Confirman cuatro zonas sensibles a sismos en Tuxtla Gutiérrez

Localización de daños históricos de los sismos del 21 de octubre de 1995 (puntos amarillos), 7 de abril de 2011 (puntos naranjas) y 7 de septiembre de 2017 (puntos rojos).

*Investigadores señalaron que los daños de los sismos de 1902, 1995, 2011 y 2017, siguen un patrón recurrente y se concentran en el valle de Tuxtla Gutiérrez en cuatro regiones: el centro de la ciudad, San José Terán y zonas residenciales del norte oriente y poniente.

Por Redacción Alma Martínez

Raúl González Herrera, Jorge A. Paz Tenorio, Roberto Moreno Ceballo, Juan Carlos Mora Chaparro, Jorge Aguirre González y Jorge A. Aguilar Carboney, investigadores de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), realizaron una investigación titulada “Efecto de sitio en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, un determinante en los daños históricos en edificaciones”, publicada en la Revista de Ingeniería Sísmica en el año 2020.

La investigación tuvo como objetivo explicar las causas de los daños por sismo en Tuxtla Gutiérrez, para ello elaboraron bases de datos de los daños mediante documentos históricos, reportes de protección civil estatal y municipal, colegios de ingenieros civiles y arquitectos, entre otros. Compararon los sismos históricos más importantes en la región: 23 de septiembre de 1902, 21 de octubre de 1995, 7 de abril de 2011 y 7 de septiembre de 2017.

Los investigadores explicaron que contar con el registro de los daños históricos es un elemento clave a considerar para entender el peligro sísmico de una región, pues estos se pueden representar con un mapa de intensidades sísmicas. Estas intensidades, al estar directamente relacionadas con los daños observados, son un buen indicador del peligro sísmico, lo cual les permitió observar que la capital chiapaneca presenta un nivel de peligro sísmico importante.

Con el empleo de Sistemas de Información Geográfica detectaron que la ubicación de los daños de los sismos de 1902, 1995 y 2011 coincide espacialmente con la de los producidos por el sismo reciente de 2017. Al analizar las consecuencias de los sismos observaron que los daños se concentran en zonas específicas de la ciudad: el centro de la ciudad, San José Terán y zonas residenciales del norte oriente y poniente.

A continuación, las descripciones de los sismos seleccionados por los investigadores:

  • El 23 de septiembre de 1902 se presentó un sismo de subducción de la placa de Cocos por debajo de la placa norteamericana, en Tuxtla Gutiérrez alcanzó daños importantes y generalizados. De acuerdo con los sistemas constructivos locales de esa época, los daños debieron presentarse prácticamente en todas las construcciones. Se considera que es el motivo de la carencia de construcciones históricas del siglo XIX o anteriores en Tuxtla Gutiérrez.
  • El 21 de octubre de 1995 un fuerte sismo con epicentro cercano a Ocozocoautla, Chiapas, sacudió a Tuxtla Gutiérrez y la Región La Frailesca del estado, que fue la más afectada, cuya capital es Villaflores, lo que le dio nombre al evento. El sismo ocasionó grietas en edificios y el colapso de algunas viviendas, daños en gran parte de la infraestructura educativa, dos fallecimientos, la caída de bardas y pánico generalizado en la población

Fotografías de los daños debidos al sismo de Villaflores de octubre de 1995 en edificios de Tuxtla Gutiérrez. (a, b) Edificio público en el centro; (c) Estructura de adobe; (d) Rectoría de la UNACH; (e) Catedral de San Marcos; (f) Construcciones de adobe.

  • El 7 de abril de 2011 ocurrió un sismo a 83 km de las Choapas, Veracruz y propició en Tuxtla Gutiérrez un conjunto de daños en edificios públicos, viviendas, bardas, entre otras estructuras, los cuales no debieron haberse presentado por la distancia de la fuente, la profundidad (167 km) y la magnitud del evento.

