“De mi cuenta corre que se lo cargue la chingada»: José Luis Soto de la Torre

En el plantón  de Acala, instalado  desde hace  más de dos meses, los manifestantes no dejan de cuestionar los padrinazgos y amarres políticos de Dagoberto Santiago con los grupos políticos estatales y municipales ligados al Partido Verde Ecologista de México.

En el plantón de Acala, instalado desde hace más de dos meses, los manifestantes no dejan de cuestionar los padrinazgos y amarres políticos de Dagoberto Santiago con los grupos políticos estatales y municipales ligados al Partido Verde Ecologista de México.

Las palabras del subsecretario de Atención Municipal  de la Secretaría General de Gobierno,  José Luis Soto de la Torre retumbaban  y enardecían el encuentro, en aquella atmósfera  contaminada por el conflicto de Acala.

  El conciliador de la Secretaría General de Gobierno, el político de la vieja escuela, rezumaba altanería, prepotencia  y soberbia con cada palabra amenazante e intimidatoria, lanzada contra las autoridades ejidales y regidores del ayuntamiento  del municipio de Acala,  donde con protestas y  unplantón  de más de 2 meses, exigen la destitución del alcalde panista Dagoberto Santiago Román Flores (PAN), acusado de proteger a los responsables del homicidio del joven campesino José Rolando Pérez de la Cruz, como último agravio de una cauda de acusaciones en su contra.

    El rostro del médico, uno de los responsables políticos del gobierno de Chiapas de tejer fino  para establecer pactos de  convivencia y buena vecindad  entre los pueblos, se congestionaba de ira, cercado  y cuestionado como estaba, la media tarde del pasado 6 de mayo, en una de las oficinas alternas de  la Secretaría General de Gobierno.

 “De mi cuenta corre que se lo cargue la chingada, son sus últimos días como comisariado ejidal; de mi cuenta corre: ya no tendrá más ningún puesto, lanzó sus dardos flamígeros contra el   comisariado ejidal de Acala  Carlos Velasco.

   Su cólera  la había desatado  las seguidillas  de tizones  verbales que le descargó Velasco.

   Yo no sé cuántos años tenga usted, pero a su edad no le digo más: usted es un bandido, sinvergüenza, ratero, y está de acuerdo para que no se haga justicia.

   Soto de la Torre, funcionario público y  pieza política  de diversos gobernantes,  mascullaba de rabia.

    En el paroxismo de su furia, sus monosílabos, acompañados  de tamborileos al escritorio  y  tronidos de dedos, sólo  acertaban a martillar:

    Si estoy aquí es por alguien; éste hasta aquí llegó.

   Minutos antes, el comisariado un hombre chaparrito, fornido y resuelto le había deslizado sobriamente al médico: Usted pidió pruebas de las acusaciones, ya le trajimos lo del fallecimiento de José Rolando, lo del desfalco y la orden de aprehensión contra Dagoberto Santiago, para que se proceda, qué más quiere usted?

   Los reclamos surgieron también de la indignada garganta de don Antonio Pérez Martínez, padre del extinto el 1 de marzo pasado, cuando fue arrestado por la policía local y trasladado a la cárcel municipal, por una presunta falta administrativa.

  Yo no necesito el dinero de nadie, no es dinero lo que buscamos, ustedes nos quieren comprar, lo que queremos es que salga Dagoberto Santiago, porque son ellos son los que mataron a mi hijo.

   En  la confusión de  su taquicardia verbal y con voz pastosa, el negociador alcanzó advertirle al regidor Enrique Pérez López  susfórmulas políticas para reconciliar a Acala.

    Aquí no tienes más que dos cosas:  entregas las presidencia municipal y se dará la vitalicia a la viuda y la niña, con eso les basta no habrá más.

    En su cascada  de propuestas, el médico  le había lanzado la amenaza al servidor público municipal que acatara  tales indicaciones, si no quería salir perjudicado con las repercusiones de la multa de 247 mil pesos a cargo del Ayuntamiento por incumplimiento en la entrega de la cuenta pública local.

   En el plantón  de Acala, instalado desde hace  más de dos meses, los manifestantes no dejan de cuestionar los padrinazgos y amarres políticos de Dagoberto Santiago con los grupos políticos estatales y municipales ligados al Partido Verde Ecologista de México, a semejanza de lo que ocurrió con el depuesto presidente municipal de El Parral, Ramiro Antonio Ruíz González, quien después de más de tres meses de plantón fue relevado por un concejo municipal.

   Recrean la escena melodramática de Soto de la Torre defendiendo a tope a  Dagoberto Santiago en la pasada reunión con el comisariado y los regidores.

 Parecía jabalín encuevado defendiendo  a  la cochitada salvaje; este hombre que toda la vida ha servido al gobierno, cómo podría bajar al pueblo, atender nuestras demandas y darnos la razón?

Un comentario en ““De mi cuenta corre que se lo cargue la chingada»: José Luis Soto de la Torre”

  1. El poder de la palabra.
    25 mayo, 2014 at 13:56 #

    Eso es tener huevos y bien puesto al decirle ese pedazo de ojete la puritita verdad.

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