Documental sobre la música chuj ganadora Festival Internacional Cinalfama de Portugal.

Se encuentran dentro de la línea de acción de Semilleros creativos del programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. Cortesía: Sistema Nacional de Fomento Musical.

*El documental “Yib” ganó la edición 2020 del Festival Internacional Cinalfama de Portugal.


La etnia Chuj pertenece a la familia de las culturas mayas propias de estados del sur del país como Chiapas, Campeche, Quintana Roo y abarca el territorio de Guatemala. De acuerdo con la Secretaria de Información Cultural (SIC) de México, la lengua Chuj no tiene división al interior, es decir no agrupa a otras lenguas, como en el caso del zapoteco o el náhuatl además se considera con riesgo no inmediato de desaparición.

En esta región Chuj, existe un ensamble comunitario binacional Maya-Chuj “Yall Nab’il Komam Kicham” integrado por niños, niñas, adolescentes y jóvenes de las comunidades de Tziscao del municipio de la Trinitaria, Chiapas y de la aldea Guaxacaná, del municipio de Nentón de la delegación de Huehuetenango, Guatemala.

Con música tradicional de la región, tienen el objetivo principal que la niñez y juventud preserven su cultura Chuj, ya que, en la entidad ha sido bastante olvidada y en Tziscao hay pocas personas hablantes de la lengua, en comparación de Guatemala, en donde aún se preserva la enseñanza tradicional de las personas mayores.

En entrevista con Cynthia Cileri Ortiz González, maestra de expresión corporal y coordinadora operativa de la agrupación y Carlos Arturo Tapia Raymundo maestro de canto y director del Ensamble, señalaron que este proyecto es una oportunidad para que la preservación de las tradiciones quede para la posteridad y no sean olvidadas.

Esta agrupación musical, hoy en día ha realizado algunas presentaciones en el Palacio de Bellas Artes, así como giras en diversos estados, comenzó hace cinco años con la llegada de Ortiz González y Tapia Raymundo a Tziscao, de una manera muy austera, pues no contaban con lo necesario para que las y los niños recibieran las clases.

Dábamos clases en un salón de escuela primaria que nos prestaban porque no teníamos ni siquiera un espacio propio, empezamos prácticamente con 10 niñas y niños, mencionaron Ortiz González y Tapia Raymundo.

En un principio tenían que elaborar sus propios instrumentos a base de latas, instrumentos viejos, materiales reciclados, o pintar con gises o tizas de carbón en el piso el pentagrama para repasar las notas musicales.

En este mismo sentido, mencionaron que una de las bases del aprendizaje brindado a cada uno de las y los integrantes del grupo han sido orgánicas y armónicas con el entorno natural de las comunidades y la conciencia de esta.

 

Entre 2017 y 2018, este ensamble participó en las grabaciones del documental “YIB” que trata del poder transformacional de la música. En dicha cinta también se retrata cómo el poder de la música interviene en la transformación social de una comunidad, así como el papel que juegan tradiciones y raíces culturales en la búsqueda de identidad de cada persona.

En septiembre del año pasado, se hizo el estreno de manera oficial en México en el festival Docs Mx, recibiendo una mención dentro de los mejores documentales y se sigue exhibiendo en el Festival de Cine Documental Mexicano Zanate de Colima.

Dentro de la plataforma FilmInLatino hasta el 21 de noviembre y en el FILMéxico en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos “Muestra de Cine Mexicano Contemporáneo 2020”  del 13 al 20 de noviembre.

“Yib” que, aunque no es una palabra en Chuj, la gente utiliza este término de manera coloquial para hablar de las raíces además de que el eje central de la película es la frontera política que propició la división de una sola cultura.

Es importante que la música tradicional se mantenga viva, no quiere decir que no puedan acceder o que no pueden gustar de otras músicas, simplemente es parte de sus raíces y tradiciones, añadieron Ortiz González y Tapia Raymundo.

Por su parte, Ozan Mermer, director de dicho documental mencionó que la idea de filmar “Yib” surge tras haber tenido la oportunidad de estudiar cine documental en México y tener que realizar como proyecto un trabajo, el cual le planteo al músico Eduardo García Barrios, le comentó de la existencia del ensamble binacional, único en su tipo.

El cineasta viajó directamente a Tziscao para conocer al ensamble y grabar con ellos, puesto que es el único binacional. Cortesía: Cynthia Cileri Ortiz González.

Mermer señaló que, al conocer la peculiaridad de esta agrupación que tiende a cruzar la frontera entre México y Guatemala para poder preservar sus raíces a través de la música y unirse como parte de una sola cultura, le pareció una buena idea trabajar con ellas y ellos.

Me pareció muy interesante este tema de identidad y la búsqueda de ella a través de la música en una zona dividida entre estos dos países, que se quieren volver a conectar y restablecer sus relaciones. La música tiene mucha fuerza para unir pueblos, detalló el cineasta.

En este mismo sentido, dijo que realizó el documental para aprender más acerca de México y de su música, en específico de la cultura Chuj,  tras presentarse en varios festivales ha despertado un interés en la preservación y conocimientos de las culturas indígenas, por lo que hay una demanda no solo del documental, lo que hace este proyecto importante.

Mermer expresó que se seguirá proyectando el documental en diversas plataformas y partes del mundo, esperando que la gente conozca a las y los protagonistas de la cinta y además, esta contribuya a la manifestación de la cultura popular y el apoyo a la música no solo de las instituciones gubernamentales, sino de la sociedad en general.

A través de la música vuelves a muchas personas muy felices y las reconectas con su cultura, eso es lo valioso, finalizó.

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