Las marimbas sobaqueras en Tapachula, memorias del paisaje sonoro

Foto: Luis Eduardo Pinto

Por Iván Francisco Porraz Gómez[2] 

“Le dicen sobaquera porque la marimba se podía cargar abajo del sobaco, después algunos empezaron a utilizar algunas marimbas más grandes, cuando alguien salió que ya tocaban más grande, se oía mejor y ya la cargaban dos por las calles de Tapachula” (Profe. Ricardo Sosa)

El paisaje sonoro en la ciudad de Tapachula es diverso, desde el ruido de los disttintitos pájaros que habitan este espacio, como el clásico señor que recoje la basura y pegándole a un mofle avisa para levantar los desechos, pero también, están las marimbas conocidas como “sobaqueras” o “callejeras” que armonizan los espacios de esta ciudad con sus melodias, un instrumento que ha ido migrando y cambiando en el devenir de los tiempos (Godinez, 2016).

La música de marimba y el baile son símbolos importantes de esta región, pero también del vecino país de Guatemala, donde se le ha designado un día en su honor. De acuerdo con el profesor Ricardo Sosa que fue integrante de la marimba Perla de Chiapas, las dos marimbas más importantes en la ciudad son: “Perla de Chiapas” de Danilo Gutiérrez García, quien murió hace un par de años, y la marimba “Corona de Tapachula”, de Victor Betanzos Castellanos. Respecto a ello comenta:

“En Chiapas hay grandes marimbistas. Está Danilo, que era de Villaflores; Víctor Betanzos, de Arriaga; Seferino Nandayapa, de Chiapa de Corzo, entre otros. Los dos primeros llegaron a Tapachula e hicieron grande a la marimba, muy buenas marimbas orquestas. Pero también tenemos a Palomeque de Pijijiapan; Peña Ríos, ya murió el viejazo, quedo un señor y ahora es mas de show. En el festival de los marimbistas, llegamos nosotros, tocamos 20 minutos todas las marimbas. Recuerdo que empezó Peña Ríos con el tema de La Avispa, y luego tocó Hugo Reyes, con la canción Sonia; era una dedicada a su sobrina, era balada, bolero y así, como un son, luego así, cumbia de Sax. Tocamos sin anunciar y empecé a decir que vamos a tocar música que nos represente a Chiapas y que nos acompañen con sus palmas con esta cumbia” tarán, tarán y la gente no eran gringos, eran chiapanecos, tocamos un popurrí santanero pero el ambiente se puso muy bueno. (Comunicación personal, septiembre de 2022)

En la memoria colectiva de algunas personas de la región, tanto la marimba Perla de Chiapas y la Corona de Tapachula amenizaron grandes bailes, tanto en las fincas cafetaleras, como en salones de baile famosos de la ciudad como el Coutrey Club, el Club de Leones, entre otros. La marimba creció en esta región a la par de la bonanza de la época del café, sobre ello comenta la señora Sara Pérez:

“Recuerdo que por ahí de los setentas y los ochentas eran famosos los bailes acá en la ciudad, había baile para elegir a las muchachas más bellas de la ciudad y hacerlas reinas, habían muchas fiestas que amenizaban con las grandes marimbas orquestas, ese era el gusto por el baile y escuchar las piezas de música, los boleros y danzones. En las fincas también había muchos dueños que organizaron muchos bailes, había dinero con el tema del café, recuerdo que hasta se pagaba por pieza de música y baile, uno llegaba con el enamorado o el marido ahí, le decían las zarabandas porque era controlado el paso pues, pero fue una época muy bella” (Comunicación personal, octubre de 2022).

La decadencia del café también provocó que muchas marimbas disminuyeran su demanda. Algunos opotaron por mantenerse de otros empleos, ser músico comenzó a ser por amor al arte, nos comentaron algunos marimbistas que entrevistamos en la calle. Poco a poco algunas personas comenzaron a aparecer en la calle tocando marimba en Tapachula, con instrumentos más pequeños, por eso el nombre de “sobaqueras”, pues se podía llevar debajo del sobaco y recorrer de sur a norte la ciudad para ganarse la vida.

Las llamadas sobaqueras, fueron cambiando, ahora son dos o tres personas que recorren la ciudad con la marimba en los hombros, algunos incoporaron una batería improvisada, otros más, algunos güiros para ambientar las melodías. La mayor parte de estas personas llegan a Tapachula para trabajar, vienen de Mazatán, Tuxtla Chico y de comunidades aledañas, son parte de esa cotidianidad en la ciudad, pero también de las nostalgias del pasado. En un censo realizado por Ricardo Sosa y el municipio de Tapachula, se estima que hay entre 13 y 15 marimbas que circulan en la ciudad, entre ellas Alma de Tapachula, Estrellita del Sur, Teclas Morenas, Ecos de Tapachula, entre otras. Sobre ello nos comenta el señor Ricardo:

“Ahí como que cambiaron el nombre y le pusieron marimba callejera porque iban en la calle. Ahora en las fiestas van con saxofón, trompeta, pero a veces.  Entonces en el concurso que hicimos hace como 7 años, donde tocaban, ahí si yo cense 16 marimbas, había muchas. Los músicos son muy sencillos y de eso se ganan la vida. Tal vez lleguen ganar sus $100 pesos diarios cada uno, pero a veces pueden sacar un poco más” (Comunicación personal, septiembre de 2022)

Las llamadas “sobaqueras” o “marimbas callejeras” son parte del paisaje sonoro de Tapachula, son parte de una época, pero también de muchas anécdotas de la creación y conformación de este espacio llamado Tapachula, son parte de nuestra cotidianidad, pero también de la vida fronteriza del sur…

 

Bibliografía

Godinez Orantes, Lester Romero (2016). La Marimba. Un estudio histórico, organológico y cultural. Fondo de Cultura Economica (FCE), México.

[1] Un especial agradecimiento al profesor Ricardo Sosa por contarme una parte de su historia en la marimba Perla de Chiapas y su conocimiento sobre este instrumento.

[2] Investigador de ECOSUR-Tapachula, colaborador del Observatorio de las Democracias: sur de México y Centroamérica.

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