Los Forbes mexicanos y su fortuna

«No disparen al mensajero» (Steve Forbes)

Siempre que Forbes publica la lista de multimillonarios genera polémica, pues se piensa que es un insulto para los pobres que pueblan el planeta Tierra. El capitalismo genera desigualdades inaceptables, pero, hay que matizar: los sistemas anteriores también las generaron; entonces, éstas no son patrimonio capitalista, pues incluso los regímenes llamados socialistas produjeron iniquidades entre el ciudadano de a pie y la nomenklatura. Es más, se puede conjeturar que las diferencias económicas eran más fuertes en otros sistemas de lo que son ahora; es decir, la distancia era superior en las economías feudales del medioevo entre los nobles y los siervos. Además, éstas eran aun más injustas, pues se transmitían de generación en generación; no había la mínima movilidad social, los contrastes de ingresos se perpetuaban y estaban prácticamente definidos desde su nacimiento.

Se dice que cuando Bertie Charles Forbes (1880-1954) publicó la primera lista de millonarios -en 1915- los aludidos lo buscaron para reclamarle por el cálculo y la posición. Su invariable respuesta era: “Mándame tus datos para la lista del año siguiente.” Así construyó esta histórica base de multimillonarios que publica año con año y que nunca está exenta de polémica. La más memorable es la que incluye a Fidel Castro, pues la publicación citaba como del líder empresas del Estado cubano. Sin embargo, casi nunca un gobierno ha reaccionado como lo hizo México por la aparición de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en la lista en la época en 2009. El presidente en ese momento Felipe Calderón, el procurador Eduardo Medina Mora y secretarios de Estado se fueron contra la revista, más o menos en la misma tónica que cuando se lanzaron a la yugular de Carlos Slim por haber realizado comentarios no del agrado del gobierno; eso era un indicador que el gobierno estaba temeroso y era débil, pues lo mismo sucede cuando el gobierno estadunidense o alguno de sus integrantes emite alguna opinión acerca de México; ahora es con lo del espionaje, no están en contra de espiar ni del espionaje que el gobierno de México también realiza, sino que se vean sus nexos con actividades no lícitas. Se lanzan a descalificar. La pregunta no es cómo obtuvo Forbes los datos, que para eso tiene argumentos de seguimiento de cuentas y estimación del negocio (El Chapo no va a tener su dinero abajo del colchón, como Zhenli Ye Gon, quien guardaba su dinero en efectivo), sino podemos decir que si el gobierno presume son falsos debió mostrar evidencias de que, efectivamente, lo eran. Lo raro no es que El Chapo esté en la lista, sino que no estuviera; quizá hay otros más que son y no aparecen, pues con un negocio así es paradójico que no aparezcan más en la lista de Forbes.

Acerca del capitalismo se puede decir que es el sistema que más movilidad ha creado, y lo podemos constatar con las listas de los ricos de hace casi un siglo, 1915.

Personas más ricas de Estados Unidos en 1915 y 2013 en miles de millones de dólares

1915 Fortuna 2013 Fortuna
Nombre Valor Nombre Valor
John D. Rockefeller

105,910

William Gates III

72,000

Henry C. Frick

20,746

Warren Buffett

58,500

Andrew Carnegie

17.648

Lawrence Ellison

41,000

George F. Baker

13,239

Charles Koch

36,000

William Rockefeller

13,239

David Koch

36,000

Edward S. Harknees

11,028

Christy Walton & family

35,400

J. Odgen Armour

11,028

Jim Walton

33,800

Henry Ford

7,943

Alice Walton

33,500

Willliam K. Vanderbilt

6,619

S. Robson Walton

33,300

Edward Green

6,619

Michael Bloomberg

31,000

E. H. Harrimann

6,619

Sheldon Adelson

28,500

Vincent Astor

6,619

Michael Dell

12,300

James Stillman

6,183

Jeff Bezos

27,200

Thomas F. Ryan

6,183

Larry Page

24,900

Daniel Guggenheim

6,183

Sergey Brin

24,400

Charles M. Schwab

6,183

Forrest Mars, Jr.

20,500

J. P. Morgan

6,183

Jaquelinne Mars

20,500

Sage Rusell

5,295

John Mars

20,500

Cyrus Jr. McCormick

5,295

Carl Icahn

20,300

Joseph  Winder

5,295

George Soros

20,000


Fuente: Los datos de 1915 son adaptaciones de los tomados de Forbes hechas por Bradford Delong, de la Universidad de Berkeley, citadas por Xavier Sala –i–Martín. Los de 2013 provienen de la última lista de Forbes. En 1915 Rockefeller tenía 1,200 millones de dólares, que actualizados son equivalentes a 105,910 millones (cifra no arbitraria, pues resulta de la conversión con el deflactor implícito del PIB de USA). Por tanto, si Rockefeller viviera en esta época, sería casi 50 por ciento más rico que Bill Gates.

