La lectura: La importancia histórica en México y su relevancia en el cambio social
Por Maximiliano Ruiz Sánchez*
Ahora que Paco Ignacio Taibo II anunciara la Estrategia Nacional de Lectura, la cual como principal objetivo busca que abaratar los precios de los libros con el fin de que estos sean más accesibles para la gente y esta los pueda comprar sería interesante hacer un voto de confianza a esta propuesta por parte del actual Encargado del Fondo de Cultura Económica el cual desde su fundación en 1934 por parte de Daniel Cosió Villegas ha sido una editorial importante para el país y su desarrollo mediante las ideas y las letras empleadas en la imaginación y el sentido crítico de todos los escritores quienes en el FCE ha logrado publicar sus obras.
La noble estrategia que encabeza Taibo II desde el Fondo se va enfrentar según cifras del Módulo de Lectura del INEGI a una población que el en 2018 el 55% de la población no tomo ni siquiera una revista o un periódico en los últimos doce meses, esto en gran medida se debe a la falta de interés por parte de los mexicanos al generarse una cultura de la lectura, según una encuesta realizada por la el diario español: El País, el 46% de los mexicanos no lee por falta de tiempo mientras, el 24% restante no lee por falta de interés y tan solo el 1.7% de los encuestados respondieron que no leen por falta de recursos económicos para la adquisición de los libros.
Centrar la estrategia de lectura en el abaratamiento de los libros resulta una buena oportunidad de adquirir conocimiento para quienes somos gustosos por la lectura, pero: ¿Cómo podemos contrarrestar la falta de interés del pueblo hacia la lectura? La tarea es monumental, pero resulta necesaria para encaminar a las nuevas generaciones hacia una sociedad más crítica de su realidad y sus coyunturas.
Haciendo alusión a la necesidad y a la importancia de la lectura como una herramienta de ruptura y cambio social para el pueblo es necesario remontarnos doscientos diez años atrás, al México anterior a la independencia, donde mediante las obras de los historiadores e ideólogos como: Lucas Alamán, José María Luis Mora y Lorenzo de Zavala quienes hacían alusión a la importancia de las obras introducidas a México a través de algunas casas editoriales de Madrid las cuales trabajaban de manera clandestina imprimiendo las doctrinas de Rousseau, Moro, Locke, Montesquieu entre otros. Dicho material en su mayoría de veces era introducido al territorio de la Nueva España burlando la censura de la inquisición y las autoridades virreinales las cuales veían en estas obras blasfemias e injurias en contra del statu quo de la época. Lucas Alamán opinaba en su obra: Historia de México desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el año de 1808, hasta la época presente, que en México: “la afición a la lectura se iba extendiendo, abundando en los buenos libros por el aumento que el comercio de ellos había tenido en Madrid y otras ciudades de España, ya no era raro encontrar bibliotecas bien compuestas en las casas de los particulares, no solo en la capital, sino también en las ciudades de provincia. Los libros prohibidos, no obstante, las escrupulosas pesquisas de la inquisición, circulaban bajo de mano y algunas personas aún eclesiásticas los leían”. Al respecto Lorenzo de Zavala comentaba que los gustos del pueblo dentro de la primera década del siglo XIX se habían modificado de simples poesías y otras lecturas de la época ha obras que hablaban de la soberanía popular, los derechos naturales, derecho social y todas aquellas lecturas que hacían hincapié a los límites del poder.
Tanto Alamán como Zavala opinaban que las lecturas que empezaban a fluir por todo el país cambiaron para 1809 drásticamente la conciencia de los habitantes de México pues estos ya empezaban a poner en duda la legitimidad de la autoridad de los peninsulares y la metrópoli.
Alamán, Zavala y Luis Mora a doscientos diez años del inicio de la ruptura con el sistema colonial a través de la lectura, nos dejan como lección de nuestro pasado la enorme necesidad de aspirar a una sociedad con altos índices de lectura. Hoy en México tras el cambio de régimen y la ciudadanización del poder es importante buscar nuevas estrategias para fomentar en las generaciones presentes y en las generaciones venideras un hábito social por la lectura, puesto que nuestra historia nos ha enseñado que a través de las ideas, las letras, las doctrinas y las enseñanzas de los hombres cultos se puede poner en duda las malas decisiones de la autoridad, hoy nuevamente resulta necesario escuchar las máximas que nos dejó el filósofo español Ortega y Gasset quien hacía referencia a la: “cultura como la única vía para salvarnos del naufragio vital, lo que permite al hombre vivir sin que su vida sea una tragedia sin sentido o un radical envilecimiento”, hoy el pueblo de México está exigido a romper las barreras de la ignorancia y comportarse nuevamente a la altura de los tiempos, pues solo cultivando a una generación de hombres y mujeres cultos y críticos de su realidad podemos aspirar al progreso.
- Artículo de opinión escrito por: Mario Maximiliano Ruiz Sánchez, alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chiapas.
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