Definición de lento

 

Imagen: COSMO Plug

La civilización parece preferir lo rápido a lo lento. Sin embargo, las abuelas sabían la virtud de la lentitud. La abuela Enedina ponía arroz a cocer durante dos minutos y luego le bajaba la flama para que, durante doce minutos, el arroz siguiera cociéndose. El fuego lento era el secreto para hacer un arroz con la consistencia correcta.

Hay un término científico que es discriminatorio para los niños: “Lento aprendizaje”. Tal concepto alude a niños que no tienen la misma capacidad de aprendizaje de los otros, como si estos “otros” aprendieran todo con el vértigo de estos tiempos.

Cuando Martín estuvo en el taller de dibujo se diferenció de los demás niños por hacer su labor de manera lenta. Cuando los demás niños se paraban y dejaban la banca para enseñar sus dibujos al coordinador del taller, Martín seguía eligiendo qué color combinaba más con el rojo que había elegido de fondo. Los compañeros se burlaban de Martín. ¿A quién se le ocurría pintar el cielo azul con un rojo infierno? ¡A Martín! Porque Martín sabía que un famoso pintor había pintado una vaca con un color azul cielo. ¡Una vaca! ¿Por qué él no podía pintar un cielo color rojo o color verde? Y si el cielo de su cuadro era rojo, para el camión que subía por un camino de la montaña debía elegir un color que hiciera contraste, porque el coordinador del taller les había dicho que una de las claves del arte era la armonía entre los colores. Por esto, el coordinador nada le decía a Martín, sabio maestro, dejaba que el niño hiciera con calma su labor de creación.

Aquella fábula conocida del conejo y la tortuga parece ser una síntesis culta de tiempos idos. La carrera lenta, pero sostenida, de la tortuga, demostraba que la rapidez no era garantía de éxito.

A veces llama mi atención algunas campañas publicitarias de empresas que solicitan empleados que estén acostumbrados a “trabajar a presión”, como si fuesen ollas para hacer frijoles. Incluso, los frijoles que la abuela Enedina preparaba en una olla de barro tenían un sabor superior a los que ahora preparan, porque el cocimiento de aquellos frijoles (con sus hebras de epazote) se hacía a fuego lento, en antiguos fogones alimentados con carbón.

Una tarde de diciembre, mientras tomábamos un té en un café al aire libre, en un andador de San Cristóbal, Rocío me dijo que la ruptura con su pareja había sido por la rapidez con que habían querido vivir. Me dio una extensa relación de actos apresurados, entre los cuales, por supuesto, apareció el sexual. Dijo, mientras los turistas recorrían los andadores (gracias a Dios, con parsimonia, con una disfrutable lentitud), que su pareja hacía todo de manera muy apresurada, dijo que como en millones de parejas, el tipo se apresuraba a la hora de la penetración y no dejaba que todo fluyera con lentitud. Rocío dijo que una de las plagas más perniciosas es la rapidez, ésta socava las relaciones de pareja.

“Hazlo lento”, decía Santiago. Santiago, en su juventud, había sido ferrocarrilero; decía que el medio de transporte más bello del mundo era el tren. Cuando viajó a Europa fue feliz, todos los viajes entre ciudades los hizo en tren. “Hazlo lento”, era su permanente sugerencia. Si veía que su nieto Hernán jugaba a los carros, le decía “Hazlo lento” y le mostraba cómo una caótica carrera de autos se convertía en una inolvidable carrera en cámara lenta. Su nieto Hernán, al principio se enojaba pues, a pesar de que era niño sabía que el sentido del juego de carreras de carros era la rapidez, pero al final terminaba riéndose con los movimientos lentos del abuelo. Hace apenas dos días me topé con Hernán (ya hombre de cuarenta y tantos años de edad, ya muerto el abuelo Santiago) y al sacar el tema de la lentitud, él dejó que una luz indecible iluminara su rostro al decirme que su abuelo le había dado la más grande lección de vida, porque, pensaba, ningún niño había vivido lo que él, porque el recuerdo más vívido de su existencia es el juego lento que le enseñó su abuelo. Me dijo que cuando alguien lo apura él piensa en su abuelo e imagina que todo en el mundo se mueve en cámara lenta y deja que el mundo de su alrededor ruede con su movimiento apresurado, porque sabe que el universo se expande de manera lenta, lenta, lenta…

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