Los terremotos y ese otro México solidario

Por Victoria Orantes

Fotos: Pedro Mera (@pedromerafoto)

Voluntarios en la Colonia Del Valle. // Foto: @pedromerafoto

Me habían hablado muchas veces de ese pueblo mexicano solidario, unido y empático. Ese que yo no conocía y que para mi, no tenía mas valor que el de una bonita historia de algo que solíamos ser, pero que ya no éramos. A mi, me había tocado ver todo lo demás; los abusos, la indiferencia, la exclusión, la lucha de clases, la violencia, la desigualdad.

Después de todo lo que vivió nuestro país este mes, me queda claro que por primera vez conocí al México de aquellas historias, resulta que no era un mito, más bien, era un gigante dormido; uno que ya despertó. Lo conocí, y lo viví, reflejado en todos y cada uno de nosotros.

Me di cuenta, de lo vulnerables y frágiles que somos como individuos, pero que cuando nos unimos como sociedad, no hay poder más grande que el de los mexicanos trabajando juntos. Digo esto, por qué ahora me queda claro, que no hay gente con más corazón, convicción y menos miedo, que los mexicanos.

Sin embargo, no todo es tan fácil, por qué aunque ya despertamos – y las actitudes tomadas en estos días, devuelven la esperanza a muchos mexicanos que la habíamos perdido, como yo- pasamos mucho tiempo dormidos; y nada pasa sin consecuencias. Ahora, tenemos que salvar a todos los damnificados, no solo de los terremotos ocurridos en septiembre, si no de todos aquellos que nos sacudieron mientras aparentemente, nadie veía.

Rescatistas de #México?? e #israel participan en el rescate del cuerpo de Erik Gaona, en un edificio en la Colonia Roma. Photos: @pedromerafoto

A todos los damnificados de nuestros propios terremotos; a los alrededor de 55 millones de mexicanos en condiciones de pobreza, los más de 21 mil muertos que nos dejó la violencia SOLAMENTE en 2016, a los más de 4 millones de analfabetas, a los segregados, a las familias de los 30,000 desaparecidos, a las familias de las muertas de Juárez, y a las del resto del país; en general, a todas aquellas personas, cuya voz ha sido silenciada, o cuyos gritos no hemos querido escuchar.

Rescate de una persona en un edificio en la Colonia Miravalle el #19sept2017 en la #cdmx // Photo: @pedromerafoto

La lista de nuestros damnificados es interminable, por eso hay mucho trabajo que hacer. No es permisible tener una solidaridad efímera; ¡ya llegamos hasta aquí! No podemos cegarnos ante nuestra realidad y decidir volver a dormir sin haber terminado el trabajo.

Leí en internet un anuncio que decía “mexicans aren’t waiting for their government to save them, they’re saving themselves” o “Los mexicanos no esperan que su gobierno los salve, se están salvando ellos mismos”. Esto es toda la verdad, y me enseña dos cosas importantes; la primera, es que no necesitamos del gobierno para hacer una diferencia. Y la segunda es que trabajando juntos, el poder lo tenemos nosotros para marcar el futuro de México.

Para esto, tenemos que empezar desde el principio. Como escribe Sabina Berman: “Hay una belleza atroz y justa en la tragedia. Lo que tumba se prueba inepto. Lo que permanece de pie, indispensable.

En este sismo se cayó la pirámide del Poder y brotó la fuerza de México encarnada en su sociedad civil”. Creo que septiembre de 2017 será un mes para recordar toda la vida… Espero que tengamos la fuerza para hacerlo pasar a la historia como el mes en el que se comenzó a cambiar el rumbo del país; el mes en el que dejamos de ser el país en donde no pasa nada, el mes donde dos terremotos nos recordaron en donde yace la fuerza, la solidaridad y la empatía; ya las encontramos… no las volvamos a perder.

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