Chiapas, Guerrero y Oaxaca; por una estrategia de desarrollo regional

Desequilibrio

 

La guerra de secesión en Estados Unidos tuvo causas complejas; pero un factor que inclinó la balanza fue la manera en que el norte y el sur crecieron; Rhett Butler -es decir Clark Gable- en algún momento de la mítica película “Lo que el viento se llevó” se muestra exceptico ante el entusiasmo de los sureños por ir a la guerra y comenta que nunca ha visto en el sur una fábrica de municiones. Y es que en el momento de la guerra civil americana, el sur cultivaba arroz, caña de azúcar y tabaco que generalmente exportaba a Europa; pero no tenía trabajadores calificados, las fábricas estaban en el Norte que concentraba las tres cuartas partes de la riqueza que Estados Unidos generaba.

En la Inglaterra de los años 60s del siglo pasado, el entonces primer ministro dijo con toda la vehemencia posible que estaba determinado a evitar que dos naciones existieran en su propio país; un norte pobre y un sur rico. Las diferencias de desarrollo documentadas en Inglaterra comenzaron en el siglo XVIII y en la actualidad aún hay contrastes, tantos que académicos ingleses dicen que en su patria hay un norte que tiene islas de prosperidad en un mar de pobreza y un sur donde el mar es de opulencia; y que además, el contraste es cada vez mayor.

Esto porque en Inglaterra, durante gran parte de los últimos 20 años el crecimiento de la economía ha llegado del impulso de dos sectores en el gasto público: salud y educación, y el sector servicios privados. El norte se ha beneficiado solamente de la primera parte y estos recursos han ido menguando con el tiempo. Mientras el sur concentra apoyos gubernamentales para la innovación y el emprendimiento.

Eduardo Galeano consigna que “Forza Vesubio” o “ Bienvenidos a Italia; lávense los pies” era lo que gritaban los “tifosis” de los equipos del calcio italiano cuando el sureño club Nápoles de Diego Maradona llegaba a jugar contra los poderosos equipos del norte.

Desde que se unificó Italia, la brecha económica entre el norte y el sur no se cierra; debido a su componente agrícola, en el sur no tuvo una reforma agraria, pero si altos impuestos -como en el resto del país- y ninguna medidad proteccionista para los productores agrícolas; muchos de los cuales emigraron hacia Estados Unidos o Sudamerica sobre todo.

Conocido es que Mussolini acabó con las mafias del sur; pero que las fuerzas aliadas de la II Guerra Mundial alentaron el regreso y protagonismo de las “familias del bajo mundo”. En los años 50s las autoridades crearon el plan para industrializar el sur invirtiendo el 60 por ciento del total del presupuesto; pero como este solamente se iba a asistencia social; el sur italiano se hizo dependiente de los subsidios, situación que perdura hasta la fecha.

 

Y así pudiéramos seguir comentado las particularidades del desarrollo de cada país.

Pero lo evidente es que el desarrollo no se circunscribe a la posición geográfica de que regiones de un país se ubiquen en el norte o del sur. Más bien responde a momentos o circunstancias históricas que distorsionaron la homogeneidad de las regiones y que no pudieron corregirse.

Esto dio paso a desigualdades, dualidades en el desarrollo y a cuestiones de tipo cultural como el racismo y la discriminación que es evidente en muchas partes del mundo hacia el interior de los países. Por ejemplo en México hubo alguien que se atrevió a decir que en el norte estaban los trabajadores y en el sur habitaban los holgazanes.

Por eso México no escapó de este fenómeno, el norte está conectado al mercado económico de consumo más grande del mundo que es Estados Unidos, mientras que el sur practicamente no tiene industria y el sector servicios es incipiente (ver http://goo.gl/BVI2xz).

 

En el mundo a pesar de estas distorsiones;se puede demostrar que -con éxito o sin él- muchos países han intentado vía las políticas públicas, diseñar estrategias para evitar el atraso de sus regiones más rezagadas.

A entender de un servidor; en México esto no ha sido ni siquiera intentado porque todo se ha quedado en buenas intensiones.

Para muestra un botón: conocida la vulnerabilidad, la porosidad y todos los problemas de la frontera sur, hace un año se anunció la llegada de lo que se consideró el “Zar de la frontera sur”; pero como consignó el periodico “El Universal” del dicho Zar no hay rastro, pero en el presupuesto de egresos de la federación para este año, su oficina contó con un presupuesto de mas de 102 millones de pesos (http://goo.gl/uw2M9l).

Hay entonces un modelo de desarrollo que no es el adecuado, porque está orientado al mercado exportador americano, -conectado al norte del país- país al que destina México cerca del 80 por ciento del total de sus exportaciones. Mientras que en el sur sureste (Chiapas, Guerrero y Oaxaca) se subsiste con programas sociales y poca inversión productiva federal.

