Biosfera El Ocote, un lugar seguro para aves en peligro de extinción, amenazadas y sujetas a protección especial

Los investigadores sugirieron el seguimiento de la Aguililla Blanca. Cortesía: Francesco Veronesi –

*González Ortega, Vázquez Pérez, Tejeda Cruz y Hernández Molina, registraron 19 especies endémicas y propusieron 20 especies prioritarias para monitoreo biológico e investigación para evaluar los efectos de las alteraciones, modificaciones y fragmentación del hábitat.


Marco Antonio Altamirano González Ortega, José Raúl Vázquez Pérez, César Tejeda Cruz y Eric Hernández Molina, investigadores de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natura, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y Pronatura A. C, realizaron una actualización del conocimiento de las aves en la Reserva de la Biosfera Selva El Ocote (REBISO).

Dieron a conocer que, el primer estudio formal sobre las aves en dicha Reserva es de 1996, donde se reportaron 334 especies, sin embargo, investigaciones entre 1998 y 2001 indicaban un registro de 460 especies.

Por ello, generaron una lista taxonómica actualizada donde reconocen la estacionalidad y la categoría de las especies en riesgo en la NOM-059-ECOL-2010 y en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), como especies sensibles a perturbaciones y especies endémicas.

Musguero Trepador (variegaticeps). Cortesía: Ana Paula Oxom

Los investigadores mencionaron que, el inventario actualizado de las aves es de 477 especies, distribuidas en 21 órdenes y 61 familias, del total 351 son residentes, 86 migratorias invernales, 12 migratorias de verano y 28 transitorias.

Además, 122 especies están en la NOM-059-ECOL-2010, 16 en peligro de extinción, 41 amenazadas y 65 sujetas a protección especial, por otro lado, 16 especies reconocidas en la Lista Roja de Especies de la IUCN con alguna categoría de alto riesgo, también 34 especies con alta sensibilidad a las perturbaciones humanas, 240 en sensibilidad media y 203 baja sensibilidad.

Afirmaron que, existen señalamientos de que la avifauna de la REBISO no había sido investigada de forma exhaustiva ni continua, en un análisis avifaunístico realizado en la Zona de Protección Forestal y Fáunica Selva El Ocote, se señalaba una riqueza de 334 especies de aves, dentro de una superficie de 48 mil 140 hectáreas.

Enfatizaron que, en la actualidad hay una cobertura geográfica mucho mayor, con 101 mil 288 hectáreas, donde la riqueza ornitológica coincide con la suposición de que, a mayor superficie geográfica, mayor la riqueza de especies.

Por otra parte, destacaron que la REBISO ocupa la región fisiográfica de las Montañas del Norte, donde ocurre la mayor riqueza avifaunística de Chiapas, además de presentar conexión con las selvas de los Chimalapas y Uxpanapa.

En su estudio, reconocieron nueve especies de aves que se habían reportado con anterioridad para la reserva, de los que de manera reciente no se tienen registros o son escasos, algunas de estas utilizan bosques montanos, encima de los mil metros de altura.

Ermitaño Piquilargo
(Phaethornis longirostris). Cortesía: María José Lou

Aunado a ello, gran parte del esfuerzo en investigación ornitológica se ha centrado en áreas con baja altitud, lo que explica la ausencia de algunas de estas especies en reportes actuales.

Los investigadores mencionaron que, la composición taxonómica de la avifauna encontrada en la REBISO, comparada con la de Chiapas, incluye a todos los órdenes y difiere por 17 familias, lo que representa un porcentaje elevado de estos taxones.

En lo referente a las aves residentes, indicaron que el buen estado de conservación de las selvas de la Reserva en un aproximado del 44% de su superficie y que durante un periodo de 23 años solo se deforestó el 10.6 %, es de gran importancia para la generación de condiciones de resiliencia para la comunidad de aves locales hacia los efectos del cambio climático.

De no tomar en cuenta esta consideración, las implicaciones que podrían suceder en este grupo de aves provocarían afectaciones como la reproducción temprana, desfases de la migración y la distribución geográfica conocida, cambios fenológicos, demográficos, en su morfología, fisiología y conducta, exponen los investigadores.

Enfatizaron que, a pesar del bajo porcentaje y tasas de deforestación, es necesario reconocer que la ampliación de la superficie de la reserva hacia áreas alteradas puede haber generado condiciones de hábitat no adecuado para algunas especies en el polígono de manejo actual.

Asimismo, dijeron que la presencia de especies endémicas es de gran relevancia, ya que se ubica dentro del Área de Aves Endémicas (EBA), comprende las tierras altas del norte de Centro América, el este de Oaxaca y Chiapas, hasta Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.

Es decir, tiene más especies endémicas que cualquier otra EBA en México o el norte de Centro América, colocándola como una zona prioritaria para la conservación, además se le considera con el mayor número de especies con distribución restringida.

Las acciones de conservación que se propongan en la REBISO para el grupo de las aves, con base en un monitoreo de especies seleccionadas por las características analizadas en este estudio podrían ser de gran relevancia a nivel regional con efectos positivos en otras especies que comparten su hábitat, acentuaron los investigadores.

Búho corniblanco (Lophostrix cristat). Cortesía: Aves rapaces

González Ortega, Vázquez Pérez, Tejeda Cruz y Hernández Molina actualizaron el inventario de la riqueza de especies de aves de la Biósfera El Ocote a 477 especies, donde la mayoría son residentes.

Indicaron que, las aves migratorias representan una quinta parte de la avifauna registrada, lo que refuerza la consideración de ser un área relevante para la migración invernal, y casi un tercio de las especies se encuentran en la NOM-059- SEMARNAT-2010, con alguna categoría de alto riesgo en la Lista Roja de Especies de la IUCN o con algún grado de endemismo, lo que representa una elevada proporción que la ubica como zona de alta consideración para su conservación de carácter nacional e internacional.

Acentuaron que las especies de aves prioritarias para el monitoreo e investigación propuestas en su estudio, podrían aportar información sobre su situación poblacional y la calidad del hábitat que ocupan.

Por último, los investigadores sugirieron el seguimiento de especies de aves de las familias Accipitridae, Cardinalidae, Cracidae, Furnariidae, Momodae, Odontophoridae, Parulidae, Strigidae, Trochilidae, Tyrannidae y Troglodydae, además de ser sensibles a los cambios ambientales, realizan actividades importantes para el funcionamiento de los ecosistemas.

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