La ira de Pakal
El viejo mundo está muriendo y el nuevo aún lucha por nacer; ha llegado la hora de los monstruos.
Antonio Gramsci
Con un acuerdo inédito, Zacatecas le presta al gobierno de la nueva ERA, un jefe y a un grupo nombrado Fuera de Reacción Inmediata, y el gobierno en turno lo apellida Pakal, las llama FRIP. Con esa fuerza y el regreso del Fiscal se han armado y así, como fue de oscuro el gobierno de Escandón, de pronto, estas Fuerzas llamadas “Pakales”, encuentran casas, armas, drogas, y hacen detenciones de “minoristas”, la mayoría jóvenes, mujeres, a quienes les decomisan drogas para el consumo, y desplazan a actores de ciertas plazas, para que, sean otros los que las ocupen.
Muchos nos alegramos de que existan acciones en contra de la delincuencia; una delincuencia que ha crecido durante tantos años, y de la que es parte importante la clase política, o si lo vemos de otra manera, la corrupción de las instituciones estatales que son las que deberían de prevenir, y en su caso, sancionar a las y los responsables de tanto crimen e impunidad.
Hoy se campean con políticos, con empresarios, se ufanan de su poder. Las fotos de delincuentes con políticos se deben en mucho a la normalización, a la que el mismo poder no se atrevió a poner por delante principios que detuvieran esas formas de vida cotidiana, que hoy nos horrorizan.
Hoy este régimen debe ser juzgado por lo que no se atrevió a realizar durante los últimos seis años, y lo que tampoco hicieron en este siglo. Lo que hoy vivimos es que nuestro sistema está colapsado, y aunque se festinen con su segundo piso, o su humanismo que transforma, nuestra realidad está llena de pobreza y desigualdad, además de una violencia anclada ya en nuestra vida cotidiana.
La nueva ERA es una autodescripción hecha por el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar (ERA), y que marca, una nueva etapa a partir de los años que vienen del 2024 al 2030, suponemos será la identidad de la política estatal (abre tu mente, descolonízate). Es una paradoja pues lo que nos vende la nueva ERA ya no es modernidad, nos vende un discurso que viene por la izquierda, pero no sabemos si termina en lo mismo de siempre. O visto de otro modo, es la misma modernidad construida desde arriba y un nuevo caudillo, ahora estatal.
Hoy todo se reduce a una etapa mediática, da pena ver a tanta gente tomando las llamadas “selfis”, y actuar en automático, pues no tenemos conocimiento de algún plan estratégico, de alguna consulta concreta a favor de la comunidad chiapaneca, y sí se observa una acción desde la persona llamada Eduardo Ramírez Aguilar.
Un ejemplo palpitante fue la ceremonia de presentación de la llamada Estrategia para la paz, de hace algunas semanas, que algunos lo hicieron ya fuera como elaborada en específico para San Cristóbal, y el de la nueva ERA para Chiapas. Ya tuvimos algo sin estrategia y sin programa que fue la de Reconstrucción del Tejido Social, en tiempos de Rutilio; a excepción del beneficio para algunas personas y organizaciones, está visto que fue un fracaso. El tejido social en Chiapas está roto, producto de la violencia estructural que tiene ya muchos años.
Esta estrategia nacional no tiene un programa como tal, pues no existe el diagnóstico que nos diga el problema central y en particular las actividades que usará el gobierno federal y el de la nueva ERA. Fue una vergüenza ver a las y los Regidores, gritando como porra de estadio al secretario de Seguridad García Harfuch, y haciendo del evento, lo más parecido a un concierto de Rock. No, Harfuch no es Batman y lo guapo no es indicador de nada.
De hecho, ahora que estamos en la época de nuevos discursos, búsqueda de formas que nos describan esta atroz realidad en el mundo de la política y de la academia se habla del pensamiento crítico, de la descolonización de nuestras maneras en que interpretamos el mundo, pues bien, ahora resulta que la nueva ERA es eso, el nuevo pensamiento decolonial (sic); Jam ach´ulel (abrir la conciencia, según la nueva ERA).
Primero nos endilgan una chiapanequidad contradictoria pues es el nuevo mestizaje (sic), tratando de imponernos la idea de que ser mestizo es lo nuevo, dejando de lado que la historia de los pueblos originarios no es solo su reconocimiento, sino los años de olvido e injusticias y que nos caracteriza, somo diferentes y punto, así debemos reconocernos.
La nueva política de ERA apenas inicia, sus aliados como Monreal sí debe preocuparnos, la ira policial y militar de la fuerza Pakal también, no podemos esperar nada nuevo de la fuerza militar, como tampoco lo ha sido la guerra brutal de los carteles. Aplaudir el momento que vivimos es bueno, pero resulta sospechoso que de pronto se detiene y se llega a ciertos territorios y nadie contesta la llega de los Pakales (qué bueno), pero esta Ira de estas fuerzas no se va a detener por inercia.
Los carteles tienen el poder del dinero, de su fuerza paramilitar y abonan en una entidad que solo ha visto violencia (desde arriba) y no ve en el horizonte cerca a la justicia, ya lo veremos con la ansiada carretera de Palenque a San Cristóbal, la mano alzada versus una verdadera consulta previa e informada. Por ahora el siempre generoso MODEVITE y el Gobierno Comunitario de Chilón alzan su voz y clarifican que no están en contra del llamado “progreso”, sino de las formas en las que se consultan a los pueblos y las decisiones de arriba, que no planean y dejan de lado la voz de los pueblos originarios.
Nos complace ver la libre circulación y detener el comercio de drogas, pero esperemos que no seamos testigos de un régimen como el de Bukele en El Salvador, o el totalitarismo norteamericano que desprecia la vida humana, ya sea la migrante, ya sea la Palestina que hoy vive el horror.
Vivimos en un país en donde prevalece la barbarie, por eso no nos dejemos engañar con esta paz que al menos, por ahora, solo se muestra en fotos, y no en buscar a los responsables de las matanzas, desapariciones que por desgracia, hemos normalizado.
Correo electrónico: ggonzalez@ecosur.mx

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