Güisnayera, una serpiente enigmática de Chiapas

La güisnayera es una de las 11 especies que conforman al género Bothriechis. Cortesía: Sergio Pedrero.

*La serpiente es quizá el animal hablando de manera cultural más importante en la historia de los humanos y, uno de los más enigmáticos y con mayor misticismo.


Las nauyacas de árbol del género Bothriechis habitan de manera exclusiva en Centroamérica y la parte norte de Sudamérica. Existen unas 11 especies de este grupo y el nombre del género hace referencia a la foseta termorreceptora ubicada entre el ojo y el orificio nasal a cada lado del rostro. En Chiapas viven cuatro especies, entre ellas la güisnayera (Bothriechis bicolor), estos y otros datos fueron recopilados en el segundo boletín de la Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas.

Ahora bien, la güisnayera se ha reportado tanto en la cara sur de la Sierra Madre, que da hacia la Llanura Costera del Pacífico, como en la norte, colinda con la Depresión Central o Cuenca del Rio Grijalva. La distribución va desde la Reserva de la Biosfera La Sepultura, hacia el este sobre la Sierra Madre, hasta las cercanías del Volcán de Agua en el departamento de Sacatepéquez, en Guatemala.

Dicho esto, en 1978 dos investigadores llegaron a publicar que la población mexicana era una nueva especie debido a sus peculiares y vistosos patrones de coloración, la llamada Bothriechis ornatus. Existe la hipótesis que a lo largo de la distribución de esta serpiente se ubica un parte aguas que podría ser factor de que exista esta variación.

En las cercanías del municipio de Motozintla, se ubica una leve depresión, que interrumpe brevemente a la Sierra Madre, a partir de esta región hacia Guatemala los ejemplares de la especie suelen ser más uniformes en coloración, mayormente verdosos. Por otro lado, hacia el oeste de la Sierra, con dirección a Oaxaca, presentan coloraciones más vistosas, verdes y motes turquesas, amarillos e incluso negros, indica el boletín.

Además, su hábitat son los Bosques Lluviosos de Montaña y Bosques de Niebla, conocidos también como Bosques Mesófilos, típicos de la región montañosa donde se distribuye. El clima donde vive suele ser templado y húmedo, pero con mucha lluvia, estos lugares son densos ende vegetación, con abundantes cuerpos de agua.

El nombre de la especie B. bicolor hace referencia a los colores contrastantes que presenta entre la zona ventral y dorsal. Cortesía: Andrés Novales.

También, habita en ambientes modificados por las personas, como cafetales, potreros, cultivos de maíz y cardamomo. Su distribución altitudinal va de los 500 a 2000 metros sobre el nivel del mar.

Acerca de su morfología, esta serpiente es un crotalino de talla mediana, su tamaño oscila entre los 60 a 70 centímetros de longitud total en etapa adulta, pero en ocasiones puede alcanzar el metro de largo. Su cuerpo es delgado a comparación de otras especies de víboras y presenta una cola prensil que le permitirá sujetarse de las ramas de los árboles y arbustos, su coloración en su mayoría es verde, aunque la parte ventral es amarillento o blancuzco.

Suele exhibir patrones en tonos turquesas brillantes sobre el dorso, pero también existen algunos ejemplares que son casi totalmente verdes, con algunos bordes turquesas en las escamas, detalla el boletín.

Es una especie de hábitos crepusculares y nocturnos, significa que esta activa durante la tarde y noche. Utiliza los cuerpos de agua, como un importante sitio de caza, pues se alimenta de anfibios, así como de otras presas: aves pequeñas, roedores arborícolas o algunas lagartijas.

Extracción de veneno de un juvenil de güisnayera. (Bothriechis bicolor). Cortesía: Víctor Moreno Avendaño.

Otro aspecto, es que es vivípara, da a luz a los neonatos de la madre, sin necesidad de incubar un huevo. Aunque saben poco sobre su reproducción, han reportado que la especie tiene entre tres y seis crías.

Por otro lado, el veneno de las especies de Bothriechis se considera de toxicidad moderada, pero puede ser peligroso debido a la zona corporal en donde puede morder, por ejemplo: cara, cuello, manos o brazos. Este compuesto por proteínas que ocasiona una actividad hemorrágica y coagulante moderada, cuenta con una Dosis Letal Media de 122.12 µg/ratón.

La actividad del veneno de esta serpiente puede causar sangrados a través de la herida de la mordedura, inflamación, dolor y en casos no tratados a tiempo necrosis, resalta la publicación.

Distribución de la güisnayera (Bothriechis bicolor). Cortesía: Víctor Moreno Avendaño

A lo largo de su distribución, esta serpiente es conocida por los pobladores con los que comparte espacios, si bien sus avistamientos no son recurrentes, se sabe distinguir a esta de otras especies similares. Es popular con una gran variedad de nombres comunes, en Chiapas suele ser llamada como: cantil cotorra, cantil loro, nauyaca adornada, nauyaca bicolor, nauyaca esmeralda o nauyaca verde.

Red para la Conservación y Divulgación de los Reptiles Venenosos de Chiapas

La Red la conforma un pequeño grupo multidisplinario de biólogos, médicos e investigadores, comparten el entusiasmo por la divulgación de la ciencia y mantienen como propósito principal el difundir el conocimiento científico existente acerca de los reptiles venenosos del Estado, de una manera clara y sencilla, permitiendo así llegar a toda la sociedad. Con ello, contribuyen a su conservación y a una mejor relación humano-reptil venenoso.

De la mano a la Red, la Brigada para la Atención de Intoxicaciones por Animales Venenosos, brinda una herramienta de apoyo a los sectores que se encuentren involucrados y se ven afectados en accidentes causados por mordeduras de serpientes y arácnidos venenosos. Así como a la prevención de estos, pudiendo ser utilizada para consulta y atención por las instituciones de salud en la entidad

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