DE LUCHAS POR LA VIDA EN TIEMPOS DE MUERTE (1/2)

Por Xochitl Leyva Solano[i] 

Fuente: Vanessa García Blanca, “Mujeres en defensa de la vida y el territorio.
Megaperegrinación del Modevite, Bachajón, Chiapas, 2016”

Terricidio es la forma que encontró el sistema de asesinar todas las expresiones de vida  [] Y desde esa palabra encontramos la síntesis, el ensamble de la vida, de cómo se van articulando todas las fuerzas elementales que constituyen el círculo vital que nos permite vivir y existir como cosmos [] cada vez que se toca [una fuerza] se está tocando a todas [], es decir, la desarmonía, el debilitamiento de la vida [] no es solamente desde una perspectiva antropocéntrica [] todo lo que afecta la existencia y a otras formas de vida finalmente también impacta a la humanidad (Moira Millán, Puelmapu, 8 de diciembre de 2021).[ii]

 

Estamos viviendo un momento peligroso y sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Recibo muchas llamadas de personas que no sólo están molestas por lo que está sucediendo, sino que se preguntan ¿cuál es la mejor manera de seguir adelante?

Bueno, déjenme decirles que tenemos que ser inteligentes, tenemos que estar organizados y tenemos que contraatacar.  Este no es momento para hundirse en la desesperación y esconderse bajo las sábanas. Hay demasiado en juego. No sólo luchamos por nosotros mismos, sino que luchamos por nuestros hijos, por las generaciones futuras.  Estamos luchando por el futuro de este planeta (Bernie Sanders, EE.UU., 31 de enero de 2025).[iii]

 

Preludio

Los dos fragmentos con los que abro de cierta manera responden, sin proponérselo, a una pregunta básica ¿dónde estamos?, pregunta que puede ser precedida por otra ¿de dónde venimos? y seguida, por una más: ¿a dónde parece que vamos?

 

Las primeras palabras del epígrafe vienen desde el Puelmapu y han sido pronunciadas por la weychafe (guerrera) mapuche Moira Millán cofundadora del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir; movimiento que reúne mujeres de 36 pueblos originarios que habitan y luchan por el “buen vivir” y el reconocimiento de los derechos de las mujeres, las diversidades indígenas y los pueblos de cara a un Estado argentino blanco patriarcal hoy en manos de un presidente de extrema derecha. Desde esa lucha de mujeres insurge el pensamiento crítico -con su concomitante práctica colectiva- que habla de cómo estamos sufriendo las consecuencias de lo que ella(s) nombran como Terricidio.[iv] Cada uno y una de ustedes puede reflexionar cómo se da esto en su propio contexto y hasta qué grado las compañeras tienen o no razón.

 

El segundo extracto es parte de un video-mensaje difundido hace unos días desde Estados Unidos (EEUU) y es el llamado que hace el senador independiente Bernie Sanders a los norteamericanos a no caer en la desesperanza sino por el contrario, a organizarse y ser conscientes de qué momento viven. El llamado lo hace luego de hablar, una vez más, de lo que significa para EEUU el estar gobernado por la extrema derecha de Donald Trump y los 3 multimillonarios que lo respaldan. Este hecho no tendría la trascendencia que tiene para México y el mundo si no fuera porque además de ser vecinos vivimos en un mundo globalizado por el capitalismo neoliberal en su fase más voraz y depredadora.

 

Para muchas personas de Chiapas y del mundo queda más que claro que estamos en tiempos de horror, guerra y muerte; tiempos de incertidumbre, despojos, corrupción e injusticias. Hay muchas maneras científicas de demostrarlo. Menciono acá sólo algunos referentes sociales cercanos a la gente de a pie: la cantidad de denuncias de despojos que llegan a nuestros WhatsApp solicitando solidaridad; el avance de la extrema derecha tanto en las calles como en los gobiernos electos por medio de las urnas; la cantidad de personas desaparecidas y de feminicidios así como la ocupación violenta de territorios enteros por Estados como el israelí o el ruso; y la ocupación de innumerables territorios por parte de los miembros de los corporativos de narcotraficantes que lo mismo operan en México que en otras partes del mundo (muchas veces en coordinación e interconectados).

 

Todo lo anterior genera altos grados de violencia a varios niveles y la mediatización de ella, sin duda, contribuye a fortalecer nuestras percepciones de que no hay otro mundo posible, no hay salida posible. Por desgracia, todo lo aquí enlistado, más lo que no he mencionado, existe, pero cabe preguntarse: ¿Qué más hay? ¿Hay más? ¿Dónde está ese más? No pretendo en este breve texto abarcar todo, sólo voy a detenerme en algunos tejidos de luchas por la vida de los cuales escribimos en el número 76 de la Revista Desacatos que acaba de salir a la luz pública.

 

Interludio

 

En este primer cuarto del siglo XXI en muchos contextos activistas, artivistas, feministas y académicos, es ya una forma bastante naturalizada nombrar ciertas acciones colectivas como “luchas por la vida”, sin embargo, no debemos olvidar que ello es producto de procesos históricos y organizativos particulares no exclusivos del Sur Global pero sí en mucho insurgidos desde ahí.[v]

 

Las luchas por la vida nos están ayudando a retejer lo que la feminista comunitaria maya xinka de base territorial Lorena Cabnal[vi] ha llamado “la red de la vida”. Esto no es menor y se da exactamente en estos tiempos de muerte, horror y guerras. El término de “lucha o luchas por la vida” es amplio y puede referir a una diversidad enorme de luchas, parecidas pero diferentes. Un conjunto de ellas -que son las que nosotras destacamos-, se trata de luchas de base territorial con sostén comunitario ancestral que, en muchos casos, se autonombran colocando al centro categorías-palabras-términos en lenguas indígenas originarias yendo así más allá de las lenguas coloniales-imperiales e, incluso, de esa forma retándolas.

