López Obrador en Chiapas; unidad o adiós a la presidencia

 

Mitin de Andrés Manuel López Obrador en Chiapas. Foto: Cortesía

Su figura política es creciente.

Su ascenso político no para, y así será mientras la crisis política y social no se detenga. Y no hay visos de que se detenga; ni que la clase política sepa cómo terminar con la crisis nacional.

Su propia persona es su capital político.

Su figura caudillista engloba -en la percepción mexicana y ante el desencanto generalizado en la clase política- honradez y capacidad de combatir la impunidad que ya es un cáncer.

Por ello, hoy más que nunca, Andrés Manuel López Obrador se perfila a la Presidencia de la República y lo hace aparentemente sin rival político de cuidado; porque todos dependen de partidos políticos que hoy han perdido credibilidad.

 

Experto en caer y luego regresar a la primera escena política, López Obrador ha perdido dos veces las elecciones presidenciales. Pero hoy el contexto nacional e internacional le favorece.

Ya se han perdido las cuentas de cuantas veces López Obrador ha recorrido la República entera. De los miembros de la clase política nacional, es quien mejor la conoce.

En sus caídas y levantadas políticas, Chiapas ha sido esencial para López Obrador.

Desde Chiapas ha iniciado sus largos recorridos por todo México con su mensaje político y ahora también desde nuestro estado inicia otra fase de su campaña política por la aspiración pública de su vida; la presidencia de México.

 

El domingo fue su visita al estado.

Una visita muy esperada y que se da en el contexto de su ascenso en las preferencias electorales rumbo al 2018.

Atrás quedaron al parecer Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala del PAN, en el PRI la tecnocracia con Luis Videgaray Caso y José Antonio Meade cada vez ven más lejos la posibilidad de encabezar otro sexenio para el PRI.

Es más, los escenarios del PRI rumbo al 2018 apuntan a que solo el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong puede presentar una pelea electoral.

Claro está que habrá que esperar el desenlace de las elecciones en el Estado de México en donde el PRI se jugará el todo por el todo. El problema es que lo hará con la clase política de siempre. Una clase política en la que la sociedad mexicana ya no confía.

 

En Chiapas, en la capital Tuxtla Gutiérrez, López Obrador aglutinó a buena parte de la clase política estatal.

Para algunos fueron evidentes y claras las intenciones de muchos personajes de sumarse cual chapulines al proyecto político que se antoja será el triunfador en el 2018.

Otros no lo niegan. Pero precisan que en estos momentos para el proyecto de MORENA, lo más importante es sumar.

Viejo lobo de la política, López Obrador; que ha visto las duras y las maduras, pide a la militancia unidad y no perder de vista el objetivo principal: derrotar la corrupción y la impunidad.

El saldo final del evento que congregó a más de 20 mil personas, fue la firma de un pacto político denominado “Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México”. Pacto que promueve en cada estado que visita.

 

En Chiapas lo firmaron empresarios, gasolineros, activistas sociales, organizaciones productivas, indígenas campesinas, ambientalistas, grupos de jóvenes, dirigentes religiosos y también figuras políticas.

 

A todos les pidió unidad. Ante todos dijo que castigará la corrupción.

A los militantes de su partido MORENA les aclaró que “nadie será desplazado” y a la multitud, les señaló que no hay que perder el tiempo.

Y es que en Chiapas, con la visita de AMLO, todo el espectro político se movió y se seguirá moviendo hasta que se definan los candidatos locales rumbo al 2018.

Varias son las lecturas que la visita de AMLO deja en Chiapas. Todas tienen que ver con las elecciones del 2018.

Fue evidente el rechazo de la militancia de MORENA a tres personajes; el Senador Zoé Robledo, al Presidente del Tribunal de Justicia, Rutilio Escandón y al ex integrante del Gabinete Estatal, Plácido Humberto Morales Vázquez.

Entonces ante este rechazo; ¿una eventual candidatura a la gubernatura de Chiapas de cualquiera de los tres personajes está descartada o tendrá dificultades para serle impuesta a la base?

¿Qué le suman Zoé Robledo o Rutilio Escandón o Plácido Humberto Morales al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador?

¿Recursos financieros, legiones de votantes o le abren alguna puerta política?

Tal vez ninguna de las tres cosas y con la militancia en contra; el camino para lograr la nominación de MORENA a la candidatura al gobierno de Chiapas es muy difícil para cualquiera de los tres. No imposible.

 

Pero todo dependerá de los niveles de popularidad de AMLO. Si bajan, puede escoger un candidato que le garantice suma de votos. Si suben y no se descarrila; cualquiera de los tres puede ser el candidato por Chiapas.

Solo tienen que lograr la nominación del líder de MORENA, y esperar que el caudal de votos que logre Andrés Manuel López Obrador también los beneficie.

Es obvio también que Chiapas y sus problemas estructurales no eran parte de la agenda política de ayer de López Obrador.

Su discurso político fue muy claro y también puso de manifiesto lo que es prioritario en estos momentos para el líder de MORENA: la Presidencia de la República.

 

En ese sentido, ¿qué es lo que hace que la ciudadanía comience a aglutinarse en torno de AMLO?

¿Porque también el líder de MORENA pide unidad?

Si hay algo que indigne a los mexicanos de todos los sectores sociales y de toda la geografía nacional, eso es la corrupción y la impunidad que la acompaña.