 

Salta a la vista que ninguno de los apellidos de la lista de 1915 aparece en la de 2013. Las grandes fortunas de principios del siglo XX (Rockefeller, Ford, Morgan, Carnegie, Vanderbilt, etcétera) desaparecieron de las listas de Forbes en menos de un siglo. Los nuevos millonarios de Estados Unidos han hecho fortuna en el campo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, excepto algunos que la hicieron especulando, como George Soros. Muchos de los nuevos ricos están ligados a la revolución tecnológica en curso (Bill Gates, Lawrence Ellison, Michael Bloomberg, Michael Dell, Sergei Brin, Larry Page, Steven Ballmer, etcétera), otros al petróleo (Koch), los Walton a Wal-Mart y algunos al sector financiero.

Si ese mismo ejercicio fuera practicado con México seguramente daría como resultado que la movilidad es menor y, si se le efectuará en Chiapas, resaltaría que las mismas familias que eran ricas en el siglo XIX lo siguen siendo actualmente y que la movilidad es más escasa. Seguramente muchos de ellos son y nacieron ricos porque heredaron fortunas y las supieron administrar; algunos otros dejaron de serlo porque despilfarraron, pero eso sí, seguro, nada han aportado a la humanidad como los señores de las tecnologías de la información y las comunicaciones, pues las fortunas de aquí son producto del linaje como en el medioevo, y algo así se reproduce en la esfera política. Ése es un signo de atraso, otro indicador negativo en Chiapas, pues no hay movilidad social y la clase política casi es la misma.

Si se analiza la crisis y sus efectos sobre los multimillonarios mexicanos, resulta que también los ricos fueron afectados por la crisis financiera global porque sus acciones fueron desvalorizadas. Es decir, la crisis significó una destrucción masiva de signos de valor (capital ficticio) y algún cambio de manos de dinero, pues parte de éste que se evaporó es como la energía, no se crea ni se destruye, únicamente cambia de manos; el otro se evaporó y destruyó, se desinfló (ver gráfica). Paul Krugman (Premio Nobel de Economía 2008) estima que aproximadamente unos 400,000 millones de dólares del sistema financiero desaparecieron (algunos fueron de mexicanos). Uno de los que más perdieron con la crisis de 2008-2009 fue Carlos Slim, con alrededor de 25,000 millones de dólares. En 2013 ya ha recuperado eso y tiene más dinero aun.

ricos de mexicoAdemás, en  el caso mexicano desaparecieron de la lista de Forbes de 2008 porque perdieron dinero y no entraron en el club exclusivo en 2009 Isaac Saba Raffoul y familia y Lorenzo Zambrano y familia. Apareció uno nuevo, El Chapo Guzmán. Se puede desprender algo interesante y siniestro. Los ricos en México son las familias tradicionales (Bailleres, Arango, Larrea, Azcárraga); otros son beneficiarios de las privatizaciones (Slim, Salinas Pliego, Roberto Hernández) y el otro es El Chapo Guzmán. Es decir, unos son ricos por linaje, algunos por la venta del patrimonio nacional y la corrupción a ella asociada en el salinato y otros por el negocio más rentable en los últimos años, el “narco”.

La movilidad social es escasa en esas esferas en México; hay barreras a la entrada de ese exclusivo club de ricos y cuando llega otro advenedizo como El Chapo protesta hasta el presidente de México. No se indignan porque se haya convertido en rico en los gobiernos panistas (Fox y de Calderón) y príistas (Salinas, Zedillo y lo que va de Peña Nieto), sino porque está en la lista de Forbes, que no emite opiniones éticas o morales, únicamente da listas de fortunas, no cómo las obtuvieron, pues de ser así no las habría o serían muy reducidas.

En México y en el mundo hay delincuentes de cuello blanco, como quedó al descubierto en Wall Street con la crisis actual, y personajes que emergen, como Bernard L. Madoff y otros. ¿Cuál es la diferencia entre la conducta de estas personas y las de los “narcos”, el crimen organizado y la corrupción política? México es un país donde al fraude de cualquier tipo se le califica como “viveza”, lo cual se resume en la expresión: “El que no transa no avanza.” La viveza y la transa son admiradas y vivos son quienes abusan y no respetan reglas, así sean narcotraficantes, pandilleros, gobernadores, presidentes, ministros, políticos, magistrados, jueces, rectores, periodistas, religiosos o millonarios.

