El árbol de navidad más ecológico del mundo está en Chiapas

«Árbol de Navidad» Cañón del Sumidero. Foto: Guillermo Sánchez

Guillermo Sánchez Gómez, estudiante de la Licenciatura en Biología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, integrante del Clan Botánico de dicha institución y del grupo Heliomaster, dio a conocer que, entre las paredes de la monumental falla geológica del Cañón del Sumidero en Chiapas, se encuentra una peculiar cascada conocida como “Árbol de Navidad”, cuyo nombre se debe a la similitud de la cascada con un pino de una altura aproximada de 250 metros.

Sánchez Gómez mencionó que su singular aspecto es consecuencia del constante escurrimiento y filtración de agua con altas cantidades de minerales, en especial carbonato de calcio o caliche, la progresiva y lenta acumulación de este material a través de los años ha provocado la formación de los distintivos escalones del pino.

Resaltó que el Cañón del Sumidero tiene una edad aproximada de 12 millones de años, surgiendo en la época del Plioceno, donde tuvieron lugar las penúltimas glaciaciones globales.

El estudiante añadió que, como buen árbol navideño, la cascada cuenta con innumerables adornos, a diferencia de los que se colocan en cada casa, estos no son de plásticos o de algún otro material que perjudique al ambiente, sino que son organismos vivos los que se encargan de engalanar al gigantesco pino.

Dijo que el decorado del árbol navideño consiste en extensas alfombras de Musgos (Filo Bryophyta), algunas Bromelias de los géneros Pitcairnia, Tillandsia y Hechtia, Begonias del género de mismo nombre, incluyendo a la Begonia de Monte o Xocoyule (Begonia nelumbiifolia; Cham. & Schltdl, 1803) y otras plantas que aparecen como resultado de la frecuente humedad que provoca el paso del agua.

El Cañón del Sumidero cuenta con paredes formadas de caliza que alcanzan altitudes de hasta 1,200 metros, vegetación exuberante, flora y fauna silvestre y un alto valor geológico. Foto: Guillermo Sánchez.

El máximo esplendor de la cascada se logra observar en temporada de lluvias o acabando esta.

Por otro lado, mencionó que la caída de agua proviene de tuberías subterráneas de las zonas más altas de la cuenca, estos canales son formados por la filtración de agua a través de rocas calizas y se encuentran susceptibles a la perturbación provocada por la actividad humana que ocurre en estas locaciones.

El Parque Nacional Cañón del Sumidero como la cascada del Árbol de Navidad se ven afectados por las constantes invasiones y cambios de usos de suelo, las cuales son carentes de permisos por parte de alguna autoridad, esto ocasiona una degradación en el ecosistema, y en especial en los microhábitats que los musgos forman en la cascada, expuso el estudiante.

Hace años Chiapas pasó tiempos de sequías que provocaron que la cascada perdiera su característico color verde, pero con la llegada de las buenas lluvias y esfuerzos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y espeleólogos que se dedicaron a generar estrategias para alimentar y cuidar la cascada, es que hoy en día se puede ver revitalizada, mencionó el estudiante.

Sánchez Gómez comentó que, es probable que la mayoría de los chiapanecos estén enterados de las malas condiciones en las que se encuentra el Cañón del Sumidero, como de las toneladas de basura que llegan año con año en la temporada de lluvias, de los incendios forestales que ocurren dentro o a sus cercanías, sin embargo, son pocos los que han decidido hacer un cambio para mejorar la situación de esta Área Natural Protegida (ANP).

Añadió que, en muchas ocasiones es fácil recriminar las problemáticas a las autoridades y encargados del parque, que en gran medida la culpa cae sobre ellos por no hacer valer las leyes que protegen a esta ANP o por no castigar a los infractores.

Sin embargo, puntualizó que algunas políticas son complicadas de aplicar debido a las situaciones socioculturales y económicas de los implicados, además de que los órganos como la CONANP suelen encontrarse limitados por la falta de recursos.

Lo anterior no es excusa para que las autoridades y el público en general no realicemos actividades a favor de la conservación del Cañón, o por lo menos aminoremos las acciones que lo dañan, acentuó el estudiante.

Sánchez Gómez mencionó que, los primeros pasos hacia la conservación del Cañón del Sumidero y por ende de la cascada del Árbol de Navidad, debe ser la promoción de la realización de estudios para la comprensión de los elementos y fenómenos que componen al Parque.

Al mismo tiempo, añadió que siempre debe existir una mayor difusión y divulgación de estos trabajos, con el fin de realizar estrategias para la concientización ambiental, es decir, buscar la manera de que el cúmulo de conocimientos sean manejados de acuerdo con el público al que va dirigido y por consiguiente se pueda establecer empatía por la naturaleza.

El Cañón del Sumidero, decretado como Parque Nacional desde 1980. Foto: Guillermo Sánchez.

El estudiante mencionó que, una vez que exista empatía, debería nacer la necesidad de querer conservar a la naturaleza, resultando en la elaboración de proyectos y campañas a favor del Cañón del Sumidero, como la creación de colectivos con el objetivo de limpiar secciones de los ríos que alimentan al Cañón, grupos especializados en reforestación, monitoreo de fauna o algún voluntariado de algún servicio para la ANP.

Un lugar natural conservado siempre será un gran atractivo para las actividades turísticas, de las cuales se puede sacar mucho provecho para obtener recursos monetarios, claro, siempre y cuando estas acciones no transgredan al medio ambiente. Tanto el turista como quien brinda el servicio deben conocer los límites que existen dentro de un área protegida como el Cañón del Sumidero, dijo el estudiante.

Acentuó que se debe evitar a toda costa, aquellas actividades que perturben a los organismos y a su hábitat, esto porque muchas veces los visitantes quieren experimentar de cerca las maravillas del Cañón, pero a pesar de las ingenuas intenciones, pueden existir severas afectaciones, logran tener consecuencias legales como la extracción/introducción de flora y fauna, o en el peor de los casos pueden poner en riesgo su propio bienestar.

A manera de cierre, comentó que la naturaleza es un pilar para una buena salud mental, dentro de este rubro cree que es importante el recalcar que todos forman parte de una red compleja de causas y efectos, donde lo que hagan va a repercutir en algo o alguien tarde o temprano, es por ello que todas las acciones que realizan, hasta las que consideran simples, deben ser analizadas con gran profundidad.

Lo anterior, debido a que muchas de las actividades rurales y urbanas que se llevan a cabo en los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo, Soyaló, Osumacinta y San Fernando terminan perjudicando de manera directa o indirecta al Cañón del Sumidero y a la cascada del Árbol de Navidad.

No hagamos cosas de las cuales nos arrepentiremos después, digo esto en referencia a la naturaleza, puesto que esta misma ya se está cobrando de todo el daño que le hemos hecho, como por ejemplo la terrible situación que ocurre en Tabasco y Norte de Chiapas, expuso el estudiante.

Sánchez Gómez dijo que, las inundaciones que hoy afectan a Tabasco y Chiapas son consecuencia de la mala planeación y modificación de los ecosistemas, pues el desvío y modificación de los cauces de sus ríos, al igual que la tala y erosión de los suelos han afectado a que no haya una retención del caudal de aguas chiapanecas que fluyen a Tabasco.

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