La palabra de las víctimas vale
En 2013, la titular de Instituto Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz Sánchez, declaró: “Se acabó el tiempo de la impunidad para los agresores”. Sin duda, el auditorio donde lo dijo retumbó de aplausos por el deseo de que esto sea cierto. ¿Quién nos iba a decir que la esperanza de ese momento se desvanecería tan rápido?
Tal declaración la hizo el pasado 29 de octubre durante la inauguración del Foro de Consulta para la Elaboración del Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
Sin embargo, para el 9 de diciembre, la justicia para las mujeres se hizo a un lado para darle paso a la impunidad y protección al agresor.
Así, una joven de 20 años, quien denunció ante la Agencia 50 de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) la violación de la cual fue víctima, pasó a convertirse en victimaria, según las autoridades, y a ser juzgada por homicidio con la simple imputación de un hombre.
Su nombre es Yakiri Rubí Rubio. Desde el primer momento en que logró escapar de su violador, Yaki, como le llaman su familia y amigos, declaró que había sido violada por un sujeto que la amagó e hirió en el brazo con una navaja de doble filo.
Explicó que en la lucha por defender su integridad y su vida hirió a su agresor con la misma navaja con la cual había sido agredida; su agresor murió y aún no hay la certeza que el deceso ocurrió por las heridas que en legítima defensa realizó Yakiri.
Sin embargo, para la PGJDF su dicho no valió, fue desdeñado y ella fue consignada en 12 horas por homicidio calificado.
Nuevamente el prejuicio sobre las víctimas de violación apareció. Sin importar las huellas de violencia que mostraba el cuerpo de Yaki, hoy ella enfrenta en prisión un proceso injusto en su contra, lo cual ha desatado indignación entre la sociedad capitalina.
Se creó el Comité Ciudadano por la Libertad de Yakiri, el cual el pasado 17 de enero dio a conocer 10 irregularidades en las que han incurrido la PGJDF y el Juzgado 68 de lo penal.
A Yaki se le ha negado hasta el día de hoy el debido proceso como víctima de violación, negándole el ser valorado su dicho sobre la violación cometida en su contra, violando con ello todos los estándares internacionales que sobre la materia existen y los cuales fueron firmados por el Estado mexicano, convirtiéndose en ley de acuerdo con el artículo primero constitucional.
Yaki debe estar libre y ser tratada como víctima. Cada día que ella está en la cárcel es un agravio para todas las mujeres que vivimos o transitamos en la Ciudad de México, mujeres que hemos logrado avances fundamentales para demostrar que el dicho de las víctimas de violación debe ser tomado en cuenta y valorado.
Mientras Yaki siga en la cárcel, la legítima defensa de las mujeres seguirá siendo criminalizada y con ello privilegiando la impunidad para los agresores. Las palabras de la titular del Inmujeres no deben quedar en un discurso y deben ser puestas en práctica ya, para dejar en libertad a Yakiri.
Twitter: @lagunes28
*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.
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