Sociedad y ambiente: Propuesta para la gestión intermunicipal de residuos y sólidos

Los resultados muestran una radiografía de los patrones de consumo de los habitantes de estas poblaciones identificando cantidad, variedad y frecuencia de generación, según estratos socioeconómicos.

Los resultados muestran una radiografía de los patrones de consumo de los habitantes de estas poblaciones identificando cantidad, variedad y frecuencia de generación, según estratos socioeconómicos.

A pesar de que la diaria realidad, nos inunda con miles de toneladas de basura que potencialmente constituyen un problema ambiental, una fuente de recursos económicos y energéticos, los estudios sobre su cuantificación, clasificación y tratamiento son muy pocos.

Lo anterior afirmó Carlos Uriel del Carpio Penagos, doctor en Ecología y Desarrollo Sustentable, al hablar del libro digital Sociedad y ambiente: Propuesta para la gestión intermunicipal de residuos y sólidos, escrito en coautoría con Lorenzo Franco Escamirosa Montalvo, doctor en Arquitectura, digitalizado por la Universidad Autónoma de Chiapas, y presentado en el marco de la 4ª Feria Internacional del Libro Chiapas- Centroamérica.

El libro condensa los resultados de investigación y las propuestas derivadas de un proyecto realizado a lo largo de 2003 y 2004 en el que se incluyen casos sobre generación y disposición final de residuos sólidos domiciliarios en las ciudades de Ocozocoautla, Berriozábal, San Fernando, Osumacinta, Chiapa de Corzo, Suchiapa y Acala También se incluyen Arriaga, Tonalá y Pijijiapan. En estas localidades del Centro y Costa de Chiapas, respectivamente, se hicieron estudios de la composición, el peso volumétrico, la recolección y disposición final de la basura.

Los resultados muestran una radiografía de los patrones de consumo de los habitantes de estas poblaciones identificando cantidad, variedad y frecuencia de generación, según estratos socioeconómicos.

También proporciona conocimiento acerca de la capacidad de los ayuntamientos municipales para recolectar y darle un tratamiento final a la basura, evaluando equipos, rutas, costos y condiciones de los tiraderos municipales.

Otro aspecto estudiado fue lo referente a los llamados “pepenadores”, de estas localidades que obtienen sus ingresos de los residuos sólidos. Familias enteras que trabajan y viven en los tiraderos, obtienen sus alimentos, sus muebles, materiales de construcción e ingresos monetarios, es decir, un segmento considerable de población ha hecho de los residuos sólidos la base de su reproducción social. Son cientos de familias que viven en las peores condiciones de insalubridad que alimentan una industria del reciclaje que genera varios cientos de millones de pesos anualmente. Un tema todavía no estudiado por los economistas pero que el libro descubre como un campo de investigación.

Aún más, los sitios donde se ubican los tiraderos resultan ser, en algunos casos, inadecuados con respecto a la cercanía del centro de población, los vientos dominantes, a las pendientes, al tipo de suelo, a la cercanía de fuentes superficiales de agua, ya que los tiraderos a cielo abierto no solamente son generadores de fauna nociva, sino también de compuestos químicos que se producen durante el proceso de degradación de los residuos, los llamados lixiviados, que pueden llegar a ser altamente tóxicos, los cuales, pueden contaminar ríos, arroyos y lagunas, así como las aguas subterráneas entre otras calamidades derivadas de la basura y su mal manejo.

Los autores proponen dos recomendaciones de orden técnico y político. Primero: hacer eficientes las rutas de recolección; localizar y seleccionar los mejores sitios de disposición final, considerando distancias, vientos dominantes, tipos de suelo, pendientes, presencia y ausencia de cuerpos de agua, entre otros; diseñar de acuerdo con normas oficiales, los sitios de disposición final y analizar y controlar lixiviados. Segundo: manejo intermunicipal de residuos, es decir, que los ayuntamientos colindantes usen un mismo sitio de disposición final con la finalidad de concentrar en pocos sitios la mayor cantidad posible de residuos, reduciendo el impacto ambiental al mismo tiempo que potenciando las posibilidades de generación económica y energética de los sitios.

El problema ambiental que representa las miles de toneladas de basura doméstica no se ha resuelto en los 10 o 12 años transcurridos desde que se realizaron estas investigaciones. El problema sigue creciendo. Probablemente se ha generado más legislación al respecto, pero nuestros ecosistemas siguen deteriorándose y nuestra indiferencia es también mayor.

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