 

Retomo los referentes estudiados por la investigadora maya tseltal María Patricia Pérez Moreno sobre el ja sleje’el te jun pajal kich’elkotik ta muk’ y el alli kawsay/sumak kawsay que desmenuzan y problematizan lxs investigadores kichwa Verónica Yuquilema Yupangui y Julio Yuquilema Yupangui. Pérez Moreno, con el conocimiento profundo que le da ser tseltal-hablante e investigadora, describe y analiza la kuxlejal -que traduce al español como “existencia/vida”- de las mujeres de Bachajón quienes viven en las montañas del norte de Chiapas, México. Ella nos muestra cómo con sus haceres de vida cotidiana, inspiradas en filosofías y saberes expresados en bats´il k’op luchan por alcanzar el ja sleje’el te jun pajal kich’elkotik ta muk’ que traduce al español como “una lucha por nuestro reconocimiento parejo” entre mujeres y varones.

 

Luchar desde su propia visión de mundo pone a esas mujeres al lado de los varones, con quienes, en medio de contextos muy pero muy violentos, emprenden esa búsqueda sin llamarle a lo que enfrentan, en kaxlan k’op, “patriarcado”. De hecho, emprenden la búsqueda de “lo parejo” como parte del caminar para alcanzar el slamalil k’inal, o sea, la armonía a todos los niveles: como persona, en la familia, la comunidad, la región, la organización y las conexiones con los ajawetik y con Dios. Pero cuidado, este jun pajal kich’elkotik ta muk’ (“reconocimiento parejo”) no es traducible mecánicamente a lo que en español llamamos igualdad o equidad de género, aunque en muchas ocasiones ejerciendo la violencia epistémica, así se diga.

 

Ahora bien, para que las formas de vivir expresadas en las filosofías ancestrales indígenas originarias alcancen impacto a nivel de todo un país y tengan sentido para todos, o al menos para la mayoría de sus cuidadanos(as), se requiere de la existencia de uno o varios movimientos sociales que enarbolen esas luchas y logren posicionarlas en la agenda nacional y, de preferencia, en la carta magna. En esa dirección ha caminado exactamente desde los años 80s del siglo XX el movimiento indígena ecuatoriano desde su expresión llamada Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Las profesionistas kichwa y militantes de la CONAIE, Verónica Yuquilema Yupangui y Julio Yuquilema Yupangui analizan a detalle ese proceso y destacan cómo desde sus documentos fundacionales de 1985 dicha organización-movimiento expresaba ya claramente: shuclla shina allpamanta sumak kawsay manta quishpirincacaman que traducen como “con unidad por la tierra y la vida hermosa hasta liberarnos”.

 

Entonces ya se concebía su movimiento como un hacer colectivo “por la vida” y “para la vida”. La vida concebida en alto riesgo ante los proyectos y políticas del Estado-nación moderno colonizador ecuatoriano. Estado monocultural al que retaron construyendo, poco a poco, y desde la organización local, regional y nacional, una propuesta de Estado Plurinacional basado en un proyecto político intercultural cimentado en su propia onto-episteme, cosmocimiento y geapolítica.[vii] Les colegas Verónica Yuquilema Yupangui y Julio Yuquilema Yupangui nos detallan con qué significado y sentido el principio filosófico del sumak kawsay y sus prácticas comunitarias de vida cotidiana son integradas o no en la carta magna resultado del proceso constituyente popular de 2007-2008.

 

Postludio. Cierro diciendo que mi interés ha sido contribuir en la ampliación de nuestra mirada más allá de lo que nos circunda y nos desalienta hasta llevarnos a la desesperanza y muchas veces nos paraliza. Extender la mirada no es un acto menor, nos da más elementos para tomar decisiones de qué hacer, cómo, dónde y con quién. Nos permite ser agentes activos del cambio que este mundo requiere para salir de donde estamos como personas y como humanidad.

 

Notas

[i] Trabajadora de las Ciencias Sociales, activista de las redes altermundistas, profesora-investigadora del CIESAS Sureste, co-coordinadora del Grupo de Trabajo “Cuerpos, Territorios, Resistencias de CLACSO”. Colaboradora del ODEMCA. xls1994@gmail.com.

[ii] Tomado de <https://www.facebook.com/rompeviento.tv/videos/873390106678399>.

[iii] Tomado de <https://www.youtube.com/watch?v=mL0crkf5Dzw>.

[iv] Para profundizar se puede leer Moira Millá, 2024, Terricidio. Sabiduría ancestral para un mundo alternativo, Sudamericana, Buenos Aires.

[v] Leyva, Xochitl, 2025, “Presentación: Mujeres y pueblos originarios en las luchas por la vida”.

Desacatos. Revista De Ciencias Sociales, 76, 8-17. https://desacatos.ciesas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/2819/1753

[vi] Tomado de Cabnal, Lorena, 2019, “El relato de las violencias desde mi territorio cuerpo-tierra“, en Xochitl Leyva Solano y Rosalba Icaza (coords.), En tiempos de muerte: cuerpos, rebeldías, resistencias. Clacso, Cooperativa Editorial Retos, IIS-EUR, Buenos Aires and San Cristóbal de Las Casas, pp. 113-123.

[vii] Geapolítica es un concepto acuñado por el intelectual aymara David Choquehuanca. Ver su libro publicado en 2022, Geapolítica del Vivir Bien, editado por la vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, La Paz.

 

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