
De vuelta a casa*
Samuel Revueltas La atmósfera es majestuosa. Son las nubes de incienso que me abrazan y me invitan a pasar; apenas doy el primer paso y este olor a juncia fresca me eriza la piel, me recuerda que hoy es el día… Los tapetes bien acomodados y en medio la cruz de cempasúchil me dan la bienvenida: ya estoy en casa. ¡Qué maravilla! ¡Ay esa mi mamá! Está rezando y llorando, tamal con lágrima va a comer. Tan linda ella, respetando el costumbre. ¡Ah burro! Tres tamales me puso, qué delicia: de chipilín, de mole y de toropinto. ¡Jo! También me […]