Fotografías de los daños causados por el sismo de Las Choapas de 2011 en Tuxtla Gutiérrez. (a) Edificio Corzo; (b) Rectoría de la UNICACH; (c) COCYTECH; (d, e) Hospital de especialidades “Vida mejor”; (f) Vivienda en el centro de la ciudad.

  • El sismo del 7 de septiembre de 2017 produjo daños importantes en la ciudad. Los daños se atribuyen al efecto de sitio (resultado del movimiento del terreno debido a la incidencia de ondas sísmicas) en la zona, a los materiales de construcción empleados, a la falta de mantenimiento, etc.

Además, la falta de recursos económicos y asesoría técnica, las cuales son determinantes, ya que la mayoría de los proyectos dañados fueron ejecutados mediante autoconstrucción, de viviendas precarias y residencias ejecutadas sin criterios ingenieriles y con materiales de baja calidad.

Fotografías de los daños causados por el sismo del Istmo de Tehuantepec de 2017 en edificación en Tuxtla Gutiérrez. (a) Viviendas de adobe; (b) Edificios públicos; (c) Residencia; (d) Edificio privado; (e) Catedral de San Marcos.

Los investigadores encontraron que los daños de los sismos de 1902, 1995 y 2011 se concentraron en la zona de suelos blandos conformados por arcillas expansivas y se ubicaron en el primer cuadro de la ciudad y zonas aledañas al río Sabinal y sus tributarios. Y en función del uso del inmueble, dentro de las estructuras dañadas, sobresalieron las construcciones habitacionales y escolares de distintos niveles educativos.

También que hospitales sufrieron daños menores, no obstante, se debió considerar esta experiencia para no repetirla en sismos futuros. Sin embargo, en el sismo del 7 de septiembre de 2017 nuevamente sufrieron daños hospitales públicos y privados (estos últimos, en ocasiones son construcciones adaptadas que no fueron diseñadas para tal fin) que habían sido reparados por daños de sismos previos.

Agregaron que otro factor importante en la concentración de daños en regiones específicas de la ciudad, es la edad de las construcciones. En el centro de la ciudad se registran construcciones con mayor antigüedad (entre 10 y 30 años). Las construcciones más jóvenes que sufrieron afectaciones corresponden a edificios ubicados en la cercanía de los tributarios del río Sabinal o construidos en las laderas, y obedecen por lo general a construcciones que no fueron diseñadas, construidas o supervisadas con asistencia ingenieril.

Los sistemas estructurales que fueron afectados son variados, predomina la mampostería sin refuerzo o con refuerzo insuficiente, construcciones de adobe y bajareque. Las estructuras de concreto y acero dañadas se asociaron a errores en la construcción o en el diseño de acuerdo con el resultado de los peritajes realizados, posteriores a los sismos, por diversas instancias (Protección Civil, Colegio de Ingenieros Civiles y Colegio de Arquitectos).

Las estructuras dañadas de mampostería se concentraron en el centro de la ciudad, en San José Terán y en colonias residenciales del lado norte poniente y oriente, mientras que las estructuras dañadas de concreto y acero se distribuyeron a lo largo del cauce del río Sabinal.

Localización de daños del sismo del 7 de septiembre de 2017 (puntos amarillos daños parciales y puntos rojos daños totales).

Concluyeron que, desde los sismos históricos hasta el más reciente en 2017, se puede decir que en la ciudad existen las condiciones físicas y materiales para sufrir afectaciones y daños por sismo. Todos los sistemas constructivos predominantes en la ciudad (mampostería en sus diferentes variantes, y estructuras de concreto) presentaron diferentes niveles de daño, los cuales son más evidentes en diferentes regiones de la ciudad para cada sistema.

“El ubicar las zonas con efecto de sitio permite establecer con mayor certeza dónde podría haber daños por sismo”, expresaron los investigadores.

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