Juan Sabines Guerrero, por ejemplo, es vivo para muchos chiapanecos, para los que dictaminan la cuenta pública, el Órgano Superior de Fiscalización del Congreso del Estado (OSFCE), así como de la Comisión de Vigilancia del mismo Poder Legislativo y para el gobierno actual del Güero, pues sabe robar dirán y para ellos que tienen los valores invertidos es viveza; si Sabines apareciera en la lista Forbes dirían pasaría el límite de la viveza y sería un chingonazo. ¿Cuál es la diferencia? Cómo decía Bertolt Bretch: “Más grave que asaltar un banco es fundarlo”, o Carlos Marx: “Al capital le horroriza la ausencia de beneficio. Cuando siente un beneficio razonable, se enorgullece. Al 20% se entusiasma. Al 50% es temerario. Al 100% arrasa todas las leyes humanas y al 300% no se detiene ante ningún crimen”,  o Abraham Lincoln: “Yo tengo dos enemigos: el ejército sureño en el frente y los banqueros en la retaguardia. De los dos, el de la retaguardia es mi gran enemigo”, o Thomas Jefferson: “Yo creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes.” “La dinámica de las burbujas de mercado no es delito” (Claudio Loser, ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI), aunque arruinen a países enteros. Hay que matizar: la violencia que padece México es culpa de un proceso de descomposición social y moral del país producto de la impunidad en todos los órdenes de la vida pública y la falta de respeto a la institucionalidad y el Estado de derecho.

A la vuelta de 31 años de neoliberalismo, se tiene un país estancado económicamente y de los que menos crece en América Latina, una de las economías con mayor vulnerabilidad estructural para enfrentar las crisis recurrentes, uno de los países con mayor desigualdad regional y mayores niveles de exclusión, marginalidad y fragmentación social, agobiado y secuestrado por la delincuencia y, con mayor desesperanza, una clase política cortoplacista, cleptómana y sin capacidad de impulsar un modelo económico que propicie un nuevo pacto social que conduzca a la reconstrucción del tejido social y a una mayor cohesión.

Si se analiza la desigualdad, aunque lacerante, era peor en otros tiempos, e incluso la distancia entre Rockefeller y el millonario pobre, como Joseph Winder, era mayor en 1915 que la de 2013 entre Bill Gates y George Soros. Ello no es para glorificar al capitalismo, ni se espera se tome así, sino para decir que hay menos movilidad social en los regímenes más atrasados. Chiapas puede ser un buen ejemplo de atraso y de casi inmovilidad social, parecida a las sociedades de castas donde el destino viene unido a la cuna donde se nace. Cualquier alternativa de desarrollo debe romper ese círculo vicioso e incorporar a las masas excluidas, principalmente a los indígenas, quienes están excluidos hasta de la Universidad pública.

En Chiapas el desarrollo del capitalismo sería un avance fenomenal, que se rompieran las relaciones de servidumbre que prevalecen en la sociedad y en los medios sería ya un giro copernicano. No quiero decir que Chiapas no sea capitalista, sino que tenemos un capitalismo pichurriento que arrastra muchos rasgos feudales. Es decir, tenemos sus vicios pero no sus virtudes.

 

 

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3 Comentarios en “Los Forbes mexicanos y su fortuna”

  1. Luz Bermúdez
    29 octubre, 2013 at 1:44 #

    Jorge: coincido con Abraham en que el final de tu artículo parece confuso en cuanto a los «avances» y las «virtudes» que el capitalismo pueda brindar a Chiapas. ¿A qué te refieres en concreto?
    Por otro lado me parece que ya no puede eludirse un estudio serio y profundo sobre esa «familia chiapaneca» de la que desde hace décadas se habla como una entidad centenariamente fantasmal -sin desglosar su composición, variaciones, alianzas y rupturas-. Faltan al menos tablas y gráficas como las que aquí aparecen a escala mundial y nacional. En ese caso coincido con Jorge en cuanto a que debe ser un estudio pluridisciplinario y plural… ¿Cómo le hacemos?

  2. Abraham Gomez
    28 octubre, 2013 at 21:00 #

    ¿Cuáles son las virtudes del capitalismo? ¿De qué socialismo habla usted? Está bien que usted sea un apologista del capitalismo, pero ¿no es contradictoria su postura, sobre todo porque usted se la pasa criticando al neoliberalismo? Le recuerdo que el neoliberalismo no es sólo una postura económica sino ideológica: es el» pensamiento único», el «fin de la historia». Por el contrario, en Chiapas el desarrollo total del capitalismo sería un avance «fenomenal» en tanto no se romperían las tradicionales relaciones de servidumbre que prevalecen en la sociedad, etc.

  3. JORGE AVILA NUÑO
    28 octubre, 2013 at 11:35 #

    Qué gran análisis has proyectado mi estimado Jorge Alberto López Arévalo. Es todo un estudio que cubre los ángulos más puntillosos de lo que es la economía global. Por cierto, al hablar de los Rockefeller, Ford, Morgan, Carnegie, Vanderbilt, me lleva a recomendar precisamente unos videos editados según recuerdo por National Geographic y que narra el inicio del capitalismo en los Estados Unidos de Norteamérica, y todos sus pormenores. La forma cruda de actuación de cada uno de ellos, pasando por cualquier persona o institución para lograr sus fines.
    Los recomiendo ampliamente. En cuanto al estado económico de Chiapas, claro que amerita un análisis tal como lo empiezas a realizar, pero hay necesidad de que no seas tú el único que lo haga. Se requieren más voces, plumas y pensamientos analíticos y críticos para alcanzar el objetivo final de transparencia. Tú ya diste el primer paso.

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