Chiapas se incendia, ¿el gobierno dónde está?

 

Una profesora y su pequeño hijo aguardan en los jardines del Parque de la Marimba la salida de su convoy a la Ciudad de México para unirse a las protestas. Foto: Oscar León.

Una profesora y su pequeño hijo aguardan en los jardines del Parque de la Marimba la salida de su convoy a la Ciudad de México para unirse a las protestas. Foto: Oscar León.

 

Si nuestras estructuras económicas, sociales y culturales que no acaban de insertarse en el modelo neoliberal, no nos generan riqueza; si los enormes subsidios que destina el Gobierno Federal al estado no alivian nuestra pobreza, por lo menos deberíamos de tener un gobierno local sensible, tolerante, promotor de obras de infraestructura y generador de oportunidades.

Pero si la falta de generación de riqueza y el incremento de nuestra pobreza, no tiene para cuando resolverse, entonces:

¿Para qué está el gobierno?

Y si a eso le añadimos que la efervescencia social en Chiapas no cesa, también cabe preguntarse ¿Dónde está el gobierno?

 

Incluso también los chiapanecos podemos preguntarnos: ¿cómo llegamos a una situación de falta de resultados gubernamentales y de efervescencia social?

Este pequeño ensayo tiene la intensión -que no la pretensión- de contribuir a esclarecer por qué en Chiapas hemos llegado a un punto tal que la ciudadanía comienza -con gran virulencia- a desconfiar de nuestras instituciones, de nuestros políticos y a organizarse aprovechando la coyuntura de la lucha magisterial para exigirle al gobierno tanto federal como estatal, respuestas concretas sobre múltiples asuntos de la vida diaria.

Ni tenemos una bola de cristal para saber con anticipación ni cuánto durará, ni el desenlace de la lucha magisterial, tampoco para saber si la efervescencia social y la indignación ciudadana seguirán creciendo.

Lo hemos dicho en otros textos, lo que se requiere entre el Gobierno Federal y el magisterio es dialogo pero este sigue cancelado.

¿Pero por qué llegamos hasta aquí?

 

Mucho tienen que ver los agravios que la ciudadanía acumula contra un gobierno que insensiblemente no la oye, ni la suma a la definición de políticas públicas, pero que todos los días le demuestra frivolidad e indiferencia que de manera obvia, a un pueblo pobre le indignan.

En mucho también contribuye el funcionamiento de una estructura pública copada por funcionarios que actúan como gavilla, como grupo de interés, que promueven su imagen a la semejanza de su líder.

Ello por hablar de las peculiaridades y los rasgos característicos del -como decía Daniel Cosío Villegas- “estilo personal de gobernar” de nuestra clase política.

Pero como hablamos de agravios acumulados que ahora estallan e indignan, vamos por partes y escoja el que más le indigne.

 

La impunidad, el primer agravio

Heredero de las deudas financieras de la administración anterior y de agravios sociales también como los “arraigos penales” a varias figuras públicas, lo lógico al inicio de esta administración hubiera sido la aplicación lisa y llana de la justicia a quienes vaciaron las arcas estatales y municipales y que además endeudaron a la entidad.

La lógica hubiera sido que aquellos que amedrentaron, amenazaron, usaron el poder para enriquecerse, para utilizar a su antojo los recursos de las dependencias públicas, para saquearlas y horadar la eficiencia de los servicios públicos; hoy estuvieran ante la justica dando explicaciones.

En el momento de la transición de una administración a otra, la ciudadanía exigía el castigo punitivo que se merecían varios funcionarios de la administración anterior. Ese hubiera sido el momento exacto de la reconciliación de los chiapanecos con sus instituciones públicas.

Pero la justicia -de manera inexplicable- no llegó y la impunidad se apoderó de Chiapas.

¿Dónde están hoy muchos de esos funcionarios?

Algunos disfrutando de sus fortunas; otros también, pero además siguen incrustados en el aparato gubernamental.

 

Proactiva

Reconocido en privado por altos funcionarios estatales y municipales como un convenio que nunca debió firmarse; el caso de la empresa de recolección de basura “Proactiva” significa una sangría de los recursos públicos municipales de la comuna tuxtleca, sin que la privatización del servicio público haya significado calidad y mucho menos que la empresa sea aceptada por la ciudadanía.

Esa sangría de los recursos municipales es ya un conflicto bastante enredado que todo indica los tuxtlecos tendrán que soportar 20 años.

¿A qué intereses responde la empresa?

¿Quiénes, cómo y porqué justificaron la firma del convenio con la empresa?

¿No hay un resquicio legal que pueda permitir rescindir el contrato o no interesa encontrarlo?

 

Deudas ante CFE y abusos de la paraestatal

La ciudadanía chiapaneca tiene más de veinte años exigiéndole a la Comisión Federal de Electricidad el cobro de tarifas domésticas justas. Probablemente esta sea una de las demandas más longevas por su falta de atención.

Incluso hay organizaciones sociales que en Chiapas se dedican a la defensa del consumidor de energía eléctrica, prácticamente en todas las regiones del Estado.

Pero el problema no se queda en los cobros excesivos de la Comisión Federal de Electricidad. También se trata de la falta de pagos a la paraestatal por parte de muchos de los ayuntamientos, lo que ha hecho que múltiples veces la paraestatal les corte el fluido eléctrico a los municipios y condicione la reinstalación a la firma de convenios de pago.

