Diez especies de búhos en riesgo por pérdida y fragmentación de su hábitat

Diversidad de Strigiformes: lechuza de campanario, búho real euroasiático, búho flamulado, búho chillón oriental, gran búho coronado, búho manchado mexicano, búho de anteojos y búho chico. Fotografías de Brad Wilson. National Audubon Society.

*Las aves rapaces diurnas influyen en la estructura y dinámica de los ecosistemas naturales, reciclan la materia muerta en el ambiente, controlan plagas en cultivos y se les valora como indicadores de la calidad ambiental.


Las aves rapaces nocturnas es un grupo que incluye: búhos, tecolotes y lechuzas, son controladores biológicos de especies como insectos y roedores. En Chiapas, se distribuyen 19 especiales, de las cuales, 10 (búhos y tecolotes) se encuentran incluidas en la NOM-059-SEMARNAT-2010. Dicha norma oficial mexicana coloca a este grupo en  categorías de riesgo, debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, envenenamiento con plaguicidas y la cacería ilegal. Asimismo, los búhos y lechuzas son reconocidos en la cultura mexicana como parte del folclore, mitos y relatos.

Sin embargo, sus hábitos crepusculares y nocturnos han generado en los humanos actitudes de temor. Al ser señalados como “aves de mal agüero”, esto a provocando la matanza de varios individuos, otro aspecto que afecta su supervivencia.

Paula Lidia Enríquez Rocha, investigadora en el Departamento de Conservación de la Biodiversidad de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), a través de la ponencia: “¿Quiénes son los búhos y lechuzas?”, dijo que son aves con plumas y huesos ligeros lo que les permite volar, tienen un pico, se reproducen por medio de huevos, y regulan su temperatura corporal.

La investigadora indicó que, pertenecen al Orden Strigiformes (latín stix o strigiis = lechuza), conocidas como: lechuzas, búhos, tecolotes, autillos, sorococa, oropopo, chunchos, cárabo, mochuelo, tucúquere, ñacurutú, tuuncuruchu y xooch’. Y, se han descrito 250 especies a nivel mundial.

Explicó que, las lechuzas pertenecen a la familia Tytonidae, entre sus características morfológicas es que tiene un disco facial claro (corazón), plumaje con colores suaves, ojos oscuros, con 27 especies en el mundo.

Mientras que, los búhos o tecolotes corresponden a la familia Strigidae, las características morfológicas que presenta es un disco facial circular, plumaje café o negro, ojos amarillos o negros, y hay 223 especies en el mundo.

Enríquez Rocha dijo que, estas especies se distribuyen en todo el mundo, con una mayor diversidad en ambientes tropicales, a excepción de la Antártida. Viven en las frías tundras, desierto, zonas rivereñas, bosques de montaña, selvas tropicales, incluso se pueden encontrar en las ciudades, la mayoría habita en árboles y otras en el suelo.

Resaltó que, hay especies que se encuentran más restringidas. Por ejemplo, el tecolote barbudo esta presente en ecosistemas de bosques de montaña, como los Altos de Chiapas, y además es endémica. Por otro lado, las más comunes, presentan una distribución más amplia como es el caso del búho café, se encuentra desde el norte de México, hasta Brasil.

La investigadora enfatizó que, en México se encuentran 32 especies, de estas 7 son endémicas. Es decir, solo existen en el país, al ser poco comunes, raras y viven en ambientes específicos.

Estas aves son consideradas como rapaces nocturnos, primero por ser especies depredadoras, tienen garras desarrolladas y un pico en forma de gancho con las que cazan a su presa para alimentarse. Además, su actividad es durante la noche, pero algunas son diurnas.

Tecolote de Cooper (Megascops cooperi).Cortesía: Tom Johnson

Al tener esta actividad nocturna, indicó que han tomado ciertas características evolutivas que les han permitido subsistir o sobrevivir en estos ambientes. Una de ellas es su oído desarrollado y asimétrico, tienen una visión binocular, gira su cabeza 270°, lo ojos que presentan le permiten ver a bajas intensidades de luz, pues tienen más bastones que conos.

Añadió que las cavidades oculares son grandes, son el único grupo que presentan los ojos dirigidos hacia enfrente, y su visión es estereoscópica, así que pueden ver una imagen al mismo tiempo.

La investigadora mencionó que, existe una diversidad de tonalidades en el plumaje. El búho nevado, está adaptado a ambientes de tundra, tiene matices blancos y puede camuflajearse, mientras que las coloraciones como el negro, pardo, gris y café van dependiendo de las especies.

Agregó que, a estas aves se les consideran los “maestros del camuflaje”, porque el plumaje en ocasiones toma las tonalidades de los sitios donde están, esto les permite que pasen desapercibidos.

Búho café (Ciccaba virgata). Cortesía: Guillermo Saborío Vega

Detalló que, dichas especies tienen un vuelo silencioso, sus plumas primarias tienen forma de peine, al momento que vuelan y el aire ingresa, esta peculiaridad amortigua el sonido del viento. Esta característica inspiró a ingenieros aeronáuticos para silenciar turbinas y aerogeneradores en aviones.

Los búhos y lechuzas consumen animales vivos como insectos, aves, reptiles, anfibios, mamíferos, peces, incluso las aves grandes se comen a los pequeños. Su estómago no digiere las partes duras de sus presas y forman bolitas compactas que son vomitadas, estas se llaman egagrópilas.

Se comunican con vocalizaciones o señales acústicas como gritos, llamados o reclamos. Cada especie se puede identificar por su propio sonido. Utilizan esto, para defender su territorio, buscar o comunicarse con la pareja.

Enríquez Rocha mencionó que, se reproducen a inicios del año cuando las noches son más largas, son organismos monógamos y territoriales, los huevos son puestos a intervalos, quiere decir que en una nidada los pollos tienen diferentes edades.

Búho Cornudo (Bubo virginianus) Cortesía: Radrat

Aunado a ello, la hembra es la responsable de incubar y el macho trae la comida, los pollos son nidícolas, nacen con los ojos cerrados y sin plumas, dependiendo la comida es la cantidad de huevo que ponen, llegan a ser hasta 14.

Su importancia deriva al ser uno de los grupos de aves menos estudiados, al ser nocturnas, raras, poco comunes y estar en ambientes boscosos y tropicales. Regulan las poblaciones de sus presas, los estudios permiten entender la dinámica de depredador-presa, y sus características morfológicas han sido implementados en aparatos tecnológicos.

La investigadora dijo que, varias especies están amenazadas o en peligro de extinción, incluso algunas se han extinto. En México, 21 especies (66%) están en la NOM-059-2010, tiene importancia cultural, en la antigua Grecia una especie de búho fue considerada la Diosa de la Sabiduría, y en Mesoamérica al Dios de los Muertos: Mictlantecuhtli.

Por último, entre sus principales amenazas esta la pérdida del hábitat, en un principio por la fragmentación de los bosques, el uso de plaguicidas, tráfico de especies, persecuciones, envenenamientos y colisiones.

Tecolote Ojos Oscuros (Psiloscops flammeolus). Cortesía: Matt Brady

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