La corrupción de la clase política nacional es escandalosa porque no tiene castigo.

Nuestros políticos y también los empresarios con los que hacen negocios gozan de una rampante impunidad. Es más, muchas veces los políticos son también los empresarios que dotan de servicios y materias primas al gobierno que representan.

Ello indigna a toda la ciudadanía.

Y todo ello lo canaliza López Obrador; porque es el único político nacional que -no desde ahora- ha hecho suya la bandera del combate a la corrupción y la impunidad. Porque además no se le ha demostrado documentalmente que el propio AMLO haya encabezado un acto de corrupción.

Por ello es que en la percepción nacional es que AMLO no es corrupto, y que además es el único político que puede combatir al flagelo nacional.

Mientras más se deteriore la clase y la vida política nacional; mientras sigan apareciendo más actos de corrupción grandes o chicos, mientras no haya castigo a los culpables, más subirán los bonos de López Obrador rumbo a la presidencia.

 

Para muestra un botón: los resultados de las auditorías realizadas por la Auditoría Superior de la Federación a la cuenta pública nacional del 2015 arrojan un desaseo en los tres niveles de gobierno en todos los estados del país; una auténtica pachanga que alguien o algo tiene que detener, porque se trata de recursos públicos.

López Obrador ofrece detener esa sangría. Y en ello le va su credibilidad.

Esa es la fortaleza de su proyecto político, en eso radica la ilusión de buena parte de la ciudadanía que acudirá a votar en el 2018.

 

Pero no todo es miel sobre hojuelas.

AMLO llama a la unidad porque sabe que su proyecto político -de izquierda- ahora también es atractivo para el sector empresarial e incluso para políticos profesionales que verían en MORENA la posibilidad de continuar su carrera política en un contexto además donde la constitución ya permite la reelección a alcaldías, diputaciones federales y locales.

¿Cuantos gozarán de una impunidad que no se la merecen, solamente porque fueron útiles al proyecto de López Obrador?.

¿Cuantos tendrán el aval de AMLO para repetir en su puesto político?

En un país como México, en las elecciones se derrocha mucho dinero. ¿AMLO lo tiene?

 

Es probable que no.

También es altamente probable que mucho de ese recurso financiero necesario provenga de los empresarios que hoy lo apoyan.

Esto porque las instituciones electorales, seguramente le cerrarán la puerta a la obtención de recursos públicos vía prebendas electorales.

El pragmatismo de los empresarios es explicado también por ello. Y el pragmatismo de AMLO también.

Necesita los recursos financieros para movilizarse y ganar las elecciones. Las solas intenciones y los buenos deseos no bastan. Esa es la realidad.

Por ello pide unidad.

Por ello seguramente dirá a la militancia: primero lleguemos a la presidencia. Luego construyamos el proyecto de gobierno.

 

Unidad primero. Y unidad para ganar.

¿Qué nos falta ver en Chiapas?

Falta ver como se mueve el PVEM ante la coyuntura actual protagonizada por el ascenso electoral de MORENA y Andrés Manuel López Obrador.

¿Dónde quedó el activismo de dos de sus candidatos visibles, Eduardo Ramírez y Fernando Castellanos?

¿Actualmente, es viable y rentable políticamente para el PVEM la alianza con el PRI?

¿Qué hará el Senador Luis Armando Melgar Bravo?

Si la designación de candidato del PVEM al gobierno de Chiapas es local; probablemente los vientos políticos no le favorezcan.

Pero si la decisión se toma en el centro, el escenario sería otro.

Recordemos que Esteban Moctezuma Barragán es parte ya del proyecto político de AMLO y militaba en las filas de TV Azteca al igual que el Senador tapachulteco.

 

Las combinaciones son varias.

Si la alianza política PVEM-PRI ya no es rentable políticamente para el Verde, ¿romperá la alianza?

¿Dejará ir el PRI nacional fácilmente 3 millones de votos que aportó Chiapas en el 2012?

¿El PVEM chiapaneco tendrá candidato de unidad o de alianza?

¿Lo afectarán los chapulinazos hacia MORENA?

En Chiapas falta mucho todavía por verse.

Pero la certeza, es que AMLO es el que hoy aglutina a indignados, a la izquierda, a los empresarios, a los chapulines, y ese fenómeno se repetirá en toda la república mientras el liderazgo de Peña Nieto se deteriora.

Tiene razón López Obrador cuando pide unidad.

Lo principal es llegar a la presidencia. Lo que tiene que hacer después es depurar a su séquito.

Que llegue primero. Ese es el debate principal para quienes creen en su proyecto político.

Y que luego no les falle a millones de mexicanos que poco a poco están perdiendo la esperanza de ver un mejor México.

2 Comentarios en “López Obrador en Chiapas; unidad o adiós a la presidencia”

  1. william
    21 febrero, 2017 at 23:12 #

    Te comento no ha perdido dos veces, sobre todo en el 2006. ó y por amplio margen, nomas que es de todos sabidos que hubo fraude, segundo, los que mencionas no suman solo restan

  2. ciudadano
    21 febrero, 2017 at 8:42 #

    TODO ESTÁ PUESTO, ES AHORA CHUPATINTAS Y COLEGAS, POR EL BIEN DE TODOS, DESPLIEGUEN TODA SU DEMAGOGIA.

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