Chiapas, economía y empleo. Parte II: pérdida de empleo

La evolución económica de Chiapas durante los últimos seis años se puede estimar a partir de un aspecto que impacta en todas las personas: el empleo. En ese sentido, hemos sostenido que el estado pasa por una crisis económica grave y que tiene una de sus manifestaciones en un estancamiento de la calidad y número de empleos disponibles.

Mientras a nivel nacional la masa desocupada ha tenido un ligero descenso, en Chiapas el número de personas en búsqueda de trabajo y que no lo encuentran ha aumentado. Entre finales de 2012 y mediados de 2017, el personal desocupado en el país pasó de casi 2.5 millones a 1.87 millones a nivel nacional, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI.

En Chiapas, sin embargo, la cifra de desocupados aumentó: en el mismo periodo pasó de 41 mil 500 a casi 45 mil para mediados de este año. Si bien, no es la cifra más grave de desempleo del pasado reciente (el número más alto de desocupados se mantuvo constante entre 2015 y 2016, por encima de los 60 mil en cada trimestre), el dato sí da cuenta de un estancamiento y un evidente retroceso económico en el estado.

Una posible explicación de estas cifras es que la economía estatal —fundada en dos pilares: por un lado, la agricultura y ganadería que forman parte del sector primario, y por otra parte la burocracia en sus tres niveles, que se integra en el terciario— se han visto incapaces de absorber a la fuerza laboral que año con año busca un puesto de trabajo.

Tal como se señaló en la entrega pasada, el sector primario ha sido el más castigado por la pérdida de empleo durante el sexenio que está por terminar. Se trata en su mayoría de trabajadores que difícilmente se podrán insertar en otro sector económico debido a sus condiciones de precariedad y poca capacitación. Las políticas estatales no sólo han desconocido el problema, sino que, como resultado de ello, han sido inoperantes para generar programas que canalicen a la fuerza laboral (mediante capacitación y vinculación) con el mercado laboral. Como señalamos en la primera entrega, un posible efecto de esto es que trabajadores agrícolas se hayan insertado en el sector de la manufactura, el que más crecimiento ha experimentado en el actual periodo.

La agenda diaria del desempleo.

Una forma de ilustrar la problemática de la pérdida del empleo es mostrando la magnitud de los “eventos de pérdida de empleo” (cuando la persona encuestada reporta que ha perdido su trabajo) que recoge la ENOE elaborada por el INEGI. De acuerdo a esta fuente, en promedio, entre 2012 y 2017 se registraron más de 26 mil eventos de pérdida de empleo al año. En total, más de 161 mil eventos de este tipo para el periodo. Nos referimos a empleos perdidos y no siempre recuperados.

Es necesario destacar que el sexenio inmediato anterior fue más grave a este respecto, con 238 mil eventos de pérdida de empleo reportados por la ENOE entre 2006 y 2011. Lo llamativo para el caso de Chiapas es, en todo caso, que mientras a nivel nacional los eventos de pérdida de empleo se han reducido ligeramente, en el caso de Chiapas, han aumentado.

El año en que más se reportaron casos de eventos de pérdida de empleo fue 2016 con más de 40 mil casos, mientras que el año en curso el número ascendió a 26 mil. Ambas cifras, lejanas a los 15 mil casos reportados en 2012.

¿Qué ha ocurrido con las personas que han perdido su trabajo durante el periodo de crisis económica que vive Chiapas? Una posibilidad es que se hayan refugiado en el sector informal, ya sea emprendiendo un negocio propio o insertándose en aquellos empleos informales ya existentes. En la próxima entrega trataremos de analizar la evolución del empleo informal.

Hasta ahora, hemos sostenido que Chiapas pasa por un retroceso económico grave que se manifiesta en la precariedad y vulnerabilidad laboral. Si las cifras muestran que el empleo no ha crecido, sino que ha decaído, y que las plazas laborales no solo no crecen sino que se están cerrando como demuestran las cifras de pérdida de trabajo, entonces no podemos rechazar la hipótesis de que las condiciones económicas del estado pasan por uno de sus peores momentos de la historia reciente.

 

Nota: Todas las cifras de la ENOE se pueden consultar en: http://www.beta.inegi.org.mx/proyectos/enchogares

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