Acción Colectiva contra la siembra de maíz transgénico cumplió 10 años de trabajo y lucha ininterrumpida

*La Demanda de Acción Colectiva alentó a las instituciones obligadas a consolidar las políticas necesarias para frenar los despojos propiciados por empresas transnacionales.


La Demanda de Acción Colectiva contra la siembra de maíz transgénico en México cumplió 10 años de trabajo y lucha ininterrumpida en defensa de los maíces nativos, ya que busca que se garanticen los derechos de las personas y comunidades que habitan o transitan por México.

A través de la figura jurídica de acciones colectivas, han logrado impedir la siembra comercial de transgénicos en territorio mexicano. Pues, dicha colectividad busca que en México se respeten los derechos humanos de las personas que producen y/o consumen maíz.

Así mismo, que se mantenga la prohibición de siembras de maíces transgénicos en territorios mexicanos, ya que se corre el riesgo de perder de forma definitiva la biodiversidad con la que cuenta el país, y dejar en el olvido los saberes y cuidados ancestrales que comunidades indígenas y campesinas han generado en relación con ese grano básico y fundamental para la alimentación en México y países del mundo.

«Una década resistiendo a Monsanto: en defensa de la milpa y los maíces nativos mexicanos». Cortesía: Demanda Colectiva Maíz

Con la siembra de maíces transgénicos, la Demanda de Acción indicó que se pone en riesgo el modelo de alimentación basado en la milpa, una forma general de sembrar, cultivar y combinar alimentos, sin el uso de insumos químicos y, del paquete tecnológico promovido por la agroindustria.

La milpa brinda múltiples beneficios ecosistémicos para la salud, es biodiversa; se cuida y preserva el agua, los insectos polinizadores, enriqueciendo a la tierra. Permitiendo preservar y mejorar semillas y alimentos tradicionales, indicó la Colectiva.

Por otro lado, enfatizaron que en México, la discusión sobre el maíz transgénico se da a nivel de Estado, donde los tres Poderes de la Unión han reconocido la importancia de debatir y abordar ese tema; ya que se convierte en un aspecto estratégico para el buen vivir de las personas, en miras de consolidar un proyecto de país encaminado a la paz con justicia y dignidad.

Por ello, expusieron que el Poder Judicial deshizo en un proceso judicial mantener una medida cautelar que prohíbe la siembra comercial de maíces transgénicos en el centro de origen y diversificación constante, ante los riesgos que acarrean la producción y consumo de esas semillas modificadas de manera genética, para la población que habita o transita por el territorio mexicano.

La medida cautelar también impide las siembras en fase experimental y piloto de maíz transgénico. Durante esos años, las personas y organizaciones demandantes en el proceso de acciones colectivas se han propuesto trabajar, desde un ejercicio ciudadano, hasta que México sea un país libre de transgénicos.

A diez años de resistencia, la Colectividad hizo un llamado al Estado mexicano para garantizar los derechos implicados de las personas y poblaciones que tienen relación con el maíz y la milpa, así como consolidar la prohibición de siembra de maíces transgénicos y apuntalar la proscripción de su uso en la alimentación, a través del Decreto Presidencial modificado en febrero pasado.

Ponemos de relieve y para conocimiento de toda la sociedad nacional e internacional la importancia de seguir de cerca el trabajo de las y los jueces implicados en esta demanda colectiva, para que su resolución garantice que los derechos de todas las personas están siendo protegidos, y finalmente prohibir mediante una sentencia judicial definitiva, la siembra de maíces transgénicos, sin ceder ante las amenazas de empresas agroindustriales transnacionales, finalizó la Colectiva.

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