El derecho de soñar en libertad y sin condiciones

Los sueños de la razón

Los sueños de la razón

 

Por Florentino Pérez

 

Supongo que cada quien tiene su utopía

y está enamorado de la más hermosa…

yo no quiero imponer mis sueños,

pero tampoco quiero vivir con la

pesadilla de otros. 

Roger Bartra

 

Dice el filosofo Peter Sloterdijk que Los libros son voluminosas cartas a los amigos. Así los libros que escribimos pueden ser consideradas como cartas dirigidas al porvenir, con la expectativa de encontrar amigos que, movidos por la sensibilidad o curiosidad, se vean estimulados a leerlos, para entablar un diálogo informado. Dicho lo anterior paso a contar, brevemente, la genesis de este libro.

Hace años, en un periplo por el viejo continente, tuve el privilegio de contemplar en el Museo de Prado un Grabado de Francisco de Goya y Lucientes titulado Los sueños de la razón producen monstruos. Esta frase, que encierra un contrasentido, durante mucho tiempo estuvo guardada en mi memoria. ¿Es posible que a nombre de la razón se cometan hechos abominables? Si, lamentablemente. Ello está ampliamente documentado en la historia de la humanidad. ¿Ello significa el fracaso de la educación?

Con este Grabado, elaborado en 1799, Goya inaugurabá la serie Los Caprichos. En esta serie se expresan las contradicciones entre una racionalidad en ascenso y las viejas formas de dominación ideologica que entraban en crisis. En la imagen del Grabado se muestra a un hombre que yace recostado sobre un escritorio, junto a unos papeles de trabajo y unas plumas, vencido, tal vez, por el desaliento y rodeado por animales nocturnos, como gatos, lechuzas y murciélagos que le observan desde las sombras de la noche. Esta imajen me cautivó y acompañó por muchos años. Fue el año pasado que emergio dentro de mis reflexiones académicas, a partir de la lectura del libro Los Fantasmas de Goya. Ahí está el origén de este libro.

Este texto que titule Los Sueños de la razón. La libertad sin condiciones, se suma a la preocupación conceptual de la Formación y la Construcción de la ciudadanía, que he venido desarrollando durante los últimos años, de la cual dan cuenta los libros Educación y Alienación; Como el agua que fluye; Miradas al país de las maravillas; Morada y memoria, entre otros, en los que se abordan, desde el mismo ángulo de mirada pero, con otras resignificaciones, las categorias y tensiones entre la modernidad, memoría, formación, automía y la libertad

El libro que hoy presentamos, en el marco del festejo de mis 59 años, editado por el Ateneo y las Universidades de Ciencias y Artes y Autónoma de Chiapas, sirve de pretexto para reunir a los amigos, es en muchas formas la continuación de esta preocupación por pensar, soñar y aspirar a vivir en libertad. En su integración, retome algunos ensayos y artículos escritos, en su mayoría, el año que concluyó; incorporó también, reseñas de textos leídos y ponencias presentadas en congresos académicos.

La motivación que articula a este libro es una preocupación epistémica por construir conocimiento social que, parte de una mirada y revisión de ese enorme corpus teórico construido y reconstruido, por filósofos y poetas; artistas e intelectuales, que aspira a elucidar la tensión entre la sinrazón de la razón y los sueños de la razón; de desatar ese nudo problemático y Gordiano en donde se reconoce que, a veces, el corazón tiene razones, que la razón no entiende.

La carta de navegación de éste libro, son las ideas, viejas y nuevas; propias y ajenas; la reconstrucción de sueños y pesadillas; realidades y utopías; razones y sinrazones, de un tiempo y espacio en la búsqueda permanente por construir el sentido y significado placentero en nuestro paso efímero por esta vida –no conozco otra-, que aspira a desarrollarse y disfrutarse sin ataduras ni condiciones, sin miedos o temores, pero con plena libertad. En esta busqueda de sentido y significado de la vida, urgo en esa rama de la filosofía llamado ética.

A propósito de la ética, en el libro inconcluso de José Saramago Alabardas, Fernando Gómez Aguilera, escribe “Junto a la reivindicación del pensamiento, su compromiso intelectual (de José Saramago) recusaba la indiferencia y la apatía moral. Aún hoy resuena sus severa denuncia y exigencia de un regreso a la ética, la exhortación a protagonizar una insurrección de la virtud en un contexto de decadencia, un principio que aplicó con denuedo en sus textos”. Esta insurrección de la virtud o rearme moral, interpela a la resignación y a los llamados destinos manifiestos.

