Serenata nocturna

Imagen: uzarcoiris.wordpress.com

Se escucha el canto de uno, luego de dos, de pronto  pierdo la cuenta y la ubicación de dónde proviene  tan bello canto nocturno en una noche fría de inicios del mes de diciembre; escucho un canto en colectivo, como una linda serenata, es el canto que nos brindan los grillos en el campo,  o también en el bosque, en la selva, donde haya naturaleza.

¿Qué les evoca el canto de los grillos? ¿Han tenido la oportunidad de escucharlos? En los espacios urbanos cada día es menos cotidiano escuchar el canto de los grillos, y bueno, no sólo de los grillos, sino hasta escucharnos entre cada persona. Eso, sin mencionar que cada día tenemos menos grillitos entonando sus cantos en las ciudades, entre algunos factores podría ser por el crecimiento urbano y la deforestación.

Siguiendo con el tema de los grillos, ¿alguna ocasión  han echado a volar su imaginación? Como cuando se es niña o niño, para tratar de percibir qué nos dicen en cada canto los grillos… Para alguna persona, estos cantos puedan traer tranquilidad, olor a pasto, recuerdos de luciérnagas, recuerdos de los tiempos en que la abuelita o el abuelito contaban cuentos o leyendas de espanto y aunque diera miedo se querían escuchar las historias completas.

Los cantos también son indicadores del tiempo, anuncian que la tarde va cayendo y la noche llegará pronto… Para mí son evocadores de anécdotas, cuentan que extrañan esas reuniones en familia donde solíamos juntarnos, conversar, tomar el café con tortillas calientes, hechas a mano y cocinadas en el fogón de leña de abuelita Rosi… Susurran las veces que corrimos por el campo, caímos, volvimos a levantarnos con ímpetu y sonrisa en el rostro… Nos recuerdan que sus cantos son un remanso de paz, para relajarnos del ajetreo cotidiano en el que estamos inmersas a diario, la invitación  gratuita  a deleitarnos con  su serenata.

¿Qué hay en los cantos que pueden envolvernos y arrullar nuestros sueños antes de ir a dormir? Quizá sea la armonía, el tono sutil en que comienza la serenata, con un participante, luego se van sumando los demás, hasta llegar a un colectivo. Esos susurros que recrean lugares, personas, situaciones, estados de ánimo, nos recuerdan que entre las cosas más hermosas están los regalos que hay en la naturaleza, esos que, como el canto de los grillos, son gratuitos y bellos.

Les invito a darse la oportunidad de salir del bullicio nocturno, prestar atención unos minutos al canto de los grillos,  disfrutarlo y preguntarse: ¿Qué me dice el canto de los grillos? ¿A dónde me lleva?

 

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