Relaciones sociales dentro del ejido Los Ángeles entorno al manejo de residuos sólidos

La Sepultura, este lugar fue decretado como Reserva de la biosfera el 5 de junio de 1995, es una zona sujeta a conservación ecológica por parte del estado de Chiapas. Cortesía: Más México.

*En México, existen limitados estudios sobre la generación y manejo de residuos sólidos (RS) en las comunidades rurales que se encuentran dentro de las Áreas Naturales Protegidas.


A través de un artículo, los investigadores Julio César Figueroa Sánchez y Juana Cruz Morales* dieron a conocer que después de su fundación, la principal actividad de los pobladores del ejido Los Ángeles ubicado dentro de la zona de amortiguamiento (ZA) de la Reserva de la Biósfera de la Sepultura (REBISE) fue el cultivo de maíz.

Por lo que, la economía local giraba en torno a la siembra y cosecha de ese grano. No obstante, para los años noventa del siglo XX, la actividad entró en declive, el cierre de las instituciones paraestatales y la apertura del mercado provocó que el cultivo de maíz se volviera una actividad no rentable.

Nuestros hijos no tenían la necesidad de salir a otro lado porque les dábamos trabajo. Empiezan los problemas cuando se termina el precio de garantía del maíz, el gobierno nos deja desamparados. Poco a poco fuimos dejando la producción de maíz y pensando qué más teníamos que hacer para mantener a nuestros hijos y familia, dijo un ejidatario en un taller de reflexión.

Por otra parte, la entrada en vigor del decreto de la REBISE y su administración por parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) desde 1998, dio inicio a la regulación de comenzó otras actividades que complementaban los ingresos familiares.

Los Residuos Sólidos se convirtió en un problema socioambiental. Cortesía: Vida más verde.

Entre otras cosas, los investigadores indicaron que se prohibió el uso del fuego y la extracción de palma camedor. La respuesta de los productores ante estas circunstancias fue la ganadería y migración.

Dichas actividades reemplazaron a la agricultura como la principal fuente de trabajo y tuvieron fuertes impactos económicos en la vida de los pobladores, ya que comenzaron a obtener ingresos extras que les permitieron invertir en diversos negocios de bienes y servicios.

Así mismo, los servicios públicos de salud y educación de la Cuenca Alta del Río El Tablón (CART) se concentraron en Los Ángeles, esto provocó que los habitantes de otras comunidades comenzaran a visitar de manera regular la localidad.

Otros servicios como el pago de subvenciones y la entrega de apoyos sociales, agrícolas y ganaderos también se efectuaban en dicha comunidad. Además, llegó la construcción y modernización de la infraestructura, en particular caminos y carreteras.

Lo anterior, promovió una apertura comercial hacia otros ejidos y poblados, facilitando la llegada de comerciantes de otras partes de la región y de negocios temporales como cenadurías, tianguis y las tiendas de agroquímicos.

Esa dinámica permitió a Los Ángeles establecerse como un pequeño polo de desarrollo regional dentro de la CART, creando así las condiciones para que la población local tuviera al alcance una gran variedad de artículos como: agroquímicos e insumos para el campo, alimentos procesados, ropa, electrónicos y plásticos, que aumentaron en la generación y diversidad de RS.

No había tantos residuos, así como las botellas, bolsas, plásticos, nada; ni casi cosas enlatadas, no había. Se consumía lo que se producía. Se comía más sano. No había refresco embotellado, casi no había, tal vez había, pero no había venido por acá. Se consumía lo que se producía, por ejemplo, el frijol se va a la misma tierra, se pudre y no queda como un desecho que se queda ahí ensuciando, dijo Isabel, pobladora de Los Ángeles.

Los estudiantes acopian plástico y recipientes de aluminio, reciben a cambio un pago por cada kilo reunido. Cortesía: Residuos Sólidos y SIG.

Así pues, Figueroa Sánchez y Cruz Morales subrayaron que los modos de vida en Los Ángeles se han ido modificando consecuencia de la urbanización y la aplicación de políticas gubernamentales, trayendo consigo problemas socioambientales.

Es entonces cuando observaron una generación de más y nuevos RS. Que, si bien se han ido involucrando actores externos para llevar a cabo un mejor manejo, cada uno de ellos se alía a conveniencia para cubrir sus objetivos.

Además, cada uno de estos actores responde a intereses propios, marcados por el mercado internacional del reciclaje del plástico PET, indicaron los investigadores.

Reserva de la Biosfera La Sepultura. Cortesía: CONANP

En este sentido, no existe un mecanismo de gobernanza de los residuos, más bien son relaciones jerárquicas en donde los ciudadanos están sometidos a reglas promovidas por asociaciones “verdes”, impulsadas por un sistema de consumo, desecho y que se vale del reciclaje para crear legitimidad.

Aunado a ello, afirmaron que el municipio no cuenta con las capacidades técnicas ni financieras para realizar las funciones de manejo de RS, por lo que cede sus responsabilidades y realiza acuerdos con empresas recicladoras para poder llegar a las comunidades rurales, fomentando las iniciativas privadas en el medio rural.

La gobernanza generada en torno a los RS, entonces, es consecuencia de reglas impuestas por otros actores que buscan generar gobernabilidad, es decir, buscan la obediencia cívica, dijeron los especialistas.

*Investigadores:

Julio César Figueroa Sánchez, estudiante de Maestría en Desarrollo Rural Regional por la Universidad Autónoma Chapingo

Juana Cruz Morales, doctora en Desarrollo Rural por la Universidad Autónoma Metropolitana

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