En el contenido del libro que hoy comparto con ustedes, encontrarán ideas para desarrollar la formación pedagogíca de condición humana en todas sus potencialidades, sin dogmas ni ataduras, cuyo fin y premisa, es el axioma universal: no hagas al otro lo que no quieras para ti.

Sin embargo, debo advertir que este libro, no es un manual de axiología, menos un manifiesto ontológico de vida. Es acaso, una reflexión, un punto de partida en la formación de ciudadanos responsables, coherentes, dueños de una voluntad crítica, que les permita leer el mundo y la vida y actuar sobre ella con alegría y libertad, dispuestos a reconocer y reconocer con y en los otros, en la diversidad, en sus derechos y obligaciones, pero también a ejercer un Nuevo Derecho Humano que empieza a emerger y tomar fuerza: el Derecho de objeción y desobediencia, el Derecho de Soñar en libertad y sin condiciones.

En este breve transito de casi seis décadas de vida, sigo haciéndome preguntas sobre la naturaleza de las cosas que nos rodean, sobre las tramas de sentimientos, de afectos y desafectos, que complejizan aún más nuestra de por sí compleja existencia. Sobre los sentidos y significados de la vida, de nuestro lugar en el planeta mundo como constructores de realidades sociales e historicas.

 

Por ello, en este andar intento:

No ser sujeto sujetado,

reivindicar la libertad del pensamiento,

desatandolo de las ataduras y sumisiones,

de las ideologías y demás representaciones.

 

No perder de vista que las mujeres y los hombres,

somos constructores de realidades,

y que no hay destinos predeterminados.

 

A no nombrar por su nombre lo ya nombrado.

 

No repetir histórias,

que han conducido a la humanidad

a cometer barbaries, atrocidades e ignominias,

que ofenden y niegan al raciocinio.

(¿los sueños de la razón producen monstros?).

A no perder la capacidad de asombro

por las cosas simples pero,

complejamente maravillosas.

A no perder la esperanza de construir

la armonía con la naturaleza, con uno y los otros.

A reivindicar el derecho inalienable a la felicidad.

A defender el derecho universal a la libertad y autonomía.

 

Estas ideas devienen en apuntes para una cartografía en torno a la construcción de la libertad sin ataduras, de un arte de vivir. También son la posibilidad de hacer un periplo, al cual nos invita Eduardo Subirats, en El viaje a Ítaca. La vida, se dice, es un viaje; no un camino. Este es preciso hacerlo. Y tan pronto se hace como se deshace.

El Arte contiene un esplendido e inmenso oceano de libertad. Sumergirse en él, emerger, ver el paisaje con los otros, mover el horizonte y recrear esteticamente la viva vivida y anhelada, es una experiencia que nos humaniza, frente la cosificacion de esta sociedad-tecnificada, individualista, narcisista y del consumo frenetico, efímero y volatil. Klüger está convencido que la poesía es una postura crítica de la vida y puede ayudarnos a comprenderla.

 

Retomo el poema de Roberto Juarroz que dice:

Edificar solo una vez un día totalmente claro

y dejar que en sus múltiples y abiertos aposentos

cada forma se comporte como quiera.

Que la mano cambie entonses su imajen

y el pajaro la suya

o que ambos la intercambién en su oficio

de acorralar particulas del aire.

 

Que el tiempo bastonero se haga a un lado,

baje su voz de muerte

y el reloj de la torre

comience a ir hacia hacia atrás o a la deriva

o se titule nube y abandone su sitio.

 

Que hoy deje su forma de ser hoy

y tome la forma de ser siempre

o por lo menos la del agua,

un agua transparente sola,

un resumen del agua.

 

Que las cosas escapen de sus formas,

que las formas escapen de sus cosas

y que vuelvan a unirse de otro modo.

El mundo se repite demasiado,

Es hora de fundar un nuevo mundo.

 

Para finaliza debo de reconocer que el ensayo, la novela y poesía, así como la filosofía y el Arte en general, han sido para mí una ventana al conocimiento y re/conocimiento de la realidad social, que me han permitido recrearla y ficcionarla en forma de texto literario.

¡Están convocados a soñar este Sueño de la razón!

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