En otras palabras, el enfoque -de las autoridades- que se tiene en México es de políticas públicas sectorizadas y/o focalizadas, pero no de desarrollo estratégico, regional y a largo plazo que desemboque en una agenda nacional del desarrollo que termine con las disparidades de nuestras regiones especialmente como ya comentamos, la del Sur Sureste.

 

En este sentido; ¿qué elementos debemos considerar para que nuestra región salga del subdesarrollo nacional?

Se necesitan por lo menos que las políticas públicas nacionales cumplan con cinco condiciones esenciales:

  1. Disminuir lo más razonablemente posible la brecha del rezago social con el norte.
  1. Aprovechar nuestras ventajas competitivas y comparativas (o sea la vocación productiva y lo que hacemos mejor que otros estados).
  1. Mejorar nuestra competitividad en dos vertientes: uno, impulsando a los sectores que pueden generar empleo y al mismo tiempo desarrollando nuestro capital humano a través de la educación.
  1. Integrarnos mejor con el resto del país a través de mejores comunicaciones; porque esta debe dinamizar los mercados locales y conectarlos con el exterior. (Para el caso Chiapas ver texto de Andrés Aubry http://goo.gl/B3ErwD y serie completa: http://goo.gl/wNXGZg http://goo.gl/Z01aB6 http://goo.gl/taHPx3 http://goo.gl/TsUiqC http://goo.gl/f8naNO
  1. Lograr un verdadero federalismo y una cooperación efectiva entre los tres estado del Sur Sureste por lo menos a través de tres mecanismos: la Cámara de Diputados y sus comisiones, la Cámara de Senadores a través tambien de sus comisiones y la Comisón Nacional de Gobernadores (CONAGO).

Esta identificación de las condiciones esenciales permite integrar lo que hoy son políticas públicas sectorizadas. Esto puede ser posible si se entiende que el desarrollo regional involucra en un mismo espacio territorial varios elementos que promueven las políticas públicas pero que hoy lo hacen dispersas: por ejemplo los programas de desarrollo económico y de impulso a la competititividad, los asuntos ambientales, de desarrollo urbano y rural.

Si hay política de desarrollo regional, hay política de desarrollo territorial y por tanto impacta también en la inclusión y el desarrollo social.

Dos cuestiones que Guerrero, Oaxaca y Chiapas necesitan fortalecer con urgencia.

En el Sur Sureste concentramos población dispersa y eso encarece el la construcción de infraestructura, tenemos más gente que el resto del país debajo de la línea de pobreza, más gente analfabeta, es decir nos falta desarrollar capital humano; y para no alargarnos; cualquier indicador que mida pobreza, bienestar o desarrollo económico tiene a Chiapas, Guerrero y Oaxaca disputándose los últimos lugares nacionales.

 

Para salir de ello ¿Qué necesitamos hacer?

Sencillamente necesitamos conectarnos con el resto del país para que a las empresas que generan producción masiva de bienes se les haga atractivo llegar e invertir en Chiapas y el Sureste y pasemos a traer fábricas a la región y no solo grandes almacenes departamentales que solo dan empleos (muchas veces mal pagados) y las ganancias se las llevan a donde radican fiscalmente.

Esa experiencia en Chiapas ya la tenemos con la CFE y PEMEX y no aprendemos. CFE todavía cobra tarifas que muchos tachan de abusivas y PEMEX solo concentra obra en cinco municipios.

Se necesita entonces abaratar nuestros costos locales de producción para pasar a construir procesos que en economía se llaman “autocentrados”. Por ejemplo si en un lugar instalo una fábrica de aviones, requeriré empleados, pilotos de pruebas, administradores y un largo etcétera que necesitarán escuelas para sus hijos, requerirán bienes raíces, enseres domésticos, entre otras cosas que obligarán al establecimiento de nuevos negocios, fábricas y servicios y esto repercutirá en los salarios y por tanto en el nivel de vida; es decir fomentarán la inversión privada.

En el Sur Sureste existe mucha derrrama económica, pero esta se va a subsidios sociales que son necesarios y se necesita fortalecerlos. Pero eso es solo el gasto público. Lo que se necesita que ese gasto social se combine con desarrollo de proyectos de infraestructura de impacto regional que impulse la producción para que a su vez se potencializen las oportunidades de empleo formal dejando atrás el informal y que se fortalezcan nuestras ciudades como mercados locales.

Gasto social sí; pero más y mejor y acompañado de gasto para la inversión productiva y desarrollodo de infraestructura de comunicaciones; otorgando incentivos para que las grandes empresas consideren atractivo invertir en Chiapas y todo el sureste.

Es hora de dejar atrás el paternalismo y el Sur Sureste debe hacerlo unido, no cada estado por su lado y debe hacerlo con visión y estrategia para que el desarrollo sea sostenible.

Twitter: @GerardoCoutino

Correo: geracouti@hotmail.com

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