total llegaron ese mismo día a interponer su denuncia o ratificarla.

De no haber sido por las redes sociales y su impacto efectivo, el taxista agresor en serie todavía siguiera en las calles abusando de las mujeres que solas se confían en tomar uno de los miles de taxis en la ciudad.

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