¿Dónde están los recursos previstos para el pago de la energía eléctrica pública?

¿No se suponen que son etiquetados? Su desvió es causa automática de peculado.

¿Por qué los presidentes municipales simplemente dejaron de pagar los recibos de luz eléctrica?

 

Las Obras del Centro de Tuxtla

Es el caso paradigmático de programa de relumbrón sin objetivos de desarrollo urbano concreto. Sus impactos negativos en cuanto al costo económico de la falta de conclusión de las obras, todavía se resiente entre los comerciantes del centro tuxtleco, que además sufren la invasión del comercio ambulante.

¿Por qué no se conoce la verdad del caso?

¿De cuánto fue la derrama económica inútil?

¿Por qué no hay transparencia en el caso y donde están los culpables del caos?

 

Las elecciones intermedias

Todo mundo en Chiapas concluye que las elecciones del 2015 fueron caracterizadas por el cúmulo de irregularidades que se cometieron.

La increíble derrama económica y el control gubernamental de los organismos públicos electorales hicieron posible la imposición de candidatos impopulares.

El exceso fue tanto; que el PVEM no respetó la paridad de género y ello fue el talón de Aquiles que evidenció públicamente las irregulares electorales.

Documentado, comprobado y evidenciado, fue el caso del Diputado Migrante que se convirtió en escándalo nacional y provocó el cese fulminante de los Consejeros Electorales chiapanecos.

¿Qué otras irregularidades ocurrieron?

¿Por qué callan las y los consejeros cesados, y también porqué accedieron a cometer un delito?

¿Quién los obligó o les dijo que los protegería?

Obviamente que las respuestas nos llevan hacia la cúpula gubernamental. ¿Algún día sabremos la verdad?. Por supuesto que los chiapanecos nos la merecemos, pero como no se la ofrecen al pueblo, este bloquea carreteras, toma e incendia alcaldías, cierra edificios administrativos, no confía ni en sus alcaldes, y ahora tampoco en el poder ejecutivo estatal.

 

Agravios en San Cristóbal de las Casas

Como autoritario se puede clasificar al actual presidente municipal Marco Cancino, acusado de no abrir a la ciudadanía las sesiones del cabildo coleto; el presidente municipal es también protagonista de dos perlas políticas.

Con una total falta de imaginación para ofrecer a la ciudadanía proyectos de impacto estratégico, el alcalde prefiere el populismo.

Hace meses fue el hazmerreír de las redes sociales chiapanecas al regalar a familias pobres, cajas de huevo. Pero no aprendió la lección y hace algunos días repitió la dosis de frivolidad, al regalar 25 mil escobas para mantener limpias las calles de Jovel. Cuando de manera obvia, esa actividad corresponde a los servicios de limpieza municipales.

¿No funcionan los servicios básicos municipales y porque?

¿Qué regalo viene ahora?. La ciudadanía está a la expectativa de una nueva ocurrencia.

¿Qué otros presidentes municipales se parecen al de San Cristóbal de las Casas?

 

El Gabinete Estatal

Cualquier estructura administrativa en cualquier gobierno de cualquier parte del mundo se diseña para muchas cosas, pero el resultado final debe de ser para ofrecer respuestas concretas a necesidades también concretas.

En Chiapas, el gabinete responde a todo tipo de intereses, engloba grupos políticos, pesos, contrapesos, pero tiene una característica especial; no es un gabinete de resultados y ello paraliza a la administración pública.

Hay de todo: carteras con “encargados”, amigos del titular del ejecutivo, tránsfugas del panismo y perfiles identificados con el sabinismo.

Pero todos tienen una característica concreta: No ofrecen resultados.

Lo peor es que todo indica que no hay deseos de realizar relevos que relancen los propósitos de las políticas públicas.

Ni los bloqueos carreteros, ni los incendios de edificios municipales, ni los pobres indicadores sociales y económicos chiapanecos han provocado la recomposición de la administración pública estatal.

¿Qué puede sacudir a los titulares de las dependencias que nadan de a muertito, que no han dado resultados y que a pesar de ello han abultado las nóminas con familiares y amigos?

Al parecer nada, porque su permanencia garantiza que se cumpla la principal característica de esta administración: la inamovilidad.

 

 

 

Los numerosos agravios del poder en contra de la ciudadanía chiapaneca, explican los altos niveles de indignación nacional.

Seguramente en este texto faltan muchos más agravios, sobre todo los que a diario suceden a nivel de nuestras localidades. Lo que sí es seguro que es la inamovilidad gubernamental harán que se sumen más y más agravios a los ya acumulados.

Así como están las cosas, seguramente dentro de poco tiempo en Chiapas tendremos lo que los economistas llaman “una economía en estado de guerra”. Y esto será sin necesidad de declarársela a nadie. La clase política nos ha llevado a ella.

Esa es la tragedia de Chiapas y contra ese destino de múltiples e históricos agravios es contra lo que los ciudadanos se rebelan.

Un comentario en “Chiapas se incendia, ¿el gobierno dónde está?”

  1. Eduardo
    17 junio, 2016 at 10:31 #

    El movimiento magisterial ya no existe, ahora es el hartazgo social que se acentúa cada vez mas, como no si hay soberbia que ocasiona malestar a la ciudadanía, la realidad supera toda ficción.

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