Yunque y martillo. Las presiones de Estados Unidos para frenar la migración centroamericana

Retrato de «Gloria» y «Luis» desde la estación migratoria «El Cupapé»
Foto: Roberto Ortiz

Por Daniel Villafuerte Solís

En tiempos de la Guerra Fría el mal era el comunismo y la guerrilla centroamericana; hoy el mal es la emigración de miles de centroamericanos que buscan el sueño americano. Ambos fenómenos son producto del capitalismo, el primero del capitalismo fordista, y el segundo del capitalismo neoliberal. El combate a la migración, a diferencia del combate a la amenaza del comunismo, se hace en varios espacios: en el lugar de origen, en el tránsito y en el destino. Los métodos son más sofisticados pero el componente de fuerza -policial y militar- está presente.

En los últimos días el gobierno de Donald Trump ha endurecido su postura frente al fenómeno migratorio centroamericano. En medio de esta política destacan tres hechos de relevancia que invitan a una reflexión más profunda por sus implicaciones para los países del norte de Centroamérica y para México.

El primer hecho es la reunión sostenida el 27 de mayo en la Ciudad de Guatemala entre el presidente de este país y Kevin McAleenan, secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos. El propósito de este encuentro fue la firma de un memorando de cooperación. Un comunicado del Departamento de Seguridad Interna destaca que uno de los rubros de la cooperación con Guatemala es el de “la seguridad de la frontera guatemalteca para detener el flujo de la migración irregular” (Homeland Security, May 28,2019). Esta reunión se inscribe en una serie de actividades de McAleenan con funcionarios de los tres países que forman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica con el mismo propósito: detener el flujo migratorio.

Uno de los aspectos más preocupantes de este acuerdo es el envío de agentes a la frontera Guatemala-México. Enrique Degenhart, ministro de gobernación de Guatemala, destacó a PrensaLibreque “el Convenio establece el envío de agentes federales para combatir estructuras de tráfico ilegal de personas, armas de fuego, así como al narcotráfico y lavado de dinero” (Orozco y Cumes. 2019).

El memorando es la culminación de una serie de conversaciones previas entre funcionarios de ambos países. Los reporteros Nick Miroff y Kevin Sieff de TheWashington Post(31 de mayo de 2019) refieren que el congresista demócrata Vicente González se habría reunido con Manuel Espina, embajador de Guatemala en Estados Unidos, y éste le dijo que Guatemala “daría la bienvenida a las tropas estadounidenses para ayudar a asegurar su frontera norte”. El 16 de abril González escribió a Trump que “el presidente guatemalteco Jimmy Morales ha indicado que agradecería la introducción de tropas estadounidenses en la frontera norte de Guatemala”, y que “si deseaba ver menos detenciones en la frontera entre EE. UU. y México, lo alentaría a que tome en serio la oferta del presidente Morales”.

El segundo hecho es la propuesta de México, elaborada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que se concreta en documento denominado Plan de Desarrollo Integral El Salvador-Guatemala-Honduras-México, que en líneas generales propone impulsar el desarrollo para evitar la migración forzada. Esta propuesta fue presentada por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en Washington ante el asesor de la Casa Blanca y yerno de Trump, Jared Kushner, en ausencia del secretario de Estado, Mike Pompeo.

El tercer hecho es la orden de Trump de imponer un aumento gradual en los aranceles a las mercancías importadas de México a partir del 10 de junio con un 5 por ciento hasta llegar a 25 por ciento si el gobierno mexicano no detiene el flujo migratorio centroamericano. El 30 de mayo la Casa Blanca indicó que “la cooperación pasiva de México para permitir esta incursión masiva constituye una emergencia y una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional y la economía de los Estados Unidos”. Consideró que, si para esa fecha “México todavía no ha tomado medidas para reducir o eliminar dramáticamente la cantidad de extranjeros ilegales que cruzan su territorio hacia los Estados Unidos, se aumentará al 15 por ciento el 1 de agosto de 2019, al 20 por ciento el 1 de septiembre de 2019 y al 25 por ciento el 1 de octubre de 2019” (The White House, May 30, 2019). En la víspera del vencimiento del ultimátum, el viernes 7 de este mes, finalmente se conjuró la amenaza.

