Feminicidios: Toque de queda necesario

Desde los orígenes de la época moderna, la humanidad se ha regido a partir de la supremacía masculina: sociedades e instituciones se han regido en una dinámica predominantemente masculina.

La batalla por una igualdad entre los géneros no es nueva. Hay registro de la lucha feminista desde la Edad Media y ya en el marco de la Revolución Francesa, a la Declaración de los Derechos del Hombre le sucede, dos años después la primera Declaración de los Derechos de la mujer y de la Ciudadana, redactada por Olimpia de Gouges, documento que constituye tal vez el primer manifiesto feminista de la Historia, en el que Gouges sostenía que “la mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en derechos.

La lucha contra el patriarcado ha sido prolongada y desgastante. Ha sido trágica: desde mis privilegios históricos de varón jamás podré entender dicha batalla como si fuese mujer. Por muy sensible que me pretenda, no dejo de ser un macho progre, alguien que, si acaso intenta reconocer sus privilegios de macho pero que no siempre lo logra. Nací en una sociedad machista y tengo privilegios. No soy pues quien para venir a opinar sobre feminismo o mujeres, sin embargo, hoy con mi Galimatías sabatino comparto una propuesta para abonar a desarmar esta sociedad patriarcal machista y violenta.

Hace un par de semanas, Ana Miriam Ferráez, diputada local en el estado de Veracruz propuso a las mujeres un “toque de queda”, como medida para evitar feminicidios en su entidad. Quiero sumarme seriamente a esta propuesta. Que se revise, se legisle y se aplique. Sí.Con toda contundencia. El toque de queda puede ayudar a detener una ola que dejó 9 mujeres asesinadas al día en nuestro país en el 2018 de acuerdo a ONU-Mujeres.

Según la CEPAL, México cuenta con una tasa de 4.5 feminicidios por cada 100 mil habitantes, una de las más altas de América Latina, solo por debajo de dos de los países más peligrosos del mundo, El Salvador y Honduras -mediocre CONCACAF de feminicidas-

Urge remediar esta situación. El toque de queda es el remedio.

Sí. Que se aplique en todo México el toque de queda y que ningún varón pueda -podamos- salir a la calle después de las diez de la noche. Que ningún varón podamos andar por la calle, manejando un taxi, en la oficina, en el colectivo, en el cubículo universitario o en el lote baldío ni en ningún sitio donde podamos alcanzar el grado máximo de privilegio machista asesinando a una mujer por el simple hecho de sentirnos superiores nosotros como hombres.

Algo hay que cambiar como sociedad. Algo hay que transformar en nosotros, varones, para que nuestro género deje de asesinar. Algo habría que hacer con urgencia.

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