De Tuxtla Gutiérrez a Tuxtla Kardashian

Tuxtla Gutiérrez, Diciem,bre/2014. Foto: Jacob García.

Tuxtla Gutiérrez, Diciem,bre/2014. Foto: Jacob García.

Todo comenzó con un video. A partir de ahí, la historia de este personaje se vuelve conocida y su popularidad se masifica aunque por motivos cuestionables. El video le muestra en situaciones comprometedoras, y es muestra de lo obsceno;  es ejemplo de prácticas que suceden comúnmente en privado, y que nadie en sano juicio haría públicas. Paradójicamente su aparición en el video le posicionó en la opinión pública, y aunque es un capítulo en su vida del que ya no se habla y quisiera olvidarse, este ha sido capitalizado con muchos dividendos.

Este personaje ha adquirido cierto estatus de celebridad que muchas personas cuestionan, y le llega en momentos en que la gente aún valora la desproporción entre la forma y el fondo. Ese estatus le permite estar en los mejores eventos, con las personas más poderosas, lo cual es aprovechado para posicionar cada vez más su imagen para futuros proyectos. Se dice que su ascendente carrera no tendría la magnitud que tiene hoy si no fuera por la aprobación de una mujer poderosa, madre, conocedora de la importancia de las relaciones públicas y que parece ser quien maneja los hilos de la casa.

Su estrategia en medios es retratarle como una persona humilde, de comportamiento y valores de la población promedio, conviviendo y riendo como lo hace la mayoría, pero contrastando con atuendos bien combinados que parecen costosos y cabello impecable, todo esto presentado en videos o sesiones fotográficas con una producción digna de ser envidiada. Realiza un programa de televisión, sin embargo su fortaleza para posicionar su nombre e imagen viene principalmente de las redes sociales, donde publica parte de su vida social y privada, si asiste a conciertos o conoce a otros artistas, o proyectos mayoritariamente relacionados a la resolución cosmética de los temas que le interesan. En sus redes sociales, poco se nos comparte sobre temas de fondo y parece siempre estar rodeado de personas comprometidas a aplaudir y enaltecer sus acciones, por irrelevantes que parezcan.

Cuando se encuentra fuera de una grabación preparada, de un ambiente controlado se le nota nervioso. Suele hablar del día a día y no tanto de proyectos a largo plazo, situación que puede interpretarse como ausencia de un plan de trabajo más que de imagen, de apellido, porque aún vivimos en una sociedad que valora los nombres, pero sobre todo los apellidos, los cuales se han convertido en una marca que abre puertas, genera relaciones y seguidores.

Existen personas que afirman que la relación que existe entre la construcción de la imagen de las celebridades mediáticas y la construcción de la imagen de las autoridades electas es directa y proporcional y esto debe preocuparnos como sociedad, porque la relevancia del papel de un personaje respecto al otro es que uno toma y muestra sus acciones y decisiones en beneficio propio, y el segundo en acciones y decisiones en beneficio colectivo. Es importante que a quienes hacen la ciudad no se les considere como celebridades, y al final tampoco ellos y ellas se asuman como tal. Es fundamental que la ciudadanía cuestione más el fondo que la forma de las acciones de sus gobiernos, sobre todo locales. .Al final de cuentas nadie quiere vivir en una ciudad que pasa por ejemplo, de Tuxtla Gutiérrez a Tuxtla Kardashian.

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