La lectura articulada de estos tres hechos permite decir que estamos frente a un escenario donde las posibilidades de diálogo están prácticamente acotadas, Estados Unidos concede a México 45 días para ver resultados concretos en la reducción del flujo migratorio. ¿Se trata solo de una intimidación, de un desplante o es un ultimátum? Si se trata de esto último, México deberá responder de manera consecuente con los términos expresados por el canciller mexicano en su visita de fin de semana a Washington: “México es el principal socio comercial de Estados Unidos. Lo que recibe de nuestro país son bienes y servicios esenciales, productividad. El flujo migratorio de Centroamérica y otros países o el elevado consumo de estupefacientes no son responsabilidad de México” (Langner, 2019). El secretario Ebrard tiene razón, México no puede cargar con una responsabilidad que no le corresponde, en todo caso es el gobierno de Washington quien deberá responder y ofrecer una salida, junto con sus homólogos que han aplicado sus políticas y siguen acatando las ordenes dictadas por la Casa Blanca.

En este contexto, ¿por qué Estados Unidos no impone impuestos adicionales a los países centroamericanos? El trato es diferente, se tolera la corrupción de los gobiernos de la región y se les ofrece apoyo militar para detener el flujo migratorio y resguardar sus fronteras. El trato diferencial se debe a que mientras la balanza comercial de los países del norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) presenta un enorme déficit con Estados Unidos, la de México es superavitaria de 100 mil millones de dólares, por eso el gobierno de Washington obligó a México “modernizar” el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ahora llamado T-MEC. Además, Centroamérica ha sido considerado un territorio de importancia geopolítica por ser bisagra entre Sudamérica y América del Norte, incluyendo a México, con potenciales recursos estratégicos de utilidad para Estados Unidos.

¿Estamos regresando a una política que recuerda a la Guerra Fría? De prácticas contrainsurgentes de “yunque y martillo” aplicada en Guatemala en los ochenta. Nada alejado de la realidad, la operación militar estadounidense en Guatemala empleada en años recientes en contra de las drogas, llamada Operación Martillo, emula a la de aquellos años de turbulencia, y militariza las fronteras para detener el flujo migratorio que huyen de la miseria y la violencia generada por las políticas neoliberales.

La frontera sur de México y norte de Guatemala, en particular en el departamento de Huehuetenango, de donde están saliendo miles de migrantes, será el escenario de las acciones de los agentes federales estadounidense.

Los que logren llegar a la frontera sur de Estados Unidos, después de sortear la frontera vertical de México, serán recibidos y detenidos por la Patrulla Fronteriza, la guardia nacional y todos los dispositivos que se han instalado para sellar su frontera.  Hasta ahora los gobiernos de los países centroamericanos no han dicho y hecho absolutamente nada para evitar la migración forzada de miles de ciudadanos que padecen pobreza, pobreza y exclusión social. Lo que sigue será un campo de batalla sumamente peligro para el gobierno de México que tiene muy pocas posibilidades de salir bien librado de las amenazas del presidente Trump.

Referencias

Nick Miroff, Nick and Sieff, Kevin. 2019. “Trump administratrion to send DHS agents, investigators to Guatemala-Mexico border”. TheWashington Post. May 31. https://www.washingtonpost.com/immigration/trump-administration-to-send-dhs-agents-investigators-to-guatemala-mexico-border/2019/05/31/25bb9f0e-83b2-11e9-bce7-40b4105f7ca0_story.html?utm_term=.e706c4b9bc20

Langner, Ana. 2019. “Ebrard parte a EU y emprende contactos con aliados de México”. La Jornada. 01 de junio. https://www.jornada.com.mx/2019/06/01/politica/004n1pol#

Orozco, Andrea y Cumes, Willian. 2019. “Guatemala y EE.UU. firman convenio para combatir narcotráfico y trata de personas”. Prensa Libre. 27 de mayo. https://www.prensalibre.com/guatemala/migrantes/guatemala-firmara-convenio-con-ee-uu-para-frenar-trafico-de-personas-y-narcotrafico/

Homeland Security, May 28,2019. “DHS Sing Memorandum of Cooperation with Guatemala to Confront Irregular Migration and Combat Human Smuggling”. https://www.dhs.gov/news/2019/05/28/dhs-signs-memorandum-cooperation-guatemala-confront-irregular-migration-and-combat

The White House, May 30, 2019. Statement from the Presidente Regarding Emergency Measures to Address the Border Crisis”. https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/statement-president-regarding-emergency-measures-address-border-crisis/

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  1. Me sigue costando escribir sobre este tema porque sale de las entrañas - Ideas on Tour · Anna Rodríguez Casadevall - 27 junio, 2019

    […] Yunque y martillo. Las presiones de Estados Unidos para frenar la migración centroamericana (17 de junio, Chiapas Paralelo). […]

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