Vivir entre fronteras, percepciones de los habitantes sobre el limite sur de México

Foto: Isaín Mandujano

*Las recomendaciones de los lugareños fueron no viajar de noche, no relacionarse con los grupos que trabajan en los pasos fronterizos, andar en grupo y ser cuidadosos con los cometarios en público, identificó la investigadora. 

Por Redacción Alexandra Díaz

Dolores Camacho Velázquez, investigadora del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR) la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), analizó las dinámicas sociales entre la frontera Chiapas-Guatemala con el objetivo de hacer una serie de reflexiones sobre la vida en estos territorios, desde la percepción de los y las mismas habitantes.

Junto a un grupo de trabajo formado por investigadores/as y estudiantes en el proyecto financiado por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) , en 2017, Camacho realizó apuntes sobre el recorrido hecho durante su estudio plasmado en el artículo “La franja fronteriza Chiapas-Guatemala. Notas de campo” 

La investigadora, afirmó que “las fronteras nacionales tienen que estudiarse de manera integral, para lo cual es necesario conocerlas y pensarlas”, por ello, la metodología de dicho proyecto consistió en recorrer la franja fronteriza, hablar con la gente y preguntar sobre su vida diaria, para estudiar de cerca al objeto de estudio.

Para ello, mencionó que realizaron dos recorridos, el primero que le permitió conocer los pasos fronterizos realizado en julio de 2017 y, el segundo les permitió realizar entrevistas a las y los habitantes de cada zona para conocer sus impresiones e historias de vida en junio de 2018.

Camacho, comentó que en 2017 las zonas recorridas fueron las siguientes: Tapachula, Puerto Chiapas, Ciudad Hidalgo, Talismán, localidad de Tuxtla Chico, Motozintla, Frontera Comalapa, Benemérito de las Américas, localidad de Marqués de Comillas, y Huixtla, en el que recalcó que, aunque no es un paso fronterizo, existe una frontera comprendida por un control de migración que prohíbe la entrada de centroamericanos, salvo que cuenten con el respectivo permiso.

En junio de 2018 recorrieron La Providencia, perteneciente al municipio de Pacayal, Nuevo San Juan Chamula, localidad de La Trinitaria, Boca de Chajul, Quiringuicharo y Reforma Agraria, cada uno ubicado en el municipio Marqués de Comillas, Nueva Orizaba, localidad de Benemérito de las Américas, y Tapachula.

Tras el recorrido, de acuerdo a Camacho, la percepción general que tiene la gente de vivir en la frontera es que, si bien el paso de migrantes es constante y forma parte de su vida diaria, se sienten amenazados/as por quienes se dedican a actividades ilícitas, tales como tráfico de drogas y trabajo sexual.

Testimonios de habitantes

Para Felipe, habitante de Boca Chajul, localidad de Marqués de Comillas, vivir en la frontera no le causa problemas, sin embargo, le preocupa que el peso mexicano se ha devaluado (respecto al quetzal) y ahora es más caro comprar en Guatemala, situación contraria a años anteriores.

Berenice, médica pediatra y trabajadora en el hospital regional de Tapachula, dice que el problema de salud en la frontera es serio porque además de contar con limitación de personal y medicamentos, se suma “la exigencia de los migrantes para ser atendidos”, pues afirmó que hay una gran cantidad de migrantes que esperan serlo, pero por su condición de migrantes no cumplen con el requisito de tener una estancia legal.

“¿Cómo damos el servicio si no cuentan con documentos?; y si no los atendemos, nos acusan con Derechos Humanos, y ahí nos enfrentamos con otro problema muy serio […] Llamamos a las organizaciones que apoyan a migrantes para que los ayuden, pero siempre es muy complicado conseguir apoyo para tantas personas”, expresa Berenice.

Meche, habitante de Nueva Orizaba, municipio de Benemérito de las Américas, aseguró que sus experiencias con los guatemaltecos han sido desagradables, por lo que consideró que “el Estado debe estar ahí ordenando la frontera” porque se trata de un lugar violento.

Y así como estos, Camacho recuperó otros testimonios más que simbolizan su paso por la frontera y ayudan a explicar cómo es la vida entre Chiapas y Guatemala, desde la perspectiva de sus propios y propias habitantes.

Finalmente, concluye en que hablar de esta frontera requiere profundizar en la diversidad del territorio sin dejar de lado la riqueza cultural, histórica y de vida, y afirmó que los resultados obtenidos permiten tener una idea sobre la complejidad de la franja fronteriza y las diversas percepciones que hay sobre la frontera.

Caravana migrante.
Por Darinel Zacarías