Tote; una memoria visual del reencuentro con la familia, identidad y cultura de Chenalhó

María Sojob junto a su abuelo viendo como teje el sombrero. Cortesía: Tote Documental.

*María Dolores Arias Martínez lleva más de 10 años trabajando en la producción audiovisual, estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y la maestría en Cine Documental en la Universidad de Chile, donde realizo su primer mediometraje documental Bankilal, el hermano mayor.


María Sojob, mujer tsotsil nacida en Chenalhó, directora del largometraje documental Tote_Abuelo, el cual será proyectando en la muestra de cine del sureste mexicano en Tuxtla Gutiérrez compartió que, el proyecto inició por la inquietud, su abuelo había enfermado y se encontraba en mal estado, y ella no tenía ninguna relación afectiva y cercana con él.

Fue a partir de dicho acontecimiento, que empezó a ser consciente de que en cualquier momento su abuelo podía irse y no tendría ninguna memoria visual o escrita sobre lo que hizo o la persona que es.

La directora quería dejar un registro audiovisual para sus hijas, nietas y nietos, pues cuando sus abuelos paternos murieron no tenía herramientas como el cine o video para poder dejar esa memoria.

Sojob compartió que su abuelo antes tejía sombreros para las autoridades, era muy común que cada familia tejiera sus propios sombreros de palma, una tradición que se fue perdiendo y se sustituyó por sombreros comerciales.

En la comunidad de donde es mi abuelo solo quedaban dos personas que tejían este sombrero, a mi abuelo lo buscaban para que hiciera sombreros para las autoridades, pero después del problema que empezó a tener, estaba perdiendo la vista, era tanto una inquietud y necesidad de dejar este registro de él, como del oficio que hacía, dijo la cineasta.

Puntualizó que al principio el proyecto era personal, con una producción cinematográfica y narrativa de registro, pero en el proceso de buscar y convencer a su abuelo para realizar el proyecto, empezaron a inquietarle otros temas como la identidad y como las personas que tienen padres y madres originarias de alguna comunidad se desarraigan de ese espacio.

Ante dicho contexto, empezó a cuestionarse varias cosas, sobre todo porque pasó mucho tiempo en la comunidad, después se fue a la ciudad, señaló que en ese tránsito de desaprender del lugar donde nació y aprender de la ciudad, empezó a vivir y a vestirse como se hace ahí, así como a sentir y a repetir palabras que se usan para el amor y el afecto.

A partir de este proceso empiezo a cuestionar como me relaciono afectivamente con mi familia, no hay besos, abrazos, palabras de cariño y amor, era esta interrogante de como se vive el amor en el contexto tsotsil de mi familia, como puedo saber que mi familia me quiere o me ama, que en español es tan fácil decir estas palabras, expuso Sojob.

Para Sojob, este trabajo fue un proceso y camino de reencontrarse con sus raíces y la de su mamá, pues no conocía su historia dentro de la comunidad y como había logrado romper con un patrón, de que la mujer tiene que quedarse en la comunidad y aprender a ser buena esposa, madre, hermana e hija.

La directora compartió que, su madre es la primera persona que rompe con dicho patrón al no querer casarse a los 12 años, cuando la llegan a pedir en matrimonio, se va a la ciudad a trabajar como empleada doméstica y luego estudió para ser maestra.

Mencionó que, durante la transición de su madre de la comunidad a la ciudad y de ser maestra bilingüe, hay un proceso de dejar la lengua y cultura atrás, una negación que trae el ser y sentirse indígena en un contexto donde el país es tan racista y con estereotipos marcados de lo que significa ser indígena en una ciudad.

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Por otro lado, la directora mencionó que la realización de la película llevo alrededor de 5 años de trabajo no constantes, desde iniciar la idea, asistir a talleres, retroalimentación, incluso hubo momentos en el que el proyecto se quedó en pausa, ya que al ser personal entro en conflicto con las emociones fuertes, y momentos donde ya no quería continuar, porque toca fibras delicadas de su vida y familia.

Otra de las razones, fue el financiamiento para poder seguir con la película, sin embargo, señaló que hubo gente solidaria que estuvo trabajando sin tener un pago al momento, pero el compromiso con la gente de trabajo seguía.

Era un equipo bastante chiquito por el sentido de la película, se grabó en una pequeña comunidad, con un personaje que es mi abuelo, y secundarios como mi mamá y mi abuela, estaba yo como directora, un fotógrafo, un sonidista, una productora ejecutiva, y una productora de campo, pero de repente estas producciones se vuelven muy costosas, en alimentos, transportes, pago de honorarios y por eso nos llevó 5 años la película, explico la cineasta.

Tote_Abuelo se estrenó en el 2019 durante el Festival de Cine de Morelia, obtuvo el Premio a Documental Realizado por una Mujer de la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión de México, y el Premio Ambulante a Documental para formar parte de una gira de documentales para el 2020.

Sin embargo, Sojob comentó que, debido a la pandemia no pudo ir a las sedes donde se iba a proyectar y Ambulante cambio su sistema en línea, para ella fue importante, porque su documental tuvo más de 1600 visualizaciones en 24 horas, ahora también es proyectada en festivales, muestras de cines latinos y ahora que se presentara en Tuxtla Gutiérrez.

Por otro lado, la cineasta compartió que le fue difícil convencer a su abuelo para realizar el documental, primero porque no tenían una relación cercana, era un desconocido para ella y no sabía su historia, pues en el pasado solo acompañaba a su mamá a verlo en algunas ocasiones.

Sojob mencionó que su abuelo accedió porque le dijo que hacía películas, las cuales mostraba a otras personas y en otros países, ahí se convenció que él quería viajar a otros lugares a través del documental, además el sombrero que hicieron para la película fue el último que tejió su abuelo.

La directora dijo que la primera satisfacción que tuvo de su documental fue conocer la historia de su abuelo, mamá y familia, para ella el cine y la cámara son herramientas fundamentales y puentes de comunicación, para acercarse a la vida e historias de otras personas.

En el ámbito profesional, mencionó que le ayudó a reflexionar que tipo de estética le funcionaba en la comunidad, porque hay lenguajes y estructuras narrativas, pero no le estaban funcionando en el documental.

Aunque la película al principio era personal, conecto con varias personas, leer los mensajes que me escribían y me agradecían por la película, por acercarlos a este mundo, se vieron reflejaron en los que hice, ese tipo de cosas han sido importantes y satisfactorios para la película y mi trabajo, mencionó la directora.

Sojob compartió que debido a la pandemia dejó en pausa un documental que se encontraba grabando en Honduras, sobre las mujeres, la lucha y resistencia en defensa del territorio, así como contra proyectos extractivistas.

En la actualidad se encuentra escribiendo guiones cinematográficos para saltar del documental a la docuficción, compartió un poco sobre su proyecto “Mujeres Floreciendo”, tiene que ver con lo que ella ha atravesado como mujer tsotsil, que nació en una comunidad indígena, tuvo que transitar a la ciudad y ahora está de regreso en su comunidad.

Las historias que contaré tienen que ver con ese proceso, con temas de como las mujeres hemos ido rompiendo con patrones patriarcales y hemos podido ir floreciendo, añadió la cineasta.

Sojob dijo que la pandemia afectó demasiado a las producciones cinematográficas, ya que no han podido regresar a rodar, no se les permite, pues deben tener un protocolo de rodaje porque hay casos donde todo un equipo se ha contagiado.

En nuestro caso el de Honduras, es financiado por el Instituto Superior Tecnológico de Cine y Actuación (INCINE), hemos tenido que solicitar un adendum para continuar el próximo año, se ha detenido también las proyecciones, festivales se han cancelado, otros han migrado a la modalidad online, pero es otra dinámica, ha sido complicado no tener esos espacios públicos para interactuar con la gente, finalizó la cineasta.

El sur también existe

A partir del 25 al 28 de noviembre inician las Jornadas de Cine Mexicano en Chiapas titulado “El sur también existe”, a partir de las 18:00 horas en el patio Turumba del Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines, con un cupo limitado a 50 personas.

Además, no hay un sistema de aparato, se respetará el tiempo en el que vayan llegando las personas para la ocupación de las plazas disponibles.

Como invitada especial estará María Novaro, una reconocida directora, guionista, editora y productora de cine mexicano.

Cartelera «El sur también existe».

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