Muralismo urbano, una reflexión y demanda por ciudades más bellas e inclusivas

INAH clausura mural que se encontraba plasmado en la fachada de un hotel en San Cristóbal de Las Casas. Cortesía: Paco Hidalgo/Facebook.

*El acto de dibujar en muros y paredes es tan antiguo como la necesidad del ser humano de comunicarse. Desde las primeras pinturas rupestres el lugar del arte siempre ha sido el espacio público, señaló Morales Vargas.


Por Redacción Alma Martínez

María de Lourdes Morales Vargas, profesora-investigadora del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (CESMECA-UNICACH), realizó un artículo denominado “Relatos a la espera. Muralismo urbano en los espacios públicos de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas”, publicado en la revista LiminaR. Estudios Sociales y Humanísticos en el 2020.

La información fue recabada a través de entrevistas a creadores locales o “practicantes” del mural urbano y de observaciones etnográficas de los muros intervenidos y de los lugares donde se encontraban.

La autora explicó que el muralismo urbano llegó a México desde la frontera norte, influenciado por muralistas chicanos; su tránsito natural lo llevó primero hacia las grandes ciudades como Guadalajara, Puebla y la Ciudad de México; después al sur, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

En cambio, las primeras intervenciones gráfico-pictóricas en muros de San Cristóbal de Las Casas se sitúan a finales de la década de los noventa e inicios de la primera década del siglo XXI; desde entonces dichas prácticas han provocado disgustos en esferas políticas y sociales, o causando agrado y aceptación en barrios o colonias, sobre todo de la periferia.

En esta región del estado, el muralismo urbano se ha vuelto una práctica recurrente. Entendiéndose como muralismo urbano a uno de los formatos más representativos de la intervención gráfico-pictórica en muros y que se expresa en el espacio público de las ciudades (muros, calles, parques, avenidas, barrios).

Agregó que, la juventud encontró en este tipo de prácticas otra manera de ejercer la libre expresión y de ser visibles entre los habitantes de la ciudad, ya que crearon una plataforma para entretejer la cultura y el espacio urbano.

Las y los grafiteros, activistas, creadores y artistas visuales buscan en los muros de las calles, avenidas o barrios una forma de promover sus obras, catapultar sus profesiones, autoemplearse y remunerarse, expresarse o generar ciudadanía cultural, afirmó la autora.

San Cristóbal de las Casas se convierte en Ciudad Mural (9)

Para las y los jóvenes, la apropiación del espacio público urbano, se convirtió en una forma de autogenerar mejores condiciones de vida y procurar un bienestar social, económico y cultural. Encontraron en dichas prácticas un proyecto de vida que favoreciera su desarrollo profesional y personal.

La autora planteó que la práctica del muralismo urbano es llevada a cabo por jóvenes que poseen diferentes profesiones, trayectorias y estilos, que intervienen y promueven su capacidad de agencia desde y a través de su obra. Así se convierte en una actividad creativa, colectiva y comunitaria.

La función del mural urbano en la ciudad es develar lo que ha permanecido en las sombras, comprender y evidenciar los conflictos culturales que tienen forma dentro de un territorio, y exclamar mensajes, posturas y verdades, tanto aquellas que encarnan los muralistas como las de los espectadores, señaló la autora.

A pesar de las agresiones, nunca se ha detenido; sigue realizando murales en diversos puntos de la ciudad. Cortesía: Elizabeth Bess.

Elizabeth Bess, artista visual, ilustradora y muralista urbana originaria de Tuxtla Gutiérrez, expresó que pintar murales en el espacio público ha sido una forma de manifestar lo que piensa y siente, así como de generar ciudades más bonitas, y de paso promover su trabajo como artista visual.

La autora detalló que, los creadores se reconocieron como parte de las transformaciones sociales y culturales de la ciudad, pues comparten entre ellos y ellas la creatividad traducida en imágenes, la responsabilidad, toma de conciencia, respeto y reconocimiento de sí mismos como agentes sociales.

También identificó a organizaciones y colectivos que buscaron congregar, reconocer, empoderar y consolidar el sentido colaborativo y comunitario del mural urbano. Por ejemplo, el proyecto “Ciudad Mural” que, a través de la intervención gráfico-pictórica en muros, ha buscado contar historias, reforzar la identidad local y generar procesos sociales.

De acuerdo con los coordinadores de dicho proyecto, ellos no pretenden ser invasivos, sino han buscado involucrar a la ciudadanía y a los habitantes de barrios y colonias para que se sumen a los muralistas urbanos y juntos generen historias visuales.

El noviembre de 2018, inauguración el proyecto “Ciudad Mural San Cristóbal”, en el barrio de San Ramón. En el que 26 artistas con el apoyo de la comunidad narraron en 43 murales las identidades de los habitantes de San Cristóbal de las Casas.

Por último, la autora explicó que para el artista urbano que relata en murales, esta es una forma de expresión que implica reconocer y reconocerse en torno a la realidad de lo que vive, como una manera de llegar a la reflexión y demandar por ciudades más bellas e